«Es indiscutible que Venezuela agoniza (…) la ayuda humanitaria es el punto más relevante en esa agenda porque además se puede lograr muy rápidamente para que nuestros compatriotas consigan medicinas y alimentos», dijo el abogado Juan Manuel Raffalli que forma parte de la delegación opositora para el diálogo.
Para el letrado, que dio estas declaraciones en una entrevista a la emisora privada Unión Radio, un «primer éxito» de estas conversaciones sería conseguir «con carácter de emergencia y de cumplimiento inmediato» la ayuda humanitaria.
«El segundo éxito sería la determinación exacta de la fecha electoral y unas condiciones, incluyendo la observación internacional, que nos permitan empezar a preparar lo que sería esa contienda (presidencial) con un liderazgo opositor unificado», indicó.
Raffalli señaló que este proceso de diálogo es distinto a los anteriores que fracasaron, porque las circunstancias del país son diferentes a las que tenía hace un año cuando, asegura, el Gobierno usaba estas conversaciones «para ganar tiempo».
«Pero ahora el gobierno no tiene tiempo que perder, el tiempo obra en su contra», señaló.
Agregó que si la oposición aprovecha estas circunstancias «con estrategias, con foco y además con mucha transparencia hacia la gente», a la hora de informar sobre los resultados, «el país podrá avanzar hacia la solución que todos queremos que es una solución electoral hacia un cambio presidencial».
Por su parte, el también miembro de la comisión opositora, el economista Jorge Roig, indicó al mismo medio que en este proceso de diálogo el Gobierno de Nicolás Maduro está obligado a tener una mejor disposición que en oportunidades anteriores pues las sanciones impuestas por Estados Unidos lo han dejado sin posibilidad de maniobra.
«El Gobierno no tiene ni una tarjeta de crédito para comprar nada que le dé operatividad nada más y nada menos que a PDVSA (estatal petrolera)», señaló al referirse a la principal empresa del país y por ello apuntó que es la Administración de Maduro la principal «necesitada» del diálogo.
Asimismo, coincidió con Raffalli en que la presencia de cinco cancilleres de la región que actuarán como observadores del proceso, garantiza que debe haber compromiso de ambas partes a que se cumplan los acuerdos.
Tanto Raffalli como Roig, así como otros personajes de sectores productivos, académicos y de organizaciones no gubernamentales forman parte de esta comisión opositora para el diálogo y han aclarado que participan en este proceso por impulsar soluciones a los problemas del país y que no tienen filiación a partido político alguno.
Además del tema de la ayuda humanitaria y las elecciones presidenciales en condiciones democráticas, la oposición lleva a esta mesa de conversaciones exigencias relacionadas con la liberación de los políticos presos y la restitución de todos sus poderes al Parlamento de mayoría antichavista.
Los miembros de la comisión pidieron a los venezolanos apostar por el éxito de este nuevo diálogo y recordaron que se trata de un «proceso» y no de una gestión que ofrece logros «en el primer día».]]>