Venezuela

"Se haga o no justicia, nada me va a devolver a mi hermana", dice familiar de joven asesinada por Guardia Nacional

El efectivo militar estaría ya detenido, según informó el fiscal designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab. La joven, con cinco meses de embarazo, esperaba una niña y quería estudiar ciencias forenses.

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Foto: Referencial / VTV

La familia Colopoyn nunca imaginó pasar un 31 de diciembre como este.

Alexandra, una joven de 18 años, había salido “premiada” en la rifa de perniles en la comunidad de Macarao, al oeste de la capital. Junto a su familia, decidió bajar a buscar el tradicional producto cárnico que se cocina para estas fechas y que ha sido el protagonista de las últimas protestas en todo el país.

Llegaron al puesto de control de la Guardia del Pueblo , en el que queda una base de misiones donde el consejo comunal recibe beneficios como las bolsas con alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap). En este caso, estaban haciendo la cola para retirar los perniles de cerdo, los cuales debían compartir con sus vecinos puesto que la cantidad entregada por el gobierno no era suficiente.

“Notamos que habían tres funcionarios de la Guardia del Pueblo que estaban metidos dentro de una licorería que esta cerca del sitio. Cuando ellos vieron a las personas de la comunidad cerca del puesto de control, uno de los funcionarios, alterado o rascado, quién sabe si drogado, le dijo a la gente que se retirara pero de forma grosera. Él estaba alterado y las personas molestas porque tenían ya muchas horas esperando, incluso desde la madrugada, le dijeron que se calmara”, relata Alexandre Colopoyn, hermano de la joven asesinada.

El joven narra que la comunidad estaba molesta por el trato del funcionario por lo que comenzaron a recriminarle. Esto, según recuerda Alexander, hizo que el funcionario militar accionara su arma de reglamento haciendo disparos al aire para dispersar a las personas.

Sin embargo, éstas en vez de correr, se molestaron más porque “allí había niños, personas mayores”.

Los otros dos funcionarios comenzaron a apuntar a las personas , pero como asegura Alexander, “la gente de este barrio tiene mucho guáramo, son echados pa´lante . Se molestaron mucho más y comenzaron a rodear a los funcionarios”.

Los otros dos guardias huyeron y el que quedó solo “saco otra pistola que tenia en la cintura. Un arma corta con la que comenzó a disparar de frente, a quemarropa para quitarse a la gente de encima. La gente empezó a correr y cuando mi hermana trataba de dispersarse, le pego la bala”, cuenta su hermano, quien explica que ella no estaba cerca de las personas que rodeaban al guardia pero tampoco estaba tan distante.

-¿Qué exigen tu y tu familia?

“Exijo que el sistema de justicia califique a los oficiales que están encargados de portar uniforme y que éstos tengan la intención de defender al pueblo,  no de agredirlo. Esto es culpa del mal entrenamiento  de esos oficiales que prácticamente se escogen a dedo y sin tener capacidad o sin ser dignos de tener un uniforme.

Aún y cuando el fiscal designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, informó a través de su cuenta en la red social Twitter que el oficial, David José Rebolledo Cortez, responsable del hecho había sido detenido, Alexander sentencia:

“Yo como hermano siento que, indiferentemente que se haga o no justicia, nada de eso va a revivir a mi hermana. Queremos justicia y llegaremos hasta donde podamos llegar para que él pague”.

Alexander define a su hermana como una joven “llena de energía, alegre, aguerrida, optimista y dispuesta a lograr lo que se proponía”. Tenía cinco meses de embarazo.

Esperaba a una niña, su primera hija, lo que la tenía muy contenta y por lo que se cuidaba mucho, recuerda su hermano.

Alexandra estaba inscrita en las Misiones gubernamentales “que por aquí son muy comunes”, dice Alexander. Quería ser forense, cosa por la que era objeto de bromas en la familia pues ella “aunque era valiente, no le gustaba mucho eso de muertos y sangre pero igual quería estudiar eso”.

Destrozado. Molesto. Así manifiesta sentirse Alexander. “Las cosas no son justas. Hay tanta gente tan mala por allí que no les da ni gripe y viene a pasar esto a la gente inocente que pagan los platos rotos y le destrozan la vida a personas buenas y a sus familias”, agrega.

Sus familiares piden que se explique que la comunidad no estaba protestando y que la alteración se produjo cuando el efectivo castrense disparó al aire.

Hasta el momento de escribir la nota, ninguna autoridad se había acercado a la familia, quienes tuvieron que hacer maromas para conseguir los recursos y trasladar el cuerpo de Alexandra hasta Charallave, de donde son oriundos. Allí fue velada y enterrada en el Cementerio Municipal.

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