“Aquí lo que hay es hambre. Quién tiene algo para comer. No tiene para ponerse zapatos, ni una muda de ropa y mucho menos para comprar medicinas, eso no es secreto, vaya y de una vuelta por los barrios. Aquí tenemos que decidir: se come y no hay para las medicinas, o se compra la medicina y no hay para comer”, dijo una dama que pidió reserva de su nombre.
A la protesta -que se inició en horas del mediodía- se le unieron algunos estudiantes del liceo Luís López Méndez, de la población de Táriba, quienes manifestaban por la falta de alimentos que se les suministra a través del Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Varios cauchos fueron quemados a lo largo de la autopista por encapuchados que, con señales de alerta, informaban a quienes por allí se desplazaban que debían desviar su marcha.
Diversos usuarios de la mencionada arteria vial se vieron obligados a tomar calles alternas al salir de sus casas, sin tener garantizado el retorno.
“Tuve que agarrar la calle que va por el mercado y salir por otra vía. La principal estaba cerrada por los vecinos que se quejan porque aquí no hay nada que comer. Uno sale con plata y es lo mismo que nada porque los supermercados están pelados”, dijo Luis Antonio Hernández, habitante del sector Boca de Caneyes.
Otras protestas
En la población de Las Mesas, al norte del estado Táchira, se registró la tarde del pasado martes una fuerte manifestación que dejó como resultado al menos cuatro vehículos de la Guardia Nacional incendiados.
Vecinos de la zona relataron a El Estímulo que la protesta de los habitantes del sector rural fue debido al desabastecimiento de alimentos que padece la comunidad.
“Un carro de carga con cajas CLAP llegó y no las vendieron, la gente se dio cuenta donde estaban y llegó a exigir la venta”, narró un habitante de la zona que prefirió no suministrar su identidad.
En un recorrido hecho por este medio a diferentes supermercados, carnicerías y abastos se pudo constatar el descontento de los compradores al salir del lugar, pues muchos de los anaqueles, vitrinas y refrigeradores están vacíos.
“Cómo van a decir que Venezuela está bien y que somos nosotros los que queremos molestar. No hay arroz, ni aceite, tampoco azúcar, Harina PAN, ni espaguetis. No puedo estar comprando un kilo de plátanos en 12.000 porque me sale más caro y no alcanza sino para una ración”, dijo Evelyn Morales a las afueras de un conocido hipermercado de San Cristóbal.
Los tachirenses consultados aseguraron que todos sus ingresos están siendo destinados a la compra de los pocos alimentos que se consiguen.
“Un millón de bolívares se me fue en un cartón de huevos que es lo que más comemos ahorita de proteína, un kilo de arroz y dos paquetes de Harina PAN, y no me alcanza para comprar aceite, tocará manteca”, añadió Marta Sánchez.