Así lo informó Judith Aular, rectora encargada del alma mater sobre esta medida que, dijo, busca contrarrestar el éxodo de los docentes, las faltas del personal obrero y deserción estudiantil originada por la crisis.
“Ante la emergencia, se buscó la forma de que los estudiantes sean atendidos dentro de sus horas de estudios mitad de forma presencial y mitad a distancia, para de esta manera evitar que el alumno deje faltar a clases por el grave problema de la escasez del efectivo y la carencia de transporte”, explicó la autoridad universitaria al diario Panorama.
La medida no afectará el cronograma estudiantil, pues Aular dijo que el plan está diseñado para que los estudiantes puedan cursar sus materias en el tiempo establecido sin perder clases.
Esta «emergencia académica» había sido anunciada el 31 de enero por las autoridades universitarias que la atribuyeron a los bajos salarios, la falta de presupuestos, la migración de profesores hacia otros países y la falta de transporte público para trasladarse en la mayor universidad del Zulia.
Las clases a distancia se harán efectivas cuando inicien los nuevos semestres en cada una de las carreras y regirá durante todo el 2018, apuntó la autoridad.
“Hay que esperar que se terminen los semestres que están en curso, para darle chance a los docentes y estudiantes que se preparen para un nuevo semestre con el plan de acción”, dijo.