Dos Venezuelas salen a la calle por el Día del Trabajador 

Unos salieron para exigir mejoras en la calidad de vida, denunciar la escasez, los altos costos de productos y para pedir cambios en la políticas económica. Los otros, para celebrar un aumento salarial y mostrar su apoyo al gobierno que lidera Nicolás Maduro. 

Este 1 de mayo, a diferencia de otros, se enmarca a tres semanas de un proceso electoral presidencial en el que la coalición opositora no participa y se da además, en un año donde las previsiones más conservadoras estiman que dada la hiperinflación que vive el país, la cifra se colocaría en 14 mil %. 

Lourdes Valbuena salió la mañana de este martes hacia la Francisco de Miranda, en Caracas para apoyar la convocatoria del Frente Amplio. Salió como ha salido en cada marcha y concentración: con su bandera a cuestas. 

Valbuena relata una historia que se repite, con contextos y situaciones diferentes. Lo que percibe no le alcanza. Es jubilada, viuda y sus dos hijos se acaban de ir del país.  Para ella, el aumento decretado es «agua y sal» ya que hoy mismo «todo aumentó».  Mientras que la señora Yadira, participante de la concentración opositora, no duda de su exigencia: «necesitamos un cambio de gobierno». 

Yadira ha perdido 30 kilos y que lo que más le afecta es que sus nietos tampoco puedan alimentarse bien. 

Aquel sitio que hace exactamente un año fue escenario de fuertes enfrentamientos entre opositores y cuerpos de seguridad, hoy luce totalmente diferente.  La convocatoria opositora no fue ni la mitad de nutrida que otrora y los dirigentes parecieran estar consciente de ello. 

Sin embargo, no varía la crítica al gobierno. La queja, muchas entre lágrimas, por la falta de medicinas, alimentos o las familias separadas. Y especialmente hoy, el rechazo también a un aumento que auguran, traerá «más pobreza».  Un kilo de carne, dos paquetes de pan, día cartones de huevo. Los manifestantes comparaban así lo que podían comprar con el nuevo salario.  

La dirigencia política habitual no acudió. Solo los diputados Miguel Pizarro, Stalin González, Ivlev Silva, Jose Guerra y  Manuela Bolívar, acompañaron a los trabajadores así como Andrés Velasquez y Nicmer Evans. Dirigentes sindicales y estudiantes tomaron la palabra para pedir organización de cara a la lucha por mejores condiciones de vida. 

El tema presidencial también estuvo presente. La mayoría de los que acudieron, rechazan las elecciones ante la falta de garantías pero sí se mostraron dispuestos a participar, «si hay condiciones». 

A unos cuantos kilómetros el panorama cambiaba radicalmente. 

Las vías que conducen al centro de la ciudad fueron tomadas por quienes apoyan al gobierno de Maduro. Las imágenes de varias cuadras de autobuses no faltaron. Los oficialistas marcharon hasta las escalinatas del Calvario para celebrar el Día del Trabajador y el aumento salarial. Jonathan Perdomo vive en Valencia. Se trasladó en un autobús de un organismo del Estado junto a varios compañeros. 

Aunque esta de acuerdo con el aumento, reconoce que no será suficiente puesto que los precios aumentan «día a día». Esto se lo atribuye a la «guerra económica» de la que habla el gobierno. 

Carmen Trieco, también se trasladó desde el interior. Aunque apoya al gobierno, le pide «mano dura» contra comerciantes y empresas del Estado como Corpoelec ya que «esta semana se me ha ido cuatro días la luz». 

Robinson Linares tiene un hijo de cuatro años que padece una cardiopatía. Él no estaba allí para celebrar. Su objetivo era otro: hacerle llegar una nota a Maduro para solicitarle ayuda ya que su hijo debe ser operado de emergencia. Dice que ha recorrido varios hospitales sin éxito y que tampoco consigue los medicamentos. 

Muchos de los presentes provenían del interior del país. 

Mientras Nicolás Maduro hablaba, alrededor de las 2:30pm, gran parte de los asistentes se retiraban del lugar. Muchos estaban desde las 9:00am y el sol y el calor hacían mella. Dos marchas que parecieran darse en día países. Aunque hay reclamos compartidos, las culpas se atribuyen de manera distinta. 

Lo único en que parecieran coincidir esos «dos países» es en que Venezuela requiere ciertos cambios económicos que mejoren la calidad de vida. 

-Izar bandera-

Un grupo de trabajadores también salió a la calle pero para exigirle a la Cruz Roja venezolana que eleve la bandera de la institución, «ante la crisis humanitaria que estamos viviendo», como señalaron los manifestantes quienes se encontraban desde las 8:00an en las escaleras de la institución internacional. 

Le exigen al director Mario Villarroel, que atienda el pedido de los venezolanos que no tienen medicinas ni alimentos. 

La Policía Nacional Bolivariana llego alrededor de las 10:00am y obligó a los manifestantes a retirarse puesto que «no tenían permiso» y además, porque por allí pasaría la marcha oficialistas. 

A empujones, como denunciaron los manifestantes, fueron sacados del lugar y obligados a replegarse en la sede de la Conferencia de Trabajadores de Venezuela (CTV).  

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