La jornada empezó desde muy temprano, en donde más de 700 choferes acudieron a comprar productos necesarios para mantener las unidades operativas y continuar brindando el servicio de transporte en el país, informaron medios oficialistas.
En medio del colapso de la economía y la escasez de repuestos, centenares de unidades de transporte público de propiedad privada o del Estado están detenidas en ciudades y pueblos.
Los venezolanos sufren por las graves fallas del transporte público, y pasan largas horas en colas para ir a sus centros de trabajo o estudio, lo que aumenta el ausentismo y baja la productividad.
En los últimos meses se ha hecho cada vez más frecuente el uso de vehículos carga para transportar personas como ganado, lo que pone en riesgo la seguridad física de estos pasajeros.
Por su parte, el ministro Osorio sostuvo que «esta mega jornada forma parte del gran despliegue que se viene llevando a cabo en todo el territorio nacional de más de 682.000 litros de lubricantes, 29.000 cauchos y 10.000 baterías distribuidos al sector del transporte colectivo urbano e interurbano, para proteger precisamente los precios de pasajes y de insumos».
De acuerdo a una nota de prensa del Ministerio de Transporte, los transportistas coincidieron en la importancia de estos operativos que contribuyen a mantener operativas más unidades para el traslado de los usuarios.
Esta jornada, que se replicó en varios estados del país, busca paliar la crisis que se evidencia en el sector, que de acuerdo a cifras ofrecidas por los presidentes de líneas de transporte en Caracas, alrededor del 80% del parque automotor se encuentra detenido debido a la falta de repuestos e insumos, ya que muchos se deben comprar al precio del dólar paralelo.
Cambiar el aceite de un vehículo de pasajeros, a precios de mercado, cuesta hoy el equivalente a dos años de trabajo, remunerado al salario mínimo integral, el que devenga un tercio de la masa laboral formal de Venezuela.
