Al hacer un balance de los planes de contingencia activados por la gobernación, el ministerio de Atención de las Aguas y la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para controlar el derrame, Santaella afirmó que «ya no está cayendo petróleo al río», que abastece a varias zonas urbanas de Monagas.
Santaella informó que desde el sábado se utilizan 25 camiones cisternas para abastecer de agua a las comunidades afectadas por el derrame y estimó que las autoridades tardarán entre «5-6 días» para reactivar el servicio a plenitud.
Se requieren 49 cisternas para cumplir con el plan de abastecimiento, apuntó.
La gobernadora también explicó que se utilizan ocho pozos de agua para apoyar el plan de contingencia y lanzó una advertencia a quienes especulen con los precios del vital líquido. «El agua es del pueblo», subrayó.
Este es el peor derrame petrolero que afecta al río Guarapiche desde 2012, cuando una falla de Pdvsa dejó secos a varios sectores de Monagas por más de 60 días.
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