La constante de las acciones por parte de distintos gremios ligados a la administración pública continúa con su ritmo. Este martes, fueron varios los sectores que protagonizaron movimientos para denunciar la violación a los acuerdos colectivos, problemática que pesa sobre el gobierno, al que acusan de alterar los convenios.
En la Universidad Central de Venezuela, trabajadores de la casa de estudios y adscritos al ministerio de Educación Universitaria, trancaron los accesos a la casa de estudios para manifestar su rechazo a las acciones ejecutadas por parte de las autoridades nacionales.
Carlos Suárez, representante del sector obrero de la UCV, confirmó que hasta la fecha, y pese a incorporar una mesa de trabajo, desde el ministerio no han brindado respuestas a las peticiones hechas por los empleados.
“Ahorita la cesta básica está sobre los 24.000 bsS y nosotros, lamentablemente, tenemos un salario mínimo que no alcanza para cubrirla”, señaló.
El mismo motivo llevó a que empleados y jubilados de las estatales Corpoelec y Cantv se concentraran en la avenida Bolívar, a la altura de la sede de la compañía telefónica del país, para volver a hacerse sentir.
“(El Estado) nos tiene pasando hambre”, dijo a los medios presentes uno de los voceros en el lugar donde decidieron instalarse. “No estamos cumpliendo con las tres comidas en vista de que el gobierno quiere imponer unas tablas salariales que desmejoran los beneficios logrados en 1960”.
Asimismo, pidieron un reajuste, pues consideraron que las convenciones colectivas “quedaron desfasadas” y exigieron mejoras salariales.
Mientras, los trabajadores de la Cancillería retomaron sus acciones de calle, una que han convocado en repetidas ocasiones en las últimas semanas.
Desde la avenida Urdaneta, denunciaron la eliminación del tabulador salarial, un hecho que, de acuerdo con expertos en material sindical, aniquila directamente años de lucha entre los trabajadores del país en el respeto de sus derechos.
Los empleados comentaron que el problema radica en que la crisis económica e hiperinflación impiden que se discutan convenios lo suficientemente positivos para que los trabajadores se vean beneficiados.
El régimen madurista subestimó al pueblo trabajador con el salario mínimo de Bs 1800 soberanos, y luego pretendió consumar la estafa con un tabulador que desconoció las conquistas laborales labradas por décadas, donde el salario es solo una parte, ya que el complemento traducido en primas supera ampliamente la remuneración básica.
El llamado a aclarar el futro de las contrataciones colectivas sigue sumando voces cada día. Luego del anuncio del aumento salarial y posterior presentación del tabulador para la administración pública, los expertos en materia gremial aseguraron que el gobierno atentaba contra años de lucha por los acuerdos.
Hasta las puertas del Hospital Central de San Cristóbal llegaron la mañana de este miércoles un numeroso grupo de docentes, quienes con pancartas en mano y gritando consignas, se plegaron a la protesta de los trabajadores de la salud que ya suma 88 días a nivel nacional, exigiendo sueldos dignos y mejoras en las condiciones laborales.
