Venezuela

VIDEO | "El Pollo" Carvajal reconoce a Guaidó y pide permitir ingreso de ayuda

El diputado chavista a la Asamblea Nacional (AN), Hugo "El Pollo" Carvajal, reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y le exigió a los funcionarios de Fuerzas Armadas permitir la entrada de ayuda humanitaria.

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El exjefe de contrainteligencia militar de Venezuela solicitado por EE.UU. por presunto narcotráfico difundió el mensaje a través de una serie de videos que publicó en su cuenta Twitter en el cual hizo mención especial “al pueblo venezolano” y a sus ex compañeros de las Fuerzas Armadas.

A este último grupo los alertó con respecto a las consecuencias de no permitir el ingreso de alimentos y medicinas que vienen con los lotes de la ayuda humanitaria, pues sería «una decisión inhumana».

“Pueblo venezolano, nos encontramos en la mayor crisis humanitaria y republicana de nuestra historia, me dirijo a ustedes con una doble responsabilidad: la que tengo como diputado a la Asamblea Nacional, último vestigio de democracia que se mantiene vivo en este país, pero también con la responsabilidad que tengo como soldado de esta patria”.

Después de hacer este llamado, se puso a la orden de Guaidó mientras desempeña sus funciones de presidente interino con “el objetivo de reestablecer el orden constitucional que nos permita convocar elecciones libres”.

Finalmente, el ex consul de Bonaire aseguró que parte de su pronunciamiento es porque «la academia militar me enseñó a cumplir siempre con mis sagrados deberes y juramentos patrios».

“Todos me conocen por haber cumplido con mis deberes en una carrera militar de más de 30 años, dentro de la cual, me tocó dirigir la inteligencia y contrainteligencia militar por más de una década durante dos períodos de Hugo Chávez, quien además de haber sido mi Comandante en Jefe, fue mi gran amigo”, concluyó Carvajal.

Sin embargo, «El Pollo» es uno de los sancionado por presuntas relaciones con las FARC en 2008 y quizá el único señalado de haber buscado conversar con las autoridades de Estados Unidos por ello.

Se trata de un Mayor General del Ejército retirado, cuyo último cargo público es como diputado electo por el estado Monagas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Pero el oficialismo no participa de las actividades de la Asamblea Nacional “en desacato” desde 2016.

Antes, Carvajal fue designado Cónsul de Venezuela en Aruba en enero de 2014, un cargo que no llegó a ejercer efectivamente. El 24 de julio de ese año, visitó la isla –a bordo de un avión propiedad de Roberto Rincón, ahora preso en EEUU por lavado de dinero– pero fue detenido por una orden de extradición de EEUU.

Fue liberado tres días después y enviado a Venezuela, luego de intensas negociaciones, donde fue recibido como “un patriota” por el presidente Nicolás Maduro. En aquel momento, Carvajal solo atinó a decir que “sospecho que ellos (fiscal y juez de Aruba) recibieron dinero para hacer lo que hicieron conmigo”.

Por su parte, Maduro acusó a Álvaro Uribe de haber armado un “andamiaje” que condujo al impasse, así como a la oposición venezolana en Miami, y afirmó que “en los próximos días presentaremos las pruebas y diremos cómo se hizo este montaje”. Nunca ocurrió.

Por el contrario, un grupo de periodistas fueron demandados posteriormente por presunta difamación agravada continuada del diputado, después de que estos informaran sobre este suceso. Entre los trabajadores de prensa afectados figuraba Raúl Gorrín como dueño de Globovisión, Miguel Henrique Otero como director de El Nacional, así como trabajadores de este medio impreso caraqueño: Sofia Nederr, Hernán Lugo Galicia y Javier Ignacio Mayorca.

También fueron incluidos en la demanda los periodistas Gustavo Azócar y Patricia Poleo, el escritor Iben Martínez y el empresario Juan Domingo Cordero.

Pero, ¿Quién es «El Pollo» Carvajal?

En septiembre de 2014, el gobierno cesó a Carvajal como Cónsul en Aruba, según decreto del entonces canciller Elías Jaua publicado en Gaceta Oficial 40.489.

Todo el caso de Aruba ocurrió una década después de que “el Pollo” asumiera la dirección de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), que ocupó entre 2004 y 2011, justo después de laborar en la Dirección General Sectorial de la Disip.

Al frente de los servicios de inteligencia nacional, Carvajal habría colaborado con las FARC, según el informe del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que condujo a sus sanciones e inclusión en la lista OFAC, en 2008. Fue el tercero en ese listado pionero que, en 2018, incluye a 59 colaboradores del chavismo.

Washington señaló a Carvajal como protector de cargamentos de cocaína que la guerrilla colombiana de las FARC pasaba hacia territorio venezolano y como proveedor de armas y documentos al grupo insurgente, al que además le permitía establecer bases guerrilleras en zonas inhabitadas del estado Apure. Además, se le acusa de haber recibido pagos del abatido capo colombiano Wilber Varela a cambio de protección y otros favores.

En 2012, ya en situación de retiro y luego de abandonar la DIM, fue nombrado viceministro del Sistema Integrado de Investigación Penal. Entonces dirigió la recién creada Oficina Nacional Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, hasta 2013 cuando Nicolás Maduro lo nombró al frente de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), y restauró su condición de militar activo, hasta enero de 2014 cuando pasa de nuevo al estatus de “retirado” y entrega el cargo.

En su página web, Hugo Carvajal explica que las acusaciones surgidas a partir de contenidos del computador de Raúl Reyes, publicados por Semana, “tienen un carácter netamente anecdótico sobre mi participación en el rescate de varios secuestrados en territorio colombiano, estando entre los casos más sonados el del empresario Richard Boulton, para el cual fui comisionado por el presidente Chávez en pleno acuerdo con el presidente de Colombia Andrés Pastrana”.

Es parte de un escrito donde refuta tener vínculos con el narcotráfico y denuncia denegación de justicia en ese caso y en la acusación que cursa en tribunales norteamericanos por supuestas actividades ilegales relacionadas con drogas. La acusación presentada en su contra en 2014 por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York establece que Carvajal presuntamente coordinó el envío de 5,6 toneladas de cocaína encontradas en México dentro de un avión DC-9 que partió de Venezuela en 2006, en un famoso caso que también vincula al conocido narcotraficante Walid Makled.

“Hay respuesta para cada una de las imputaciones que se me hacen que no he podido hacer públicas antes, ni tampoco ahora, porque forman parte de asuntos clasificados de Estado. Mantengo mi deber de sigilo aun a sabiendas de que sin este podría demostrar mi inocencia, de ahí la complejidad de mi defensa”, agrega el texto que concluye: “Lo único que me interesa en este momento es que se establezca de manera clara si los hechos criminales atribuidos a mi persona constituyen una acusación falsa e infundada, a los fines de hacer valer ante la opinión pública mi inocencia y de esta forma revertir el daño ocasionado a mi honor y reputación”.

En 2015, el diario estadounidense The Wall Street Journal informó que él y otros venezolanos estaban bajo investigación de la DEA por convertir al a Venezuela “en un centro global de tráfico de cocaína y lavado de dinero”. El mayor general respondió en un comunicado: “confirmo mi firme decisión de trasladarme a Estados Unidos para prestar declaración siempre y cuando se levante previamente la orden de detención emitida en mi contra”.

En agosto de 2016 fue noticia que Hugo Carvajal Barrios había cambiado su nombre legal por el de Hugo Peck Peck. “No oculto nada ni tengo un plan. Es algo familiar. Los dos apellidos son por mis abuelos paterno y materno: el primero, José Epifanio Peck, y el segundo, José del Carmen Peck, quienes reconocieron a sus hijos en años pasados”, citó El Nacional al militar retirado. El mayor general agregó que la motivación detrás del cambio de nombre obedece a los esfuerzos de su familia por cobrar una herencia, en medio de una pugna entre familiares que comenzó en los años ochenta, al fallecer su abuelo paterno. “Eso no implica que tenga doble nacionalidad, ya que tengo el mismo número de cédula; no uso el nuevo apellido. He sido, seré y soy Hugo Carvajal”.

Según el libro Chavistas en el imperio del periodista Casto Ocando, publicado en 2014, Carvajal inició conversaciones con agentes federales de Estados Unidos, intermediado por un abogado, para llegar a un “acuerdo confidencial con Washington, a cambio de protección para él y su familia”.

En 2018, Hugo Carvajal ha estado muy callado. En su cuenta de Twitter, donde se identifica como “soldado bolivariano, defensor de Chávez y su legado”, no escribe desde noviembre de 2017. Sus mensajes más recientes invitan a leer artículos publicados en su propia página web.

Antes, en agosto de 2017, criticó la represión durante las protestas, las acusaciones del chavismo a la fiscal Luisa Ortega Díaz e incluso la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, para la cual no votó, al decir en La Razón que “no resolverá los problemas del país” y que “activar eso desde un solo sector de la población es echarle más leña a la candela”.

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