Venezuela

Caracas está viva

No, querido Alonso. Caracas no ha muerto. Caracas vive en el alma de los caraqueños. De los que se fueron y de los que nos quedamos. Algo tan querido como nuestra ciudad no puede morir mientras viva en el corazón de quienes la conocemos y la amamos. Ya no es caótica -y aún extrañando el caos- vive en su extraño silencio. ¿Y sabes por qué vive? Porque en Caracas hay gente con corazón y cada uno de esos corazones es parte del corazón de la ciudad que sigue latiendo. En Caracas palpita tu corazón.

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Fotografía: Gustavo Vera

Caracas está viva porque su movida cultural está más presente y activa que nunca. Y la cultura es el alma de un país. Lo que lo redime. Lo que lo alimenta el espíritu, lo que nos salvará. En Caracas tú eres parte de esa movida cultural.

Caracas está viva porque aún en su «amarga placidez» -nueva para nosotros- palpita nuestro himno nacional… «seguid el ejemplo que Caracas dio». Cada vez que tenemos que dar el ejemplo, nos levantamos. Tú te has levantado con coraje cada vez que se te ha necesitado.

Caracas está viva porque hay muchas personas tercas y empecinadas en no dejarla morir. Trabajan, ayudan, construyen. Porque si bien es cierto que hay muchos negocios que cierran, hay también negocios que abren y negocios que a pesar de estar sobreviviendo, no cierran. Todos apostando al cambio y al futuro. Como tú.

Caracas está viva porque sus habitantes nos regocijamos viendo las bandadas de loros. Ellas surcan nuestro cielo siguiendo sus instintos. Ellas no son felices, pero nosotros sí sabemos que somos felices al verlas. Te aseguro que tu alma se regocija cuando levantas los ojos y te encuentras con ellas.

Caracas está viva porque aún cuando en sus plazas, calles, avenidas, clubes, parques, zonas residenciales, panaderías y bulevares se escuche el eco de los que se fueron, estamos los que nos quedamos. Tercos. Empecinados en cambiar la realidad. Valientes. ¡Aquí estás!

Caracas está viva. No es un velorio… es un mal momento del que saldremos. No es una postal del pasado. Es una imagen suspendida en el presente, expectante por su futuro. Y los caraqueños de bien la reconstruiremos.

Caracas estará viva, Alonso, mientras en ella viva gente como tú. No serán muchos, pero son suficientes. Este artículo lo escribí pensando en ti. En lo que has hecho y en lo que haces. Porque te sigo y te leo. Porque te admiro. Y me digo «Caracas permanecerá viva mientras en ella haya personas como Alonso Moleiro».

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