La corte chavista declaró lo que calificó como «nulidad absoluta y carencia de efecto jurídico» del acuerdo legislativo para el retorno del país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), del que se retiró en 2013.
En la sentencia, leída por el presidente de la Sala Constitucional, Juan José Mendoza, el TSJ afirmó que el parlamento -único poder en manos de la oposición- se encuentra en «desacato» desde 2016, por lo que todos sus actos son nulos.
El chavismo, que nunca aceptó la derrota aplastante que le propinó la oposición en las elecciones legislativas de 2015, reiteradamente ha empleado el resto de los poderes que controla para anular las funciones de la Asamblea Nacional (Congreso) y declarara nulo todo acto del legislativo.
Además, señaló que la conducción de la política exterior, así como la celebración y ratificación de tratados internacionales corresponde al «presidente constitucional», que, según afirma, es Nicolás Maduro.
«Cualquier actuación que se realice con la finalidad de aplicar dicho tratado debe ser considerada un acto hostil a la soberanía nacional y una agresión al territorio, a la paz, y al derecho internacional», subrayó el texto de la sentencia.
Maduro no es reconocido como presidente de Venezuela por más de 50 países ni por la oposición interna, pues su actual mandato deriva de unas elecciones impuestas con seis meses de antelación por el propio chavismo, a través de una asamblea constituyente que usurpa las funciones del parlamento y permite a Maduro gobernar con poderes supremos y «soberanos».
Esa elección, del 20 de mayo de 2018 estuvo vedada a los principales partidos de oposición y a sus dirigentes históricos, que fueron inhabilitados, registró un alta abstención histórica y además fue escenario de publico, notorio y comunicacional ventajismo oficial, lo que incluyó la compra de votos a cambio de bolsas de comida, bajo el lema de Maduro «amor con amor se paga».
La decisión del Parlamento, adoptada el martes, forma parte de la campaña del líder Juan Guaidó para expulsar a Maduro, a quien el Legislativo declaró en usurpación del poder pues su reelección en 2018 fue fraudulenta y su juramentación en enero era írrita porque fue hecha ante el Tribunal y no la Asamblea Nacional como correspondía según la Constitución nacional vigente.
Guaidó, jefe legislativo reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, ha dicho que este paso permitirá establecer alianzas internacionales para defender al pueblo y la soberanía.
Estados Unidos, principal apoyo diplomático de Guaidó y firmante del TIAR, no descarta una acción armada para sacar a Maduro, quien ese apoyado por Rusia, China, Irán, Turquía y Cuba.
Adoptado en 1947, el tratado establece que un ataque armado contra un Estado americano por parte de otro país será considerado una agresión a todos sus miembros, que se comprometen a enfrentarlo conjuntamente.
También indica que el uso de la fuerza podrá ejercerse cuando en un país se presente una situación que amenace la paz del continente.
(Con información de AFP)