Venezuela

Así sobreviven los tachirenses luego de 25 horas sin electricidad

Táchira sufre incontables cortes eléctricos que mantienen a la población paralizada y sumida en una zozobra constante. La incertidumbre de no saber cuando ni si volverá a suceder. Una vez más los tachirenses desconocen cual fue la falla que causó la suspensión del servicio que el viernes 27 de septiembre, llegó a 17 horas y el sábado 28, superó las 9 horas sin electricidad

Publicidad

Las calles vacías, poca circulación vehicular, comercios cerrados y otros pocos trabajando a media máquina con plantas eléctricas dan cuenta de la grave crisis eléctricas que padece el estado andino.

A través de un recorrido realizar por la zona comercial de San Cristóbal, se pudo constatar que algunos establecimientos han tenido no solo que modificaron horarios, también han previsto reducir inventarios para evitar la descomposición de los alimentos que ofrecen al público.

Jairo Useche, es trabajador del frigorífico El Imperio, ubicado en el sector comercial de Barrio Obrero en San Cristóbal, el trabajador explicó lo duro que ha sido vivir sin electricidad.

«Los cuartos fríos trabajan con luz 220 KW y la planta que tenemos no trabaja bien con esa carga. Cuando llega la luz, la 220 KW los equipos  no trabaja bien, se apagan a cada rato o demora en cargar», indicó.

Las pérdidas no solo se reducen a mercancías, los equipos electricidad han sufrido daños que en algunos casos resultan irreparable o representa una inversión importante la reparación.

«La nevera charcutera hace dos meses se dañó por una baja de luz  y repararla costó bastante dinero y por eso es que no se piden muchos productos, al almacenar muchos se pueden dañar. La idea es tener ítems en buen estado para que los clientes puedan consumir calidad», dijo el empleado de la charcutería.

Algunos productos que no pueden durar tanto tiempo sin congelamiento se han dañado. Lo que ha ocasionado pérdidas que no han sido cuantificadas.

«Han sido grandes las pérdidas pero ya será el jefe o dueño del comercio quién las cuantifique. Nosotros lo sabemos porque manipulamos el producto», aseveró el trabajador.

En la mayoría de los comercios de San Cristóbal, los administradores coinciden que la clientela ha disminuido porque al irse el servicio eléctrico se caen las transacciones a través del punto de venta y a pesar de poseer un punto inalámbrico el mismo tampoco funciona.

«Antes cuando se iba la luz se encendía la planta y podíamos vender a través del punto, ahora se va la luz y se cae todo. Esto reduce la entrada de clientes».

Ventas caídas

Thais Álvarez es propietaria de una panadería y asegura que la planta eléctrica se ha convertido en la principal herramienta del negocio.

«Tenemos que cerrar más temprano, antes de las 7 de la noche porque a esa hora la luz se va. Antes la panadería duraba abierta hasta las 9 de la noche», explicó.

La producción ha menguado, -detalló- porque en la mañana se va la luz y las maquinas son trifasicas, la planta solo alcanza a cubrir el punto de venta y las luces del local, la maquinaria no se mueve hasta que no regresa la luz.

«No se puede producir ni un pan. Tenemos que tener una planta muy grande para que las máquinas arranquen y no la tenemos», explicó.

Se produce y se guarda una parte de la producción en la nevera pero si no hay luz de un día para otro también se daña, así que trabajamos con el mínimo de producción.

Comentó que antes se manejaba mayor surtido de charcutería pero se ha visto reducida por la constante suspensión del servicio eléctrico.

Los tachirenses aseguran que reducen pérdidas porque la producción baja, acción que se ha ido adecuando ante la crisis que vive el estado por los extensos cortes eléctricos.

Génesis Cristancho es administradora de una panadería y dijo que los continuos y extensos cortes de energía eléctrica afectan mucho al sector la panadero.

«Cuando metemos el pan en el horno se va la luz. A veces pasa el punto, otras no porque internet no hay. Las fallas eléctrico han disminuido hasta en 50% las ventas porque la gente no sale a comprar».

La fe mantiene

La población tachirense, cansada de pasar largas jornadas sin electricidad, ni internet, agua, gasolina y gas, señalan que sólo confían en Dios para buscar una solución a la crisis.

Marlene Peña dice que llenándose de paciencia ha logrado sopesar los extensos cortes eléctricos. Confía en que Dios es quien puede sacar de esta situación a los venezolanos.

«No confió en más nadie, solo en Dios».

No ha tenido pérdidas de alimentos en casa porque solo compran lo que se va a consumir a diario. «Es difícil la situación que llevamos porque no tenemos a quien reclamar, ni a los unos, ni a los otros. Siento que estoy desamparada porque no hay quien nos consuele a nosotros, al pueblo, el único que nos puede ayudar es Dios. Aquí tiene que haber un cambio».

Guillermina Salcedo es empleada de una peluquería en San Cristóbal, el pasado fin de semana luego de permanecer 25 horas sin servicio eléctrico (el viernes 17 horas y el sábado 9 horas) fue imposible laborar. «Ha sido terrible, el caos total en estos últimos días. Por lo general son de 7 a 13 horas sin electricidad. Ya no sabemos qué vamos a hacer. El fin de semana no pudimos trabajar».

Aunque se desconocen las pérdidas ocasionadas por la falla eléctrica, la comerciante explicó que la evidencia está en que no llega clientela a la sala de belleza que permanece vacía.

De continuar los extensos cortes eléctricos, Useche señaló que tendrá que buscar otras opciones de supervivencia pues en la peluquería no será posible seguir trabajando. Hizo un llamado a quienes les compete la administración de la carga eléctrica para que solucionen la situación, porque no solo se trata del sector peluquero, es el comercio en general, las charcuterías, panaderías, restaurantes, todo el que trabaje se ve perjudicado.

Publicidad
Publicidad