La Asamblea Nacional controlada por el chavismo aprobó este jueves lo que en la práctica supone comenzar a despejar el camino para unas megaelecciones. Los diputados dieron el sí -en primera discusión- a un proyecto para derogar la Ley de la Regularización de los Periodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos Estadales y Municipales.
Esa ley -aclaró la ONG Acceso a la Justicia– es la que «regula la uniformidad y simultaneidad del inicio y culminación de los períodos constitucionales y legales de los cargos de elección popular» y «también regula la separación de la celebración de las elecciones nacionales, estadales y municipales». De aprobarse la propuesta de derogación de manera definitiva, el Consejo Nacional Electoral podría decidir -por ejemplo- aprovechar este año para elegir en un solo proceso a gobernadores, alcaldes, consejos legislativos y concejos municipales.
Durante el «debate» de este jueves, los parlamentarios de Maduro invocaron una y otra vez a la preservación de la paz, los esfuerzos de la revolución y la importancia del voto para dirimir diferencias como marco para cambiar las cosas a conveniencia: una megaelección en corto plazo y en las circunstancias actuales garantiza para el oficialismo controlar los pocos espacios que aun no tienen en sus alforjas.
Y la mesa ya la están sirviendo: solo falta la segunda discusión. Una mera formalidad.