El Metro de Caracas comenzó este lunes a cobrar 0,01 centavos de dólar por cada viaje a bordo de sus trenes, como parte del plan gubernamental que contempla una progresiva alza de las tarifas de servicios públicos de Venezuela, algunos de los cuales son gratuitos desde hace años.
El Metro, que es usado cada día por un millón de personas en la capital venezolana, ha retomado así el cobro de sus tarifas, luego de que funcionara de manera gratuita desde 2019.
El Ejecutivo intentó, al menos en dos ocasiones, aumentar las tarifas en el transporte subterráneo pero los precios fijados fueron devorados por la hiperinflación y la devaluación diaria del bolívar frente al dólar estadounidense, el signo con que se completan la mayoría de las transacciones en el país.
Ahora, el Metro comenzó a vender «tarjetas inteligentes» con las que los usuarios accederán a sus primeros 20 viajes por un precio de 900.000 bolívares, 0,50 dólares.
Una vez se consuma ese primer pago, cada viaje costará 20.000 bolívares (0,01 centavos de dólar), con lo que 1 dólar alcanzará para pagar 93 boletos.
El precio de la tarjeta, que sigue siendo el del transporte más barato en el país, equivale a la mitad de lo que perciben mensualmente unas 10 millones de personas en Venezuela por concepto de salario mínimo o pago de pensiones.
El ministro de Transporte, Hipólito Abreu, indicó, a través de su cuenta en Twitter, que esta nueva modalidad de pago había arrancado con «éxito» y que se trata de un «sistema desarrollado con ingeniería nacional para avanzar aún más en la economía digital».
Efe visitó varias estaciones del Metro de Caracas, en el oeste y este de la ciudad, y pudo comprobar que aunque en algunos casos sí están cobrando a los usuarios los 0,50 dólares para acceder, hay otros destinos en los que no arrancó esta nueva modalidad, por lo que los viajeros seguían entrando a los andenes sin pagar.
El sistema subterráneo pasó varios meses sin personal en sus puestos de atención y en los últimos años ha registrado un deterioro en sus instalaciones que incluyen la falta de alumbrado y aseo, la merma en la cantidad de trenes disponibles, la escasez de personal, fallos eléctricos y aumento de la inseguridad.
A pagar, a pagar
Nicolás Maduro ha insistido en las últimas semanas en la necesidad de «sincerar» las tarifas de los servicios públicos, al considerar que los ciudadanos están dispuestos a pagar por la mejora del suministro eléctrico o la velocidad de internet.
«El pueblo quiere que mejoren los servicios públicos y está dispuesto a cancelar por ellos (…) Hay que cobrar precios justos en los servicios públicos para mejorarlos. Cada gobernador y alcalde necesita recursos para mejorar su entidad y municipio», dijo el mandatario en febrero.
Maduro anunció que las nuevas tarifas en el Metro de Caracas serán una prueba para un posterior aumento en el sistema de transporte superficial, también con cobro electrónico.
«Todos, todos, todos a pagar los servicios públicos (…) las tarifas en Venezuela son absolutamente solidarias», insistió.
Aunque las facturas estatales por electricidad, gas doméstico, internet y agua potable son menores a 10 dólares mensuales, al menos en el caso del uso residencial, estos servicios presentan fallos a diario que han provocado numerosas protestas callejeras en todo el país.
Los proveedores privados de telefonía, internet y aseo urbano empezaron a subir casi mensualmente sus tarifas, mientras que, según estimaciones, cerca del 80% de la población se mantiene en pobreza extrema con menos de 10 dólares al mes.