Venezuela

4 integrantes de la banda de "El Coqui" fueron ejecutados en la Cota 905

Un nuevo intercambio de disparos en la zona controlada por la banda de "El Coqui" sorprendió a los caraqueños durante la tarde de este viernes. Circularon imágenes de gente atrapada en el túnel de La Planicie. La versión que se pudo conocer es que algunos de los delincuentes intentaron asaltar un puesto de la Guardia Nacional en El Paraíso. Una vecina de esa urbanización falleció al ser alcanzada por una bala perdida

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Cota 905

Los antisociales habrían arreglado sus cuentas entre ellos mismos provocando la muerte de cuatro integrantes de la banda de alias «El Coquí». Es lo que se presume sucedió este viernes en la Cota 905. Los cuerpos fueron lanzados por un bajante de desperdicios que da hacia el túnel de la Planicie. Con estos cuatro cadáveres suman 10 los que caen como basura -literalmente- después de que son asesinados por algún «error» cometido dentro de la banda delictiva.

Ya ha sucedido en el pasado. La misma banda mató a tres de sus compinches cuando asesinaron a dos integrantes de la Guardia Nacional, a otros dos cuando asesinaron a un Policaracas y a uno más cuando secuestraron a un militar.

Este viernes, cerca de las dos de la tarde, comenzó un intercambio de disparos entre cuerpos de seguridad y las bandas armadas en la Cota 905 de El Paraíso, cuando varios de estos sujetos portando pistolas y fusiles trataron de tomar por asalto un comando de la Guardia Nacional en El Pinar.

Supuestamente, los antisociales iban en busca de baterías antiaéreas que estarían en este comando de la Guardia. Pudimos confirmar que en ese lugar no hay este tipo de armamento. Sin embargo, para estos grupos no es nada despreciable otro posible objetivo: seis funcionarios con fusiles AK-103, todos con su cargador y otros cinco cargadores de respaldo, cada uno con 30 municiones, lo que quiere decir que cada soldado tiene en su poder 300 balas. Al multiplicar esas 300 balas por seis soldados que montaban guardia al momento de comenzar el asalto, son 1.800 balas. Un verdadero botín para el séquito delictivo.

Por supuesto, cuando ocurren estos intercambios de disparos el lugar se vuelve un caos tras cada puerta de cada apartamento cercano, las calles intransitables por el peligro que esto implica con balas que van de un lado a otro. De hecho, se reportaban heridos en el túnel de la Planicie. Personas que circulaban por la zona y que quedaron atrapadas dentro del túnel debido al fuego cruzado y caída la tarde caraqueña, no habían podido ser evacuados esos heridos porque estaba restringido el flujo vehicular. Durante la mañana del sábado se reportó la muerte de Deisy Rivas, quien recibió un impacto de bala en su apartamento en las residencias City Park, en la avenida Páez de El Paraíso.

Estos grupos armados toman la zona -túnel de la Planicie, El Cementerio, la Cota 905 y sus vías de acceso- y nadie puede entrar ni salir. Ni siquiera los cuerpos de seguridad. En imágenes registradas por los propios vecinos del lugar vimos cómo hombres con fusiles caminaban a escasos metros del Helicoide, sede del Sebin y la Policía Nacional Bolivariana (PNB), sin que estos hicieran frente a la irrupción del hampa en las calles de Caracas.

Pero hubo una imagen que indignó a la opinión pública en redes sociales, y fue la de un hombre que se desplazaba en una motocicleta por la autopista desde Coche hacia el distribuidor La Araña, antes de pasar el túnel de la Planicie. Sujetos armados que estaba en plena vía lo interceptaron porque manejaba una moto parecida a la que utilizan policías y escoltas de la revolución. El hombre bajó de la moto aclarando que era médico y no estaba armado. Rogó a los delincuentes que no lo mataran y que lo dejaran ir. «Soy médico trabajo en clínico en el bolso está el carnet», gritaba desesperado ante dos jóvenes armados que le quitaron el bolso, la moto y le perdonaron la vida.

La conclusión de esta situación es simple. Ausencia total del Estado en estos lugares que no son recónditos, están en la capital de Venezuela. Que unos 30 hombres, fuertemente armados, traten de asaltar un comando de la Fuerza Armada Nacional -de cualquiera de sus cuatro componentes, en este caso de la Guardia Nacional- es prueba sencillamente de que desapareció el Estado. Que hayan podido plantearse, según trascendió, ir hasta la Comandancia de la Guardia Nacional en el Paraíso -cerca de la plaza Madariaga- deja claro que los delincuentes son temerarios pero porque hay un gobierno que se los permite. Y mientras tanto, las armas de la República no son utilizadas para poner freno a esta desbandada de delincuentes, sino, para aferrarse al poder.

Al momento en que se estaban desarrollando los acontecimientos, el Ministro de la Defensa de Nicolás Maduro, Vladimir Padrino López, visitaba una orfebrería militar de Cavim, en el estado Aragua.

Y dos horas después, volvió a escribir en la red social y no mencionó nada de lo ocurrido en Caracas. La zozobra que vivió la gente en los alrededores de este suceso. Los heridos y los muertos, parecen no tener cabida en el teclado del ministro.

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