Venezuela

Matthew John Heath, el gringo preso del chavismo que denuncia a sus torturadores

En Venezuela la tortura como castigo contra presos políticos civiles y militares es una práctica constante, documentada por la ONU y por varias organizaciones defensoras de los derechos humanos. Pocas veces las propias víctimas tienen ocasión de plantarse en público ante sus verdugos, como fue el caso de Matthew John Heath.

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Gringo torturado

Los testimonios de cada preso político que se atreve a levantarse frente a un juez en el Palacio de Justicia de Caracas desafían a sus verdugos y exponen detalles de las ordinarias prácticas de tortura en cárceles civiles y militares. Esta vez logró hacerlo el gringo Matthew John Heath.

El uso de electricidad como tormento, golpes con palos y otros objetos contundentes, asfixia calculada, son alguna de las prácticas comunes expuestas por disidentes del régimen. Sus testimonios remiten a la época de las dictaduras más violentas del sur de América.

Esta vez es un preso de nacionalidad estadounidense quien denuncia estas violaciones. Es acusado de terrorista por el sistema chavista de justicia, que lo mantiene encarcelado desde septiembre de 2020.

Las palabras de los presos  políticos describen el horror que viven en los diferentes calabozos de la policía política Sebin y  de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) dos de los más notorios cuerpos de seguridad del Estado donde son depositados estos prisioneros, como objetos y a veces como trofeos de la confrontación política.

Según sus propios testimonios, los presos políticos son torturados para obtener de ellos alguna confesión o simplemente porque son usados como parte de alguna estrategia judicial del régimen.

Muchas veces son usados como «potes de humo», trapos rojos (medidas de distracción) para solapar errores o excesos escandalosos de quienes gobiernan.

Una lista de aberraciones

La propia Misión de Verificación de los Hechos de la ONU determinó en sus informes que en todos los casos documentados de detenciones políticas ocurrieron torturas y malos tratos.

Las prácticas documentadas incluyen «1) Golpes fuertes con bastones y objetos afilados, dejando marcas visibles, huesos rotos y órganos dañados; 2) Esposas excesivamente apretadas que provocan cortes en las muñecas; 3) Asfixia con sustancias tóxicas y en agua; 4) Posiciones de estrés conocidas como “el pulpo” y “las crucifixiones”; 5) Condiciones de luz constante, aislamiento en cuartos oscuros durante días, así como la prohibición del uso o el acceso a los baños; 6) Violencia sexual y basada en género, incluyendo desnudez forzada, amenazas de violación y violación; 7) Choques eléctricos en partes sensibles del cuerpo, incluyendo los órganos genitales; y, 8) Privación de comida y agua, tener que recoger la comida del piso sin ningún tipo de cubiertos o platos, así como la alimentación forzada de heces».

Gringo en prisión

Este 7 de febrero de 2022, esposado, subió desde los túneles de la avenida Bolívar el estadunidense Matthew John Heath a los tribunales en Caracas. Sus carceleros lo llevaron a su audiencia de juicio por terrorismo y tráfico de armas.

Heath, vestido con una franela blanca, pantalón negro y unos zapatos blancos sin trenzas, se levantó delante del juez después de un año en este proceso judicial para exponer las torturas a las que ha sido sometido.

Sentado en el estrado estaba rindiendo declaración un funcionario de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Habló y contestó las preguntas de la Fiscalía y defensa sobre el procedimiento de detención del norteamericano.

Tras pasar más de un año en las celdas de la Dgcim, pasando por la temida “Casa de los Sueños”, tantas veces denunciada por defensores de derechos humanos debido a los tratos crueles que allí se les infligen, Matthew alzó su voz fuerte, señalando al funcionario de contrainteligencia como el responsable de las torturas que sufrió hasta ese día. Matthew es asistido por un traductor aunque entiende el castellano y lo habla un poco.

“Juez, este funcionario es el que nos tortura en el lugar donde estamos presos, me conectan en el cuerpo cables de una batería de carro y después nos echan tobos de agua, varias veces” afirmó, según testigos.

Según Matthew Heath, esta no es la única forma como lo han torturado durante el tiempo que lleva detenido en la Dgcim.

Sala de audiencias

El testimonio del norteamericano lo hizo en una de las salas de audiencias del Palacio de Justicia de la capital venezolana.

Son salones muy pequeños, sin público, aunque el Código Orgánico Procesal Penal (COPP) establece que en la etapa de juicio puede entrar cualquier ciudadano y la prensa, siempre y cuando lo permita el espacio físico.

En la mayoría de las salas de audiencias están el juez, el secretario y el alguacil. También, la defensa (pública o privada), Ministerio Público y/o algún querellante y los imputados. Asimismo, hay presencia de la Guardia Nacional, y en caso de Matthew, de la Dgcim. En ese entorno, frío, aunque no hay aire acondicionado, bajo la mirada de los funcionarios que los mantienen presos y los torturan, algunos ciudadanos se atreven a tomar la palabra y a denunciar a sus torturadores, aunque saben que se irán de regreso en el mismo vehículo con ellos.

“Ese funcionario me amenazó con violarme, y nos quitan la comida y el agua hasta hasta por 72 horas”, aseguró Matthew frente al juez que escuchaba y tomaba nota.

Apelar a la ley

El abogado defensor de Heath, Guillermo Heredia, solicitó al juez que activara el debido procedimiento establecido en la Ley Contra la Tortura y Tratos Crueles contra el funcionario denunciado.

Vale resaltar que los fiscales del caso secundaron la petición de Heredia y el magistrado ordenó se abriera una investigación en contra del militar de la Dgcim.

Matthew John Heath de 41 años, es un exmiembro del cuerpo de Marines estadounidense. Primero cayó detenido en Colombia procedente de Centroamérica, ya que portaba un arma de fuego. Heath supuestamente trataba de llegar a Aruba, en plena pandemia, donde lo esperaba una embarcación que había comprado.

Al ser liberado, volvió a navegar y, cuando atravesaba el caribe venezolano lo detuvieron en aguas venezolanas junto a otras tres personas. El régimen de Maduro dijo que le encontró en su celular imágenes de una refinería que presuntamente atacarían en un acto terrorista contra la República de Venezuela.

Según las versiones fiscales, las autoridades venezolanas le decomisaron a Matthew un lanzacohetes AT4, una ametralladora Uzi y explosivo C4.

La lancha del gringo torturado
La lancha de Heath a comienzos de 2020, cuando estuvo atracada en Puerto Bluff, Nicaragua, donde según su historial, la Armada de Nicaragua lo habría ayudado por desperfectos en la nave. Luego siguió su travesía por el Caribe.
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