Venezuela

Nuevo libro relata obscenas relaciones entre Pedro Sánchez y el chavismo de Maduro

Varios escándalos de presunta corrupción y manejos turbios están a la espera de sanciones legales y éticas en España. Están relacionados con el régimen autoritario chavista. El libro de Álvaro Nieto se enfoca en algunos de ellos para demostrar además que la democracia española no es tan saludable como muchos creen

Pedro Sánchez, el chavista desde España
Publicidad

Las estrechas relaciones políticas y de negocios entre el gobierno español de Pedro Sánchez y el de Nicolás Maduro en Venezuela es la trama del libro de ensayo político  “Conexión Caracas Moncloa” (Ediciones B, 2022) del reconocido periodista español Álvaro Nieto.

El texto, un trepidante relato de periodismo de investigación, enfoca la especial alianza de muy alto nivel tejida y reafirmada entre el heredero de Hugo Chávez y el Psoe, (Partido Socialista Obrero Español), una relación que ha tenido momentos estelares como el llamado en España “Delcygate”.

Ese episodio, otro que abre aguas en las relaciones binacionales, ocurrió el 20 de enero de 2020, cuando Delcy Rodríguez, una de las personas civiles más cercanas a Maduro en el poder, visitó Madrid y estuvo en el aeropuerto de Barajas en franca violación a una política de sanciones aplicada por la Unión Europea y la propia España contra el régimen chavista venezolano.

Fue a reunirse con el entonces ministro de Transporte y Movilidad Urbana de Sánchez, José Luis Ábalos.

La misteriosa noche en Barajas

“Justo a partir de ese día el gobierno español cambia su posición respecto a Venezuela…Hasta ese momento había mantenido firmeza con respecto a Venezuela y había continuado con la línea de la Unión Europea de exigirle elecciones democráticas y ser duro con Maduro», observa Nieto.

El Delcygate ocupa tres capítulos del libro, explica el autor desde Madrid vía telefónica en entrevista con El Estímulo. Pero esa no es la única evidencia de estas estrechas relaciones que dejan muchas interrogantes por contestar.

Nieto amplía una serie de primicias destapadas por dos equipos diferentes de periodistas que él mismo dirigió, en torno al caso de Delcygate y del auxilio irregular de Pedro Sánchez a la cuestionada aerolínea venezolana Plus Ultra que, cuando puede, opera entre España y Venezuela.

Los trabajos aparecieron publicados en el medio español Vozpópuli, del cual Nieto fue director hasta 2021, cuando pasó a dirigir The Objective, también en España.

Pedro Sánchez y Nicolás Maduro en el focop del libro de Álvaro Nieto
De modo que el libro “Conexión Caracas Moncloa” es también un homenaje a estos periodistas cuyo trabajo no ha sido reconocido hasta ahora, explica Álvaro Nieto acerca de su libro.

“Creo que estamos hablando de unas relaciones obscenas, esa es una buena definición. Sinceramente creo que un gobierno democrático tiene que tener mucho cuidado cuando se relaciona con una dictadura. Internacionalmente está claro que Venezuela es un régimen autoritario, sancionado internacionalmente, sobre todo por Estados Unidos y la Unión Europea. Es un régimen  que persigue a la oposición, encarcela y persigue a periodistas, vulnera  derechos humanos», señala Nieto.

Zapatero, «nuestro hombre en Caracas»

El libro lleva tres semanas en ventas en librerías de Madrid y de otras ciudades españolas con muy buena receptividad. Ya está disponible en librerías de Miami y también en plataformas de entregas como Amazon.

“Aprovecho para contar esta especial relación del Psoe y el chavismo. La relación empieza cuando Rodríguez Zapatero llega al poder en 2004 y una de las primeras cosas que hace es preparar un viaje de Chávez a España”, explica Nieto.

«Ahí cuento en el libro cómo el que se aproxima inicialmente a Chávez es José Bono, entonces ministro de Defensa. Es José Bono el que convence a Zapatero de nombrar a Raúl Morodo –que era amigo suyo- como embajador y ahí empieza una relación muy buena”, para ellos.

Morodo fue enviado a la estratégica embajada de España en Venezuela, pese a que el profesor de Derecho no era diplomático de carrera. Junto a su hijo, está bajo investigación de la justicia española por cobros de comisiones en el expolio de la estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA.

Raúl Morodo, ex embajador de España en Venezuela
Raúl Morodo, ex embajador de España en Venezuela, investigado junto con su hijo por lavado de dinero sustraído de Petróleos de Venezuela, PDVSA.

Las fragatas insignia

Nieto recuerda que el primer fruto de esa relación fue la compra con sobreprecio y pago de comisiones por parte de Chávez de ocho fragatas armadas por los astilleros de la empresa estatal Navantia.

El negocio tuvo un valor de $1.207 millones de euros. La justicia española luego determina que Venezuela pagó al menos 42 millones de sobrecoste y que esos millones acabaron Suiza. De esos, 12 millones para personas que eran altos cargos de la administración española en aquél momento, explica.

“Lo que pasa es que la justicia española archivó el caso en enero de 2021, aunque dio por probado el pago de esa comisión y el cobro de 12 millones de euros». Pero, como no había habido quebranto a la Hacienda Pública española, se determinó que no había por qué perseguir el pago de esa comisión, que eso correspondía a Venezuela, no a España, recuerda.

Tampoco consideró el juez que se había producido un delito fiscal.

«Esto es un escándalo. Se fragua en la época de José Bono y Rodríguez Zapatero por una cantidad muy grande».

La era Maduro

La relación con Hugo Chávez la tiene José Bono, pero con Maduro el que la hace es Pedro Sánchez, con Rodríguez Zapatero como principal asesor de Sánchez.

«Algunos miembros del Partido Socialista Español han visto en Venezuela una oportunidad para hacer negocios», dice.

Hasta hace poco era evidente la relación del partido Podemos (otro miembro de la coalición de izquierda en el gobierno de España) con Venezuela, pues Chávez tuvo un papel protagonista en la financiación del inicio del partido de Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias.

«Pero es cierto que Podemos, cuando empiezan a aparecer informaciones en España sobre sus vínculos con Venezuela, va alejándose del chavismo porque le da miedo que le puedan encontrar algo. En realidad las relaciones buenas con el chavismo las tiene el Psoe», dice Nieto.

Delcy viene a cenar

El libro relata en detalles la visita que «preparó con mimo» Delcy Rodríguez a España, pese a que no podía entrar por estar en la lista de altos cargos del chavismo sancionados por la Unión y Europea y Estados Unidos por sus atentados contra la democracia y los derechos humanos.

Aquella noche pasan varias cosas importantes: la reunión que celebra Delcy Rodríguez con Ábalos se prologa durante más de una hora dentro del avión de Delcy; se descargan del avión 40 maletas, paquetes de equipaje que se cargan después en una furgoneta con matrícula diplomática de la embajada de Venezuela en España. Se sacan del aeropuerto sin pasar ningún control de seguridad.

«Las dos grandes incógnitas son de qué hablaron Delcy Rodríguez y Ábalos en el avión, y qué llevaban las maletas».

Chavismo contra Europa

Las valijas se quedaron en España, mientras Delcy Rodríguez siguió camino a Doha en un vuelo comercial, y el avión que la había llevados desde Caracas siguió a Turquía.

Ella llegó a la terminal ejecutiva y la dejaron transitar ocho kilómetros hasta la terminal cuatro, de vuelos comerciales, de donde salió el vuelo a la mañana siguiente a Doha.

«Ya eso es una irregularidad porque según la normativa europea los individuos sancionados no pueden acceder al espacio aéreo europeo. El vuelo debió ser desviado, no debió aterrizar. Dos, de aterrizar, lo primero que tienes que hacer es deportar a la persona y devolverla en el siguiente vuelo que hay a su ciudad de origen» (Caracas).

La tercera irregularidad, explica, es que no le sellaron el pasaporte en ningún momento aunque estuvo deambulando por el aeropuerto toda la noche.

Lo que dejó aquella noche

«Hay una serie de pruebas de que el gobierno cambió respecto a Venezuela como consecuencia del Delcygate. Algo pasó esa noche que cambió por completo la política de gobierno español», recalca.

A diferencia de Venezuela, España es una democracia consolidada con una clara división de poderes, una prensa libre y una opinión pública formada, ¿por qué ocurren estas cosas y no pasa nada?

«El segundo motivo por el que escribo el libro es porque tengo la sensación de que la sociedad española ha pasado página demasiado rápido de estos asuntos. Nos hemos olvidado demasiado rápido de lo que ha pasado sobre estos hechos que son de extrema gravedad», responde.

«Lamentablemente la democracia española no es tan perfecta como quizá se pueda ver en el resto del mundo. Seguramente desde Venezuela miráis a España con cierta admiración, desde el punto de vista democrático, pero la democracia española tiene muchas imperfecciones», señala Nieto.

«El gobierno de Pedro Sánchez ha cometido en estos años muchísimas infracciones y no está pagando factura por ello. Este gobierno está acostumbrado a hacer determinadas cosas sin que se le penalice. Creo que aquí hay dos problemas gordos: la justicia cada día está más politizada en España, el gobierno controla descaradamente a la Fiscalía General del Estado, el organismo judicial que investiga en casos de delitos y resulta que la fiscal general del Estado, es la anterior ministra de justicia de Pedro Sánchez», dice.

En un país como Venezuela eso ese tipo de cosas «es normal»

«En España es cada vez mas difícil encontrar que un caso realmente se acabe investigado y acabe teniendo consecuencias en el plano judicial. Hay casos que avanzan pero cada día hay mas problemas», admite.

«El otro problema es que la prensa, los medios, están atravesando una situación de mucha debilidad económica y eso ha permitido al gobierno controlarlos través de ayudas, subvenciones, campañas de publicidad institucional», agrega.

«Es muy difícil que un escándalo pueda realmente pasarle factura al gobierno. Los medios no le hacen mucho caso ni a justicia tampoco», advierte.

Pero Nieto cree que al menos el caso Plus Ultra sí que va a tener consecuencias judiciales para el gobierno porque la aerolínea recibió un tipo de ayuda que en realidad está reservada a apoyar empresas que eran viables y rentables antes del coronavirus y que como consecuencia de la pandemia están en situación de extrema gravedad.

«Pero Plus Ultra recibió 53 millones de euros, aunque nunca jamás había sido rentable en toda su historia. Siempre arrojó pérdidas por lo tanto no estaba justificada la ayuda», señala.

Plus Ultra tenía un solo avión y unos pocos empleados. Apenas había operado el 0,06 por ciento de los vuelos en España y la desaparición de esta empresa no iba a tener ninguna consecuencia grave para el sector aeronáutico de España.

«Y para colmo, los propietarios de esa empresa son de nacionalidad venezolana, algunos con doble nacionalidad, muy conectado con el chavismo y además resulta que la empresa ya quebró varias aerolíneas antes», señala.

Publicidad
Publicidad