Venezuela

Primero Justicia trae sangre fresca para adaptarse al cambio y a elecciones 2024

Primero justica (PJ), como ocurre con la mayoría de las organizaciones y partidos que se oponen al régimen chavista, cuenta con una larga lista de dirigentes inhabilitados, en el exilio o presos y una parte importante de sus activistas forman parte de la diáspora que está dispersa en el mundo. Todo es consecuencia de los efectos de las luchas de calle que se llevaron a cabo entre 2014 y 2017 y la arremetida desde el poder.

Primero Justicia, sangre fresca
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Edinson Ferrer, secretario de Organización de Primero Justicia, fue uno de los arquitectos del proceso de renovación de autoridades del partido cuyos cambios se orientan a adaptarse a las nuevas realidades del país. Reivindica el trabajo político transparente y reafirma la importancia de los partidos para el cambio hacia la democracia en estos momentos difíciles en que se ha estigmatizado esta tarea fundamental para la transformación.

Entre los factores que promovieron esas protestas estuvo el desconocimiento de la Asamblea Nacional electa en 2015, una Constituyente sin apoyo nacional y la reelección de Nicolás Maduro en 2018 rechazada por gran parte del país, por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU,la Unión Europea, Estados Unidos y la OEA.

En un escenario en el que se desmotivó la participación electoral y generó la dispersión del sector opositor se intentó la reconquista de espacios participando en las elecciones regionales en noviembre de 2021. Con retraso y sin acuerdos previos, la oposición sólo pudo ganar en cuatro gobernaciones a pesar de obtener mayor cantidad de votación frente al chavismo, aún existiendo un amplio rechazo a la gestión de Maduro que alcanza a 80% y que ha llevado a la pobreza a 75% de la población.

Los partidos buscan otro aire

Hoy varios partidos del país han emprendido procesos de renovación interna, debaten sobre un nuevo rumbo en la política y se preparan para participar en las elecciones presidenciales de 2024 a pesar de las condiciones adversas.

Uno de los procesos más significativos ha sido la renovación que realiza Primero Justicia desde finales del año pasado. Las elecciones internas se efectuaron el pasado 9 de julio.

Para detallar algunos aspectos de esa experiencia y pulsar los próximos pasos que se propone este partido de la alianza de la Plataforma Unitaria opositora, conversamos con su secretario nacional de Organización, Edinson Ferrer, uno de los principales protagonistas de ese proceso interno.

El dirigente de Primero Justicia explica que el partido ya tiene 22 años de fundado y ha hecho procesos electorales internos cada seis años. Esa renovación de autoridades correspondía para 2021, pero la pandemia impidió que se realizara. Lo que destaca Ferrer de este nuevo proceso es que no fue uno más sino que se realizó en un momento político fundamental para el país que partió de un análisis reflexivo de lo que había ocurrido, tomando en cuenta los desaciertos, sus consecuencias y la necesidad de recuperación de la organización.

Edinson Ferrer Arteaga es abogado e ingeniero; pero optó por una carrera política que comenzó cuando hacía trabajo social en las comunidades. En una ocasión, en un toldo ubicado en una esquina de Maracaibo, estado Zulia, decidió inscribirse en Primero Justicia. Más tarde fue electo como coordinador de la juventud del Zulia y en 2007 coordinador nacional juvenil.

Edinson Ferrer Arteaga y los nuevos cuadros de Primero Justicia

Fue concejal Metropolitano y más tarde secretario de la Asamblea Nacional. A pesar de que su familia tenía cierta aversión hacia la actividad política concluyeron que no todos los que hacen política son malos.

Considera que “mientras los ciudadanos no tengamos disposición para trabajar en los partidos políticos de manera honesta y transparente, no vamos a lograr cambiar esto. No se puede estar siempre desde la ventana viendo quien lo hizo mal y quién lo hizo bien, pero no ayudan a mejorar las cosas”.

Definiendo nueva ruta

Antes de proceder a la renovación primero redefinieron laruta: “¿a dónde vamos, qué es lo que se quiere con miras a 2024? Para ese objetivo debemos llevar adelante un proceso de primarias y elaborar un reglamento. Todo eso lo definimos entre enero y febrero. Lo hicimos desde un Secretariado Nacional de Organización con representantes de todos los estados y desde allí definimos los puntos para organizarnos, formarnos y prepararnos para 2024. Pero para ello es necesario fortalecer la unidad”, explica Ferrer.

Luego definieron el proceso de reestructuración para que el partido estuviese actualizado a 2022, “porque el país no es el mismo del año 2000 cuando se fundó Primero Justicia”, los reglamentos y el Congreso Programático que será próximamente.

Esos cuatro pasos fueron aprobados en diciembre de 2021. “Allí comenzaron todas las discusiones que construyeron la estructura nueva que se delimitaron en cinco juntas directivas y comités políticos. Fueron debates intensos con cada uno de los tres puntos que ya llevamos avanzados”.

-¿Qué impulsó este cambio fundamental? ¿Partió de los efectos de los sucesos de 2017; o de la alianza de partidos opositores que habían promovido la abstención electoral o que más tarde, en noviembre de 2021, acudieron a participar en unas elecciones regionales de manera tardía y dispersa? ¿Hubo presión desde las bases y la sociedad civil para buscar un viraje en el rumbo?

«Yo creo que en el ámbito político y en los movimientos sociales ambas cosas se conjugan. Si tú vas por una vía y no funciona tienes que buscar otras opciones porque si no, no hay forma de resolverlo. Si quieres resultados no hagas las mismas cosas. No es sólo la presión de las bases sino la suma de todos esos elementos. Se trata de escuchar a las bases, a la sociedad; observar que las cosas están cambiando. Todo eso origina la necesidad de estructurarnos. La estructura no va a ser la misma. Antes nuestra organización tenía un estructura jerárquica, demasiado vertical. Ahora hay una generación de jóvenes y son mucho más irreverentes, más exigentes. El partido entendió la necesidad de “horizontalizar” la estructura para adaptarse a las nuevas circunstancias».

«Por eso es que, por ejemplo, se establecieron cinco Vicepresidencias que tienen funciones políticas con el mismo estatus, están todas en la Junta de Dirección; las Secretarías Sociales, que antes no tenían voz ni voto en el Comité Político, los gremios y los trabajadores hoy tienen voz y voto allí. Es una inclusión de autoridades de sectores sociales. Es un partido que abre las puertas al que trabaja. Nosotros nos reestructuramos para ser mucho másflexibles en las regiones».

-Se observa la participación de muchos dirigentes jóvenes. Podríamos decir, contrariando a algunos analistas que señalan que no existe relevo generacional, que esta experiencia de trabajo político muestra que sí hay una nueva generación preparada que busca impulsar un cambio en el país mediante la actividad política.

«Sí claro. El partido tiene dirigentes muy jóvenes. El promedio de edad de los concejales es de 34 años. Los presidentes del partido del Área Metropolitana son jóvenes: el de El Hatillo tiene 31 años; el de Sucre, 36; el de Baruta, 29; el del estado Miranda, Andrés Schloeter, 38; el presidente de Carabobo, 36 años. Y así en el resto de otros estados contamos con personas jóvenes que están asumiendo las presidencias del partido».

Destacan también mujeres muy preparadas para protagonizar los cambios como María Beatriz Martínez, Amelia Belisario, Paola Batista de Alemán, Marialbert Barrios y Liz Carolina Jaramillo, que están en el Comité Político Nacional y muchas otras electas como delegadas desde las regiones.

-Algunos líderes históricos del partido expresan sus ideas y puntos de vista en temas fundamentales de una manera y un tono muy personal aunque forman parte y son jefes de una organización que debe tener una posición acordada. ¿Cómo se manejarán con los líderes históricos que suelen hablar en nombre propio, que buscan imponer su punto de vista que no ha sido aprobado en las instancias de la Dirección Nacional?

«Hay dirigentes fundadores del partido en la conducción política y dirigentes de relevancia, que están en la Junta de Dirección Regional o Nacional, pero también tienen su forma de ver las cosas, por tanto siempre creo que vamos a estar bajo la lupa o bajo la curiosidad de abordar temas que no se han discutido en las instancias de la Dirección Nacional. Desde luego suelen estar expuestos a las preguntas de los medios de comunicación social y periodistas en temas en los que no se ha fijado una posición y el dirigente consultado emite su punto de vista. Esas situaciones pueden ser atenuadas con los reglamentos que vienen y que deberán ser aprobados. También establecer en qué instancia se deciden las cosas, cómo se deciden y qué pasa con quien no acata lo acordado. Esas tres preguntas tienen que ser respondidas».

«En Primero Justicia la instancia superior es el Comité Político Nacional, donde se deciden las políticas gruesas, que se reunirá una vez al mes y está conformado por 198 personas. La otra instancia es la Junta de Dirección conformada por 25 personas, cuyo trabajo es ejecutar las políticas que el Comité Político Nacional aprueba. Esta junta se reúne semanalmente. Luego están las secretarías regionales. Cada una de estas instancias van a tener reglamentos y en ellos se tienen que responder estas tres preguntas».

-Ahora viene un período trascendental para el país que son las elecciones presidenciales de 2024. Eso va implicar que los partidos asuman posiciones muy claras. De hecho ya casi todos han manifestado su disposición a participar en estos comicios. Varios de ellos están experimentando procesos de renovación interna, algunos han tenido fuertes divisiones o han padecido la usurpación de sus siglas. Frente aldilema de lograr la unidad para una candidatura única. ¿Cómo ven en Primero Justicia este proceso que se avecina?

«En efecto ya se conformó la plataforma unitaria, tras el encuentro en Panamá que ha avanzado bastante. En el partido hay un reglamento de funcionamiento interno para la aprobación de normas. También existe otro para las primarias que ha avanzado bastante, pero aún quedan algunos puntos relevantes por definir. La voluntad de ir fortaleciendo ese camino de la unidad está presente siempre. Nadie puede solo. Si bien cada partido tiene una personalidad todas suman para que sea algo fuerte. Faltan cosas por hacer pero ya se dio el paso. Se ha creado la fórmula unitaria y se anunció que este año anunciarán la fecha de celebración de las primarias de la oposición. Todo eso suma para que haya certeza y compromiso de los partidos políticos por lo que ya sabemos que el año que viene vamos a unas primarias en la oposición. Se va a generar una reunión semanal para definir las políticas unitarias. Hay un nuevo aire que estaba muy deteriorado entre los partidos opositores».

-¿En esos cambios organizativos se ha sentido el restablecimiento del contacto con las comunidades?

«La pandemia limitó mucho la actividad de calle en general. Primero Justicia promueve el principio de solidaridad y de servicio. Siempre tenemos jornadas con comunidades en diversas áreas como salud, deportes, cultura, entre otras. Esas son actividades espontáneas que hacen activistas en sus comunidades, eso nadie lo ordena. Estamos a dos años de las elecciones presidenciales y este tipo de actividades se hacen sin tener vinculación con campañas específicas, pero que son el motor de las actividades de base».

Julio Borges, líder de Primero Justicia
Julio Borges, fundador y líder histórico de Primero Justicia. Hoy en el exilio. ¿Un paso a un lado?

Primero Justicia y la socialdemocracia chilena

«El líder chileno, Patricio Aylwin y presidente de la transición chilena de los tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet, decía que “en el momento en que la dictadura más nos persiguió, más nos exiliaban compañeros, nosotros, la Democracia Cristiana, se dedicó a fortalecer el cuerpo y el alma del partido, indistintamente de lo que las garras del poder hagan afuera”. Es decir, la dictadura estaba avanzando, y ante esa arremetida lo mejor que se podía hacer era fortalecernos, hacernos fuertes y entonces salimos. El cuerpo del partido son los militantes, y por eso tienen que existir, que estemos en distintas partes, y fortalecer el alma son nuestros principios, valores y una prioridad en este momento».

«En 2020 estábamos todos encerrados pero no descansamos. Todas las semanas hacíamos videoconferencias con la dirigencia, activismo 2.0 con losvecinos de las comunidades sobre los problemas locales como el agua, gas, electricidad, etc.Realizábamos encuestas sobre servicios públicos. No podíamos ir a tocar las puertas, pero hicimos todo el trabajo con mensajes de texto, redes sociales; continuamos con los talleres de formación política con los jóvenes vía videoconferencias. Esa comunicación que Primero Justicia ha tenido con las comunidades que tuvimos desde 2020-2021 es la que nos permitió este año hacer el trabajo de renovación».

«Los militantes se inscribieron en las planchas en casi todos los municipios del país, incluyendo regiones muy apartadas y afectadas por las lluvias y la comunicación, y se abrieron 537 centros de votación. Ese es un logro en un momento en que a la gente le parece que es una locura hacer política en Venezuela. Para mí esto es un éxito. No son sólo las 103 mil 211 mil personas que fueron a votar y los 5 mil 368 dirigentes que salieron electos, sino todos aquellos que trabajaron para hacerlo posible. Son gente que, aunque estén padeciendo porque no tienen agua, luz, recursos económicos en sus comunidades, están trabajando por el país».

«¿Qué rescato yo de esto? La mística de la militancia. La mayoría del material electoral fue impreso en los estados, en los municipios en las parroquias. ¿Qué puede haber de capacidad productiva en la localidad de El Baúl, en el estado Cojedes? Allí los militantes hicieron su propia recolección de recursos para imprimir las hojas y poner la caja para los votos; porque trabajan por el partido porque creen en esto, en que sí se puede lograr un cambio».

“No se puede estar siempre desde la ventana viendo quién lo hizo mal”.

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