Países latinoamericanos con menos libertades sufren más pobreza e inflación

A diferencia de otros países latinoamericanos con gobiernos populistas, Venezuela sigue estando presidida por un régimen considerado no democrático cuya legitimidad no es reconocida por Estados Unidos, Canadá y los países de la Unión Europea. A pesar de las gestiones del gobierno de Nicolás Maduro para estabilizar las relaciones internacionales, sus acciones internas le complican el camino para sacar a Venezuela de ese aislamiento y de la crisis económica, política y social.

Necesitado de romper el aislamiento internacional, en los últimos meses el gobierno promueve como un éxito el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que se registra en 2022, para mostrar una apariencia de democracia y progreso con algunos cambios políticos y económicos. Sin embargo, los índices de desarrollo y libertades indican todo lo contrario ya que Venezuela ocupa los últimos lugares en el mundo en las áreas más importantes de desarrollo, en tanto la crisis alimentaria y la pobreza, lejos de mejorar, reflejan una tendencia a profundizarse.

Alineado internacionalmente a las más importantes autocracias lideradas por Rusia, China e Irán; junto a Nicaragua y Cuba, marcan una diferencia en el modelo político y económico que los distancia incluso de los gobiernos populistas de izquierda que han surgido en Latinoamérica, a pesar de que mantengan lazos ideológicos y políticos con sus mandatarios.

Sin libertades económicas

Venezuela y Argentina ocupan los últimos cinco puestos del Índice de Libertad Económica junto a Sudán, Zimbabue y Siria. Al mismo tiempo son los países con la más alta inflación en el mundo, según el análisis reciente del Fraser Institute (EFW) del Índice de Libertad Económica en el mundo que evaluó en una muestra de 165 países los siguientes datos: tamaño de gobierno, sistema legal, derechos de propiedad, moneda sana, libertad de comercio y regulaciones laborales y crediticias.

A pesar que desde la propaganda voceros del gobierno venezolano hablan de un gran crecimiento económico en 2022 y Nicolás Maduro asegura que es el más alto de Latinoamérica, presentándolo como un milagro económico, gran parte de su población (94,5%) está sometida a condiciones de pobreza. Una realidad que, se refleja, por ejemplo, en su población pensionada que recibe 15 dólares (Bs 130). El Banco Mundial indica que un individuo se encuentra en el nivel de pobreza cuando gana 1,9 dólares diarios. Ello explica por qué la diáspora de emigrantes venezolanos supera los 7 millones, la segunda más alta del mundo, quienes a riesgo de su propia vida, cruzan las fronteras del continente en busca de recursos para alimentar a sus familias.

Maduro ha hecho constantes llamados a empresas multinacionales para que vengan a invertir en el país, incluso a empresas estadounidenses, a las que les ha dicho “estamos listos para recibirlas”. Sin embargo las condiciones que ofrece no han variado ni se observan medidas que apunten a combatir la corrupción, rehacer la institucionalidad perdida desde hace más de 20 años o recuperar el deterioro de la infraestructura del país.

“Las limitaciones a la libertad económica, con la imposición de marcos regulatorios, la inexistencia de una moneda sana o la ausencia de un Estado de Derecho tienen un impacto directo tanto en la realidad económica de los países como en el día a día de la vida de cada ciudadano”, señala el Centro de Difusión del Conocimiento Económico (Cedice Libertad).

Sobre la ubicación tan desfavorable de Venezuela en el EFW, el presidente de Cedice, Carlos H. Blohm, explicó: “La crisis económica de Venezuela puede explicarse por resultados como este. Como bien señalan los académicos consultados por el Fraser Institute, cuando se incrementan impuestos y regulaciones y no se garantizan los derechos de propiedad, los ciudadanos se vuelven económicamente menos libres, lo que incide en un menor crecimiento económico, menos inversión y generación de fuentes de empleo y riqueza”.

Por cuarto año consecutivo, Venezuela se ubicó en el último puesto al resultar reprobada en todos sus indicadores.

Pero las condiciones en el resto del continente tampoco son las mejores. En tiempos en que se habla del ascenso de un nuevo ciclo de regímenes populistas y autoritarios, la economías de estos nuevos gobiernos no son tampoco la mejor opción para quienes han concluido que en Venezuela no hay futuro y para los que se encuentran en ese umbral de la pobreza.

En cuanto a la inflación, Venezuela ha sido un caso excepcional en el mundo. Según el Banco Central de Venezuela (BCV), la inflación del mes de septiembre de 2022 fue de 11,5%, en tanto que la tasa de inflación interanual escaló hasta 157% y la acumulada se situó en 111,8%. La inflación en el mes anterior de agosto de 2022, se ubicó en 17,3%, la más alta en los últimos 12 meses.

Argentina: segunda en inflación

Argentina acompaña a Venezuela en los últimos lugares de libertad económica y es también la segunda en inflación en Latinoamérica. Registró un índice de 6,2% en septiembre de 2022 y alcanzó un alza de 66,1% en los primeros nueve meses del año. Argentina cerrará en 2022 en el cuarto puesto en inflación mundial según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al igual que ocurre en Venezuela, se presenta una paradoja y es que mientras aumentan los índices de inflación, Argentina registró un crecimiento en el primer semestre de 2022 del PIB de 6,4% en comparación al mismo período de 2021.

Sin embargo, analistas económicos estiman que la tercera parte de los trabajadores argentinos son pobres. El Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC) señala que para el primer semestre de 2022 el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó 27,7%. Para finales de este año se estima que la inflación podría llegar a 95%.

Populismo e inflación

México, bajo la presidencia del líder de izquierda Andrés Manuel López Obrador, desde diciembre de 2018, registró en septiembre una inflación anual acumulada de 8,70%, la tasa de inflación más alta en 20 años. Igual que en Venezuela y Argentina, a pesar de ese aumento en el costo de vida, la economía nacional cerrará este año con un estimado de 2,4% de crecimiento, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

Colombia y su nuevo gobierno, con Gustavo Petro al frente, registra una inflación acumulada de 10,08% en septiembre, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), la más alta en 23 años, mientras el país protagoniza un fuerte debate por las nuevas políticas propuestas por el gobernante de izquierda entre las que destaca la reforma fiscal que elevaría los impuestos con el fin de recaudar 1,72% del PIB, aproximadamente $5.500 millones de dólares, para el año 2023.

Otro de los países latinoamericanos que presenta mayor inflación es Perú registrando una variación acumulada de los últimos doce meses de 8,53%, según su Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En tanto Chile registró un índice acumulado de 10,8% en lo que va del año, y una variación de 13,7% a doce meses. Nicaragua presenta una inflación interanual de 11,5%.

¿Crecimiento en Venezuela?

Según las cifras del BCV, el país registró en el primer trimestre de 2022 un crecimiento de 17,04%. Sin embargo el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) lo situó en 12,3% en ese mismo período y resalta que la economía venezolana mantuvo 27 trimestres consecutivos de una caída que finalizó en el tercer trimestre de 2021. “Ello ha implicado que al segundo trimestre de 2022, el tamaño de la economía venezolana haya sido apenas de 21% de lo que se tenía en el segundo trimestre de 2012. Por tanto, la pérdida de actividad ha sido cuantiosa”.

A pesar de este rebote, generado por algunas medidas “liberales” como la eliminación del control de precios en algunas áreas o la libre circulación de dólar y libre importación en rubros alimenticios, la crisis económica sigue presente como consecuencia de la corrupción y restricciones económicas e institucionales. Asimismo Venezuela es el país más endeudado de Latinoamérica con una deuda pública equivalente a 307% de su Producto Interno (PIB), tres veces superior a la de Brasil que ocupa el segundo lugar.

Aumenta la pobreza

Según las últimas proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) los niveles de pobreza en Latinoamérica y el Caribe llegarán a 33,7%, un ascenso sostenido que se inicia en el año 2014. La pobreza extrema se ubicará en 14,9% y unos 7,8 millones de personas estarán en riesgo de caer en inseguridad alimentaria.

En las proyecciones de la CEPAL no se reflejan los índices de Venezuela que, según mediciones de otras organizaciones, se ubicaría en los primeros lugares. La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida en Venezuela (ENCOVI 2021) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) la estimó en 94,5%.

Haití ha registrado los más altos índices de pobreza en la región cercanos al 60% de su población y se encuentra en el puesto 163 de 190 países en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de la ONU; Venezuela ocupa el puesto 120 en la medición de 2022, Nicaragua en el 126, Guatemala el 135 y Honduras el 137.

La CEPAL también informó que entre los países con mayores índices de pobreza se ubican Honduras con 57,7%, Guatemala con 50,2%, Nicaragua con 46,8%, Colombia con 39,2% y México con 37,2%.

El caso Guyana

Guyana, uno de los países que registra altos índices de pobreza (55%), ha realizado un viraje en los últimos años al distanciarse de Cuba y del eje de los países autocráticos, para orientar su modelo hacia las democracias occidentales dándole prioridad a sus relaciones con Estados Unidos, especialmente a partir de los grandes hallazgos en reservas petroleras.

EE.UU no solo ha estado a la cabeza de las más importantes inversiones en las nuevas plataformas petroleras sino que ha hecho importantes inversiones en puertos y vías de comunicación. Adicionalmente han desarrollado planes de formación para especialistas guyaneses, se han creado nuevas universidades tecnológicas con el propósito de superar la pobreza.

Ese nuevo rumbo político ha sido liderado por Irfaan Ali, en la presidencia desde agosto de 2020. A pesar de pertenecer a un partido de izquierda populista, el Partido Progresista del Pueblo Cívico (PPPC) se ha alineado hacia el centro democrático. Pero además mantienen y promueven las inversiones con China, país que ha incursionado igualmente en el área energética e infraestructura.

Los analistas estiman que el crecimiento económico de Guyana para el cierre de 2022, será de no menos de 56%, siendo el país que más crecerá no solo en América Latina sino en el mundo. Para una población de apenas 790 mil habitantes, Guyana con las tres partes del territorio constituido por zonas selváticas, está dando prioridad a sus proyecciones de desarrollo en una dirección muy diferenciada a otros países del continente.

Los sancionados

Venezuela, Cuba y Nicaragua encabezan la lista de países sancionados por la Oficina de Control de Activos (OFAC) del Departamento del Tesoro, la Unión Europea y otros países occidentales.

Con las sanciones, el gobierno de EEUU prohíbe cualquier transacción financiera, cuenta bancaria o actividad económica con los países, entidades o personas que considere de alto riesgo por realizar actividades relacionadas con el terrorismo, narcotráfico, tráfico de armas, violaciones a los derechos humanos, corrupción o lavado de dinero u otras actividades ilegales y evitar que los países, entidades e individuos utilicen el sistema financiero estadounidense para propósitos que van en contra de su política.

Daniel Ortega se ha incorporado a este grupo de sancionados y recientemente el gobierno de Joe Biden, a través de la OFAC emitió nuevas sanciones en contra de la Dirección General de Minas de Nicaragua y funcionarios que operan en ese sector al responsabilizar al régimen de Ortega de diversas violaciones a las libertades, ataques y detenciones a líderes democráticos con aumento significativo de presos políticos, entre otras violaciones al Estado de Derecho.

¿Habrá apertura?

Desde fuentes gubernamentales se ha especulado que el gobierno de Biden buscará una apertura con Nicolás Maduro. A pesar de que se han producido conversaciones entre representantes de EEUU y el gobierno madurista, no parece factible que se produzcan cambios inmediatos en la reducción de sanciones, salvo casos excepcionales en los que puedan autorizarse negociaciones particulares con algunas empresas estadounidenses energéticas para que puedan exportar desde Venezuela.

Mientras el gobierno de Maduro sigue cerrando las puertas posibles a la democracia, el deterioro consecuente sigue reflejándose en sus cifras negativas.

La última de ellas se registró el pasado 26 de octubre cuando Venezuela volvió a ocupar el último puesto del Índice de Estado de Derecho 2022 del Proyecto de Justicia Mundial (World Justice Project). Ello indica que más allá de las palabras y negociaciones tras bastidores, los pasos hacia un viraje hacia posiciones democráticas no están contempladas en la cúpula que domina el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y quienes manejan el gobierno socialista.