Angela Merkel, la mujer que lleva Europa al hombro

La frase “Canciller del mundo libre” acompaña el retrato de Angela Merkel, político, físico y canciller de Alemania desde 2005, quien a partir de hoy es la “persona del año” de 2015 y ocupa la portada más codiciada de la revista estadounidense Time.

Su arte de gobernar la condujo a la congratulación: tomar postura frente las amenazas terroristas del Estado Islámico (EI), la crisis económica de Grecia, la problemática mundial de los refugiados y desplazados de zonas en conflicto, al enfrentamiento ucraniano, todo con la sobra del nacionalismo y militarismo genocida que marcó la historia de su nación hace 70 años. Bien ha sabido llevar al cuarto motor económico mundial por diez años, con una firmeza que demás líderes políticos, sus gobernados y las páginas de la revista reconocen. La canciller encarna la solidez de acción luego del manejo de los puntos álgidos que han tocado la burbuja de tranquilidad y protección alrededor del mundo.

«Los líderes se prueban solo cuando la gente no quiere seguirlos», escribió Nancy Gibbs, la editora de la publicación, en un comunicado. «Merkel ha emergido como una pieza indispensable en el manejo de la crisis de deuda europea; también lideró la respuesta occidental al robo de Ucrania por parte de Vladimir Putin. Pero ahora el prospecto de un quiebre griego amenaza la mera existencia de la zona Euro», agrega Gibbs en su escrito. «La crisis de migrantes y refugiados retan el principio de las fronteras abiertas; y finalmente, la matanza en París revivió el reflejo de lanzar puertas, construir muros y no confiar en nadie. Pero cada vez que Merkel se involucró, Alemania financió a Grecia, en estrictos términos; dio la bienvenida a refugiados víctimas del salvajismo del radicalismo islámico y no portadores de él; desplegó tropas en el extranjero para combatir al EI… Puedes estar o no de acuerdo con ella, pero Merkel no está tomando el camino fácil».

Con la caída del Muro de Berlín en 1989, Merkel deja el mundo de la física y entra de lleno en la política internacional, con 35 años y subestimada por sus colegas. La hija tímida de un pastor luterano se introdujo en la política como una protestante divorciada en un partido mayoritariamente católico, perspectivas que contribuyeron a su manera de hacer política.

La político, oriunda de Hamburgo y con 61 años, es la cuarta mujer a la que Time le dedica sus espacios más distinguidos desde que Corazón Aquino, primera presidenta filipina, alcanzara el puesto en 1986. A su vez, es la cuarta “persona del año” alemana y la cuarta mujer que aparece en las páginas de la publicación, rompiendo el esquema masculino predominante de sus compatriotas, entre los que destacan Adolf Hitler.

La segunda persona más influyente del año es Abu Bakr al Baghdadi, líder del EI que controla amplias zonas de territorio en Siria e Irak. Y la tercera posición la ocupa el multimillonario y precandidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, Donald Trump, entre sus radicalismos y polémicas.

Consultado sobre la noticia, el portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert, dijo: «Estoy seguro que la Canciller saludará el gesto como un impulso a su trabajo político, por un buen futuro para Alemania así como para Europa». Pero Donald Trump tuvo otra opinión, que manifestó al escribir en Twitter: «Les dije que @TIME Magazine nunca me escogería como persona del año a pesar de ser el gran favorito.  Escogieron a la persona que está arruinando Alemania».