Semblanza

La boleta de clase del hijo de Maduro

Pese a que hasta la fecha Nicolás Ernesto Maduro Guerra no ha descollado entre el montón revolucionario, por designio de su padre, el Presidente de la República, coordinará las reuniones para crear la nueva Escuela de Cine de la Villa. La cabeza de Miraflores no podía no cumplir el sueño de fama y farándula de su benjamín

nicolasito
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Nicolás Ernesto Maduro Guerra tiene 24 años y algunas páginas en su currículo. Estudia Economía en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana, dirige la Red de Apoyo a la Revolución y preside el Cuerpo de Inspectores de la Presidencia. Hace poco se le agregó otro cargo: coordina el proyecto de creación de la Escuela de Cine de la Villa.

El hijo único del Presidente de Venezuela empezó a darse a conocer en la pasada campaña electoral de su padre, previo a los comicios del 14 de abril de 2013. Fue su propio progenitor el que lo presentó en un acto público en Petare. El día que Nicolás Maduro Moros lo anunció dijo que ya le había dado dos nietas: una tiene ocho años y la otra uno. Grisel, su esposa, lo acompañaba.

Luego se le vio tocar la flauta en otra actividad política en Cojedes. La pasión musical de ¨Nicolasito¨, como lo llaman algunos, surgió en la sede de La Rinconada del colegio Fe y Alegría. Ya de adolescente, el hijo de Adriana Guerra Angulo —la ex del actual Presidente—, quiso cursar la carrera de Música en el antiguo Instituto Universitario de Estudios Musicales —hoy Universidad Experimental de las Artes. Sólo que se ubicó en el puesto 77 entre 235 nombres en la lista de espera, no la de elegidos, para ingresar. Obtuvo un Índice Académico en la prueba de admisión de 48,03. El último asignado ese año, sacó 54,07.

A pesar de que el arte es una de sus aficiones, los datos del Consejo Nacional de Universidades revelan que Nicolás Ernesto Maduro Guerra parece tener más condiciones para los números que para las letras. En el apartado de “Comprensión de lectura” hizo un puntaje de 42,368 —sobre un máximo de 100—; mientras que en el de “Razonamiento matemático”sacó 64,461. Su promedio de notas de bachillerato tampoco fue extraordinario: egresó del Liceo Urbaneja Achelpohl —el mismo en el que su estudió su padre— con 12,465 puntos.

Méritos revolucionarios sí que no le faltan. Su foto de portada en su perfil de Facebook, en la que aparece con Hugo Chávez, demuestra su amor a comandante. De niño, además, acompañaba a su papá a elecciones y otros eventos. Ahora, desde mediados del año pasado, lo hace como director del Cuerpo de Inspectores de la Presidencia, en el que se encarga de supervisar algunos proyectos. “La idea es que seamos eficientes, que seamos el mejor gobierno después de Chávez. Para ello hace falta una observación casi que diaria, ver cada cosa que se hace¨, había dicho en ese momento en una entrevista.

Desde entonces, a Nicolás Ernesto se le ha visto en distintas actividades: en una entrega de autobuses para la ruta estudiantil en Amazonas, en una revisión de las obras para modernizar el Puerto de Guanta en Anzoátegui, en una visita a las instalaciones del Hospital Central de San Cristóbal. Todo como parte del plan ¨Eficiencia o nada¨ que implanta el gobierno nacional.

La experiencia en el sector del fílmico será algo nuevo para él. Ni siquiera entre los gremios de cineastas conocen su trayectoria. Alejandro Bellame Palacios, miembro del consejo consultivo de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, sólo sabe que le gustaba ver el programa de Luis Chataing. El animador de televisión dijo que “Nicolasito” Maduro Guerra lo visitó dos veces en el canal e, incluso, el comediante le regaló una tasa de ¨Chataing TV¨. Igual, el realizador de El rumor de las piedras le da el beneficio de la duda para que demuestre que estará en ese cargo por méritos propios y no por ser hijo de quien es.

Apenas Jorge Antonio Gómez, presidente de la Villa del Cine, anunció en una rueda de prensa que el primogénito de Maduro se encargará de sacar adelante el proyecto de la Escuela de Cine, en el sector se activaron algunas alarmas. La Cámara Venezolana de Productores de Largometrajes designó una comisión, conformada por Patricia Ortega, Eduardo Morreo y Eduardo Viloria, para realizar un informe sobre el caso: qué hará, cuáles serán sus funciones, quienes lo rodearán. Habrá que esperar a ver qué tal le va cerca de las cámaras.

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