Entrevista

Antonio Paiva: La única política económica del gobierno es liquidar activos

El primer semestre se perdió en materia económica, afirma el economista y asesor privado, Antonio Paiva. Cree que el gobierno del presidente Nicolás Maduro no pondrá en marcha los ajustes necesarios para resolver los desequilibrios macroeconómicos del país. Resalta que la Constituyente es un trapo rojo y que el Dicom trae más trabas que soluciones.  

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Antonio Paiva, economista
FOTO: Felipe Rotjes

«El panorama en Venezuela es bastante tenebroso, hay una gran penumbra. No hay obras de envergadura, no hay fábricas trabajando a su máxima capacidad ni prosperidad», afirma el economista y asesor, Antonio Paiva.
Resalta que el gobierno del presidente Nicolás Maduro se ha centrado en el tema político y que no ejecutará un programa económico coherente que contribuya a solventar los problemas de escasez, inflación, devaluación y que devuelva la confianza a los inversionistas nacionales y extranjeros. A su juicio, el único plan económico es esperar a que aumente el petróleo y vender los activos del país.
«La única política económica es apostar a que suba el precio del petróleo, del resto, no hay algún punto a considerar serio desde el punto de vista económico en materias tales como desarrollo petroquímico, desarrollo aguas abajo, entre otros. El gobierno solo lo que ha hecho hasta ahora es liquidar activos«, acota.
Recordó que el gobierno ha llevado a cabo distintas operaciones para obtener dinero fresco ante la caída de los ingresos en divisas, pero no ha incentivado a la industria venezolana para su desarrollo exportador.
«Vendieron las refinerías de Pdvsa en el exterior, las que quedan las hipotecaron como a Citgo, descontaron la deuda con República Dominicana y Jamaica. El gobierno parece ser el señor arruinado que está vendiendo los cuadros y las alfombras. La gente sensata sabe qué hay que hacer para disminuir los desequilibrios macroeconómicos, lo hicieron Perú, Ecuador, México, Brasil, y cada uno con sus problemas les ha funcionado, donde no funciona nada es en Venezuela», dijo.
–¿Cuáles son sus estimaciones para Venezuela este año?
–Es difícil hacer un pronóstico sobre la economía para finales de 2017, pero estimo una caída de 20% en el Producto Interno Bruto (PIB), un dólar paralelo de 8.000 a 10.000 bolívares, mientras que la proyección optimista que se tenía de un 500% a 800% en la inflación, ahora creemos que puede alcanzar los 2.000%. Los pobres están sufriendo más que nadie esta precariedad económica, el apoyo político se ha reducido al mínimo y la situación económica se está tornando de una crisis de producción y abastecimiento a una crisis humanitaria.
–¿Cuál cree usted que pueden ser las primeras medidas a aplicar en un entorno político distinto?
–Es necesario generar una estabilidad desde el punto de vista político y legal, tener reglas de juego claras; acudir a los organismos multilaterales y los acreedores para solicitar un time y renegociar la deuda en condiciones legales. Además de invertir en lo que somos más eficientes que es el negocio petrolero, permitir la apertura; crear una economía de mercado y eliminar aquellos subsidios y las dádivas innecesarios. Así como, eliminar subsidios como el control de precios y de cambio que generan incentivos para la corrupción.
Destaca que es prioritario llegar a un acuerdo tripartito con los empresarios, trabajadores y gobierno, para la protección del salario. «Será un programa duro, doloroso, no será fácil, pero al final volverá la esperanza, porque la gente sentirá que tiene porvenir y que nos vamos a recuperar».
Sin perspectiva 
Considera Paiva que las finanzas de Venezuela tiene severos problemas porque la expectativa de que en este año se tendrían precios altos se está derrumbando y que, las estimaciones apuntan a que la cotización promedio estará cercana a los 30 dólares, una cotización nada buena para la magnitud de los gastos del gobierno.
«El petróleo de la Faja del Orinoco lo extraen actualmente algunas operadoras chinas y rusas, pero éstas han cambiado su estrategia de negocio. Anteriormente le daban el crudo al gobierno venezolano y éste lo vendía para después pagarle a estas empresas, sin embargo, ahora el crudo que extraen las operadoras, lo venden ellas mismas y le entregan el dinero al gobierno. Eso se lo ganaron por maula, porque no pagan a tiempo sus compromisos de deuda comercial«, indicó.
–¿Cree que un alza de los ingresos petroleros mejore en algo a la economía?
–No hay perspectiva o diagnóstico de que esté mejorando la capacidad productiva o que la riqueza del país esté apuntando a una mejora. Venezuela está muy endeudada y necesita un alivio financiero, pero este es difícil porque la banca privada no le está prestando dinero al gobierno, especialmente por la legalidad de las operaciones si se aprueban al margen de la Asamblea Nacional. ¿Quién le puede prestar en este momento a un gobierno endeudado, con poco flujo de caja y con los problemas políticos que tiene?
–Pero el gobierno ha podido salir airoso de varios de sus compromisos de deuda con la ayuda de aliados como China y Rusia.
–China que había servido como apalancamiento a algunas actividades del gobierno, específicamente a las importaciones, ya no está aportando más liquidez, sino que están ampliando los plazos para cobrar la deuda que el gobierno tiene con este país. Siempre se puede vivir peor y esto se ha evidenciado en la historia. El gobierno sigue esperando a que el precio del petróleo suba y simplemente esto no va a pasar.
La Constituyente
Para Antonio Paiva, las perspectivas sobre medidas económicas en el corto, mediano y largo plazo por parte del Ejecutivo es que sean las mismas que siempre se han aplicado «o peores». Al ser consultado sobre el impacto de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, sostiene que solo se trata de «un trapo rojo» que alejará las pocas inversiones que se realizan en el país.
–¿Cree que habrá algún impacto en la economía por la convocatoria de la Asamblea Constituyente?
–No se tienen expectativas de que la Constituyente vaya a incentivar las inversiones privadas nacionales o que el gobierno pueda tener la capacidad de aumentar la producción de los sectores que controla. El trapo rojo de la Constituyente es un elemento político, el cual ahuyenta las inversiones extranjeras y a que los empresarios nacionales tengan mucho temor a invertir en el país.
–¿Qué expectativas tiene de la puesta en marcha del nuevo esquema de asignación de divisas Dicom?
–Para que un país pueda funcionar normalmente tiene que tener un sistema cambiario estable y coherente. La primera frustración se encuentra en que con el Dicom, no se dijo cuántos dólares se van a subastar.
–¿Cree que mejorará la productividad de algunas empresas?
–La mayoría de las industrias están trabajando muy por debajo de la ya menguada capacidad en la que trabajaron el año pasado por la falta de materias primas, de semillas, de fertilizantes y de todo lo que se requiere para la cosecha de invierno. Esto se va a reflejar en una caída en el producto agrícola porque no hay cómo trabajar.
En el sector de servicios se trabaja también a media máquina, los empleados no pueden llegar a sus trabajos debido a las protestas, el sector educativo está prácticamente paralizado, el sector salud no tiene insumos, medicinas ni instrumentos. Es decir, todo esto genera una catatonia, que es lo que caracteriza a la economía venezolana, porque desde el punto de vista de la oferta no hay.]]>

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