Economía

Gandoleros paralizan despacho de maíz y trigo desde Puerto Cabello

Unos 2.000 transportistas del estado Carabobo exigen la liberación de seis compañeros acusados de falsificar documentación para supuestamente sustraer 155 toneladas de maíz importado.

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Muelle-Puerto-Cabello
Foto de referencia

Desde el jueves 15 en la tarde está paralizada la salida de carga de cereales desde el puerto de Puerto Cabello luego que los transportistas de carga dedicados a este ramo decidieron ir a una huelga en protesta por la detención de seis compañeros acusados de pertenecer a una banda dedicada al hurto de maíz; cargos que son rechazados por los gremios del transporte de mercancía del estado Carabobo.

“Está paralizado el despacho y no vamos a reanudar hasta tanto nuestros compañeros sean liberados”, afirmó José Gregorio Petit, presidente de la Asociación de Transporte de Carga Contenerizada (Asocontainer) y propietario de los seis vehículos involucrados en la denuncia, quien informó que aproximadamente 2.000 trabajadores del volante se han sumado a la protesta iniciada el pasado jueves 15 en horas de la tarde.

La información fue corroborada por Jonathan Durvalle, presidente de la Cámara de Transporte del Centro (Catacentro), quien detalló a El Estímulo que aunque el paro solo involucra el despacho de cereales (básicamente maíz y trigo), la escasez de movimiento en el principal puerto del país ha hecho que la paralización sea prácticamente total, en virtud de que son pocos los barcos que están llegando con otro tipo de carga.

“Ofrecemos nuestro apoyo al Frente de Trabajadores Graneleros y Similares (Fetragransipc) pues consideramos que es un atropello contra estos seis trabajadores que se les detenga por un delito que no cometieron. En todo caso estarían sujetos a investigación pero no a detención desde hace más de 10 días”, dijo Durvelle.

El líder gremial también señaló que el paro ha empeorado dramáticamente la situación que vive el mayor puerto de entrada de importaciones de Venezuela, donde desde hace meses se viene observando un fuerte retraso en la entrega de permisos necesarios para el traslado de mercancía por parte de las autoridades, en particular la guía de movilización emitida por el Sistema Integral de Control Agroalimentario (SICA) avalada por la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro).

– Gallo tapao –

El pasado sábado 10 de septiembre, seis gandolas cargadas con 155,6 toneladas de maíz importado provenientes de Puerto Cabello fueron retenidas en la población de Churuguara, estado Falcón, y sus conductores detenidos por supuestamente alterar los permisos de circulación de mercancía.

Según consta en las guías SICA, el maíz que sería destinado a la producción de alimento balanceado para animales por parte de la Asociación de Ganaderos de Churuguara, pero al momento del arribo la población falconiana, la presidenta del gremio, Evangelina Smith, dijo desconocer la solicitud de tal pedido, lo que llevó al vicealmirante Víctor Prieto Sangroni, jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral Falcón (Zodi Falcón), a ordenar la detención de los choferes y otras seis personas.

Los detenidos son acusados por el Ministerio Público de los delitos de usurpación de código emitido por la Sunagro, boicot, asociación para delinquir, presunto contrabando de extracción y agavillamiento, argumentando que se emitió una guía de movilización falsa que habría clonado los códigos de la Asociación de Ganaderos de Churuguara.

“Nuestros compañeros son inocentes, ellos solo se encargaron de llevar una mercancía cuyas guías habían sido emitidas desde Caracas y son legales. De no ser así cómo se explica que pasaron por varias alcabalas y solo al llegar a Churuguara se dan cuenta que fueron forjadas”, afirma José Gregorio Petit.
Explicó además que durante el traslado, uno de los choferes recibió una llamada supuestamente de Evangelina Smith pidiendo que la carga fuera desviada a Coro, orden que los conductores no acataron pues la guía de movilización solo permite el traslado hasta el punto especificado.

“Somos muy respetuosos de las normas”, dice Durvelle, quien agrega que lo procedente era que la carga llegara al destino y luego se emitiera otra guía para el nuevo punto de entrega. “Desviarse sí hubiera sido un delito”, agregó.

Al insistir en la legalidad de las guías de movilización, Petit afirma que los gandoleros no tienen forma de acceder a los códigos necesarios para la emisión de los permisos, por lo que no duda en catalogar de “show” la detención de sus empleados para ocultar a los verdaderos responsables de la compra del maíz.

“Aquí hay gallo tapao, pero como todo se cayó quieren culpar a nuestros compañeros”, dijo, agregando que la fiscal del caso no ha realizado las investigaciones de rigor para determinar quiénes están detrás del descubierto desfalco.

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