El país «tiene el derecho, pero también la obligación, de controlar sus fronteras para evitar el ingreso de organizaciones terroristas», dijo Guterres en un comunicado.
Pero las medidas adoptadas con este fin «no pueden estar basadas en ninguna forma de discriminación religiosa, étnica o nacional», añadió.
Estas discriminaciones «provocan una ola de ansiedad y de rabia que pueden facilitar la propaganda de organizaciones terroristas que todos queremos combatir», expresó el jefe de la ONU.
El presidente Donald Trump firmó el viernes un decreto que suspende el ingreso a Estados Unidos de todos los refugiados y de personas procedentes de Irán, Irak, Yemen, Somalia, Sudán, Siria y Libia.
Para Guterres, «las medidas tomadas a ciegas, que no están basadas en una inteligencia sólida, tienden a ser ineficaces porque corren el riesgo de ser eludidas por lo que hoy son sofisticados movimientos terroristas globales».
El jefe de la ONU no mencionó concretamente el decreto de Trump, pero se refirió a los objetivos de la medida, y se dijo «particularmente preocupado» porque la misma atenta contra la «protección internacional de los refugiados».
Antonio Guterres ya había reaccionado a través de su portavoz, después de que el decreto fuera suscrito. Entonces aspiró a que las medidas sean «temporarias», pero no las condenó explícitamente.