Altos funcionarios de la inteligencia estadounidense expresaron públicamente este jueves sus dudas sobre la empresa de ciberseguridad Kaspersky Labs, por sus presuntos vínculos con Rusia.
Esta empresa privada, con sede en Moscú, ofrece antivirus y otros programas para proteger las computadoras, pero existen temores de que estas herramientas sirvan, por el contrario, para espiar.
«Estamos muy preocupados y nos concentramos en esta cuestión», dijo el director interino del FBI, Andrew McCabe, al ser preguntado sobre si estaba al tanto de una amenaza de seguridad relacionada con el software de Kaspersky, durante una audiencia en el Senado sobre las amenazas externas para Estados Unidos.
El director de la Agencia de Inteligencia de Defensa, el teniente general Vincent Stewart, dijo que su agencia evita los productos de esa empresa.
«Por lo que yo sé, no hay software de Kaspersky en nuestras redes», aseguró.
También expresaron sus preocupaciones los jefes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial y la Inteligencia Nacional.
El jefe de la NSA, Mike Rogers, dijo ser «consciente» de los problemas planteados por la compañía.
Kaspersky fue fundada en 1997 en Moscú por Eugene Kaspersky, un ingeniero informático que sirvió en el Ejército ruso. La compañía se expandió rápidamente, logrando una presencia global, con 3.600 empleados, 400 millones de usuarios e ingresos de unos 620 millones de dólares en 2015, según su página web.
«La empresa nunca ha ayudado, ni ayudará a ningún gobierno del mundo en sus intentos de ciberespionaje», dijo Kapersky Labs en un comunicado este jueves. Asimismo, rechazó cualquier tipo de vínculo con ningún gobierno.
«Kaspersky Labs cree que es totalmente inaceptable que la compañía sea acusada injustamente sin ninguna prueba sólida que respalde esas acusaciones falsas».
]]>