Episodio 702: Game of Thrones acelera el paso

El segundo capítulo de la séptima temporada se aprovecha a eso, sin dejar de armar una estructura de cosas por venir. La mayoría de las secuencias son, principalmente, un anuncio de cosas que ocurrirán: las batallas en Casterly Rock, el ataque a King’s Landing, la reunión de Daenerys con Jon Snow, la de Sansa con Arya, el destino caliente de Varys, el poder de convocatoria de Olenna Tyrell.
Pocas se concretan todavía, y cuando lo hacen es de manera rápida y hasta confusa. No es tiempo para regodearse en batallas cuando se avecina una gran guerra. Así vemos el primer obstáculo para los planes de Daenerys, uno que llega con una inmensa flota marítima, aunque la audiencia no la pueda ver. De hecho, en la secuencia de la batalla sobre ese mar -que no es ubicada en el mapa- los planos permanecen cerrados, mínimos, incómodos, ahorradores. Los productores decidieron gastar poco dinero en una batalla monumental, quizá para poder usarlo más adelante.
Es una de las secuencias que llegan rápido en la trama de este capítulo, donde todo pasa velozmente. Por ejemplo, Daenerys pide que llamen a Jon Snow y le manden un cuervo postal, y a la siguiente escena ya el cuervo llegó al norte. Eficiencia o nada.

La rubia Targaryen prepara su ejército y sus aliados. Tyrion diseña el plan de ataque, uno que toma muy en cuenta al enemigo e, incluso, la opinión pública de los gobernados. El pequeño Lannister conoce los juegos, y a los involucrados, tanto como para ser el principal apoyo a la reunión entre el Rey del Norte y la madre de dragones. Pero a Varys ningún pajarito le soltó que Euron Greyjoy quiere poner sus dos buenas manos sobre Cersei, su fortuna y su poder y para eso prometió no solo pelear a su favor sino llevarle una recompensa: ¿la flota completa de los Greyjoy?
La Targaryen se enfrenta a dos situaciones: la mala fama de su padre -que Cersei sabe aprovechar para meter miedo-, y su desconocimiento de los Caminantes Blancos. Jon Snow viaja al sur y deja a Sansa encargada del Norte, confirmando que todo el mapa ahora está controlado por mujeres y dejando espacio para las intrigas de Petyr Baelish.

Cersei prepara su propia artillería pesada antidragones, y aún no hemos visto si el experimento con La Montaña la hará tener su propio ejército de Caminantes grises. Sam comienza a curar a Jorah, de nuevo una actividad asquerosa. Pobrecito. Y hasta Grey Worm y Missandei se acercan, como nunca antes. Ella le enseñó el «lenguaje de los comunes», y el Unsullied ahora le muestra la lengua del eunuco.

Arya decide ir al Norte y posponer su venganza, y en el camino consigue a Nymeria. El reencuentro, tan anticipado por los fanáticos, muestra en qué uno de los dos lobos supervivientes de los Stark -el otro es Ghost, de Jon-, y aunque el animal no decide acompañar a su antigua dueña, sí le permite hace enlaces con el pasado. «No eres tú» –«That’s not you»– le dice cuando rechaza acompañarla a Winterfell. Prefiere la vida salvaje y su manada que ella gobierna. La frase fue usada en la primera temporada por Arya cuando responde a Ned Stark y su afirmación de que ella crecerá para ser una doncella: «That’s not me».
También, Tyrion utiliza una frase de la primera temporada para generar confianza y complicidad con Jon Snow… la misma que los escritores y productores de la serie crean con quienes han seguido los capítulos desde sus inicios en 2011.
Este es el adelanto del episodio tres de la séptima temporada: