Venezuela

Y así Manuel Rosales llega a la AN con el nombre de Omar Barboza

Omar Barboza, el hombre de confianza del denostado e influyente exgobernador Manuel Rosales, asume desde este viernes las riendas de una Asamblea Nacional (AN) que se resiste a morir tras ser aplastada por el chavismo, en un año en el que Nicolás Maduro busca vías para garantizar su reelección en la presidencia de la República.

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FOTOGRAFÍA: DANIEL HERNÁNDEZ | EL ESTÍMULO

El nombre de Barboza relució al caer la tarde del jueves en una reunión en Caracas del partido Un Nuevo Tiempo (UNT) en que Rosales, según testigos, lo terminó imponiendo frente a dos diputados del partido que sonaban como presidentes del parlamento a Delsa Solórzano, Enrique Márquez y el joven Stalin González. Ni Solórzano ni González asistieron al encuentro.

La designación de Barboza se conoció horas antes que asumió la presidencia de la AN en una sesión con que se arranca el período legislativo 2018-2019. El diputado, de 74 años, releva a Julio Borges, quien terminó su periodo sujetándose a las solidaridades brindadas por la comunidad internacional ante los esfuerzos del chavismo por asfixiar los restos del único poder que no controla en Venezuela.

Barboza es un hombre de confianza de Manuel Rosales. Ambos políticos nacieron en el estado Zulia y fueron formados políticamente en el partido Acción Democrática antes de fundar UNT, una organización minoritaria sin alcance nacional, cuyas decisiones han servido para acelerar la ruptura dentro de la ya desaparecida alianza electoral Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

En los pasados comicios regionales Rosales, un acomodaticio político capaz de bailar el son que le toque el chavismo, fue barrido por el oficialismo en el Zulia, su principal feudo electoral.

El nombre de Rosales causa escozor entre muchos opositores que ven al abogado como una ficha de los intereses del gobierno. En poco más de un mes, el fundador de UNT pasó de ser un antiguo preso político inhabilitado por corrupción, a candidato a la gobernación de Zulia.

Su candidatura fue su sepultura temporal, pues los opositores lo sentenciaron como colaboracionista, pues se lanzó contra sus antiguos aliados de la MUD luego de que la Asamblea Constituyente despojara al gobernador electo Juan Pablo Guanipa de su cargo porque éste no reconoció a ese poder integrado exclusivamente por fieles de Maduro.

La constituyente en realidad funciona como una junta de gobierno con 500 extras y es un  «placet» para darle poderes supremos a Maduro para gobernar por decreto y sin contrabalance de poder.

De este modo, el control por mampuesto de Rosales en el Parlamento electo en diciembre de 2015 servirá para tender puentes al chavismo. Maduro busca el reconocimiento de su fraudulenta constituyente que fue electa el 30 de julio sin cumplir los pasos establecidos en la Constitución de 1999 para usurpar las funciones del parlamento, y que es rechazada por la comunidad internacional.

Luego de perder esa elección ante Omar Prieto, el candidato del gobierno, Rosales impacta a propios y extraños al aparecer en República Dominicana como parte de la delegación opositora que negocia con el oficialismo una salida a la crisis de Venezuela. En diciembre pasado Rosales fue tendencia en Twitter cuando un venezolano lo increpó mientras se paseaba por un bulevar en Orlando. «Eres un traidor», le dijo mientras lo grababa.

Una nueva ronda de negociaciones está prevista en Santo Domingo el 11 y 12 de enero y eso será una prueba para Barboza. Los resultados que salgan de ese proceso podrían marcar su gestión para este año, según analistas y diputados de la oposición.

Barboza es todo un veterano de la política. Pisó por primera vez los escalones del Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo en las años 60 cuando fue diputado por Acción Democrática. Gobernó Zulia entre 1985 y 1989 por el entonces presidente Jaime Lusinchi cuando esos cargos se designaban a dedo.

En 1995 perdió en unos comicios la gobernación ante el entonces paracaidista de la política criolla, el teniente coronel Francisco Arias Cárdenas. Tres años después vuelve al parlamento al ser electo como diputado. Esa función la ha estado compartiendo con sus actividades con la directiva de UNT.

Moderado, respetado entre sus compañeros de la oposición, con gran olfato político y sin ser dado a las polémicas, Barboza estará al frente de un poder que deberá cohabitar con la Asamblea Constituyente… y a la sombra de Manuel Rosales, a quien le rinde cuentas.

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