La marcha recuerda los asesinatos de Bassil Da Costa y Robert Redman, los primeros fallecidos en la lucha opositora contra el Gobierno de Nicolás Maduro el 12 de febrero de 2014.
A la convocatoria hecha por el movimiento estudiantil asistieron dirigentes como Rafaela Requesens, presidenta de la Federación de Centros Universitarios de la UCV (FCU-UCV), David Matheus, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Metropolitana (FCE-Unimet) y los padres de algunos de los caídos en las protestas del año pasado, como Neomar Lander y Juan Pablo Pernalete.
Los presentes acudieron a la marcha vestidos de negro y con pancartas en apoyo a los fallecidos, otros sostenían una rosa blanca en las manos.
Estos jóvenes perecieron producto de las agresiones perpetradas por cuerpos de seguridad en distintas partes del país. Requesens recordó que la caminata se haría en total silencio hasta legar al camposanto.
Más de 150 personas acudieron al lugar y caminaron durante una hora. En el trayecto hicieron varias paradas guardando un minuto de silencio.
Una vez en el cementerio los congregados cantaron el himno nacional, luego Gregorio Pernalete padre de Juan Pablo– agradeció a la ciudadanía por su incondicional apoyo, mientras recalcaba que ellos son sólo una porción del centenar de allegados que perdieron a algún ser querido en medio de las protestas.
El doliente aprovechó para leer los epitafios de tres de las tumbas, entre esas la de su hijo y expresó que esta era la verdad del país, la de jóvenes que murieron para garantizar un mejor futuro.