«En el futuro tendrá un peso enorme sobre el empleo y la actividad en la plataforma continental, y sobre muchos proveedores», declaró el ministro del Petróleo y Energía, Tord Lien, en un comunicado.
Noruega, donde el petróleo representa aproximadamente 20% de la riqueza nacional, sufre de la caída de los precios del petróleo, que se han desplomado a más de la mitad en un año.
El yacimiento Johan Sverdrup, que se espera comience a operar a finales de 2019, supone una inversión de 117.000 millones de coronas (12.700 millones de euros) solo para la primera fase.
Se prevé generá unos 51.000 empleos directos e indirectos.
El yacimiento producirá entre 315.000 a 380.000 barriles por día durante la primera fase, y luego entre 550.000 a 650.000 una vez que esté totalmente terminado.
A título comparativo, Noruega produce actualmente alrededor de 1,5 millones de barriles por día.
Además de Statoil, que posee 40,03%, en el proyecto participan también el sueco Lundin (22,60%), la empresa pública noruega Petoro (17,36%), el grupo privado noruego Det Norske (11,57%) y el danés Maersk (8,44%).