La decisión del martes llega tras una investigación para analizar si la absorción afectaría al mercado. La comisionada Antimonopolio de la Unión Europea, Margrethe Vestager, informó que la aprobación del acuerdo dependía de la venta de la división de turbinas de gas ya que afectaría a la competencia en un sector que ella considera clave para la lucha contra el cambio climático.
Aun así, agregó que la aprobación del acuerdo «muestra que Europa está abierta para el comercio y que la tecnología desarrollada en Europa puede prosperar y atraer a la inversión extranjera».
Vestager agregó que partes del negocio de turbinas de gas para tareas pesadas se venderían a Ansaldo de Italia.