Venezuela

El "ecosocialismo" es un invento de viejos marxistas

El primer ministro del Ambiente en Latinoamérica, Arnoldo Gabaldón, hizo el pasado mes de octubre una lectura personal y profesional de lo que ocurrió con el despacho que él dirigió hace casi 40 años. 

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Andrea Hernández

En un país donde la basura es parte del paisaje y el agua no es insípida, incolora ni inodora, el Poder Ejecutivo ha decidido fusionar el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente con el Ministerio del Poder Popular para la Vivienda y Hábitat. El resultado es el Ministerio del Poder Popular para la Vivienda, el Hábitat y el Ecosocialismo.

Más que palabras, esa combinación de despachos ahora incorpora un término que no aparece en ningún artículo de la Constitución Nacional: el “ecosocialismo”. Sumar vocablos y restar ministerios es para el ingeniero Arnoldo José Gabaldón Berti —76 años— solo una torpeza más del Gobierno que ha ocupado el poder desde hace 15 años. El primer ministro del Ambiente en Latinoamérica y expresidente del Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ofrece puntos de vista que la experiencia ha macerado en el tiempo.

El socialismo contra el ambiente

—¿Qué es el «ecosocialismo»?

Es un término inventado por unos autores marxistas después del derrumbamiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética (URSS). Son de esas palabras que funcionan como una suerte de fuego artificial para darle relevancia a algo de lo que ese régimen socialista descuidó. Cuando cayó la cortina de hierro los pasivos ambientales que se encontraron fueron inmensos. Esa gestión ambiental fue sumamente deficiente para que hablen de “ecosocialismo”. Esa palabra-cohete fue captada e introducida en el Plan de la Patria. Es uno de los cinco ejes para demostrar la preocupación que tenía el difunto presidente [Chávez] sobre el ambiente.

En un sillón y de espalda al Ávila -o el Waraira Repano- Gabaldón explica que en la Constitución no está contemplado el famoso “ecosocialismo”, pero sí lo está el desarrollo sustentable. Además comenta que uno de los últimos regímenes de izquierda, el Chino, ha sido especialmente agresivo contra el medio ambiente.

—Sobre la gestión ambiental de este Gobierno…

Este Gobierno habla para criticar al capitalismo que originó el fenómeno del cambio climático. Pero resulta que los venezolanos nos hemos convertido en los mayores emisores de gases de efecto invernadero. Es el país que tiene mayor consumo per cápita de combustibles. individualmente estamos a la cabeza de América Latina en todo lo contrario de lo que deberíamos estar haciendo. En el caso de las zonas protegidas, el Gobierno está permitiendo las construcciones dentro de los parques nacionales Henri Pittier y hay testimonios de construcciones de la Misión Vivienda en lo Médanos de Coro. El tema no es tener las áreas protegidas, sino cuidarlas como deben ser cuidadas.

—¿Cree que la materia ambiental está entre las prioridades?

En estos últimos 15 años, el ministerio se ha debilitado mucho porque se metió el factor partidista. Empezaron a obligar a marchar en las manifestaciones pro gubernamentales al personal.Y este ya no se considera estimulado a perseguir estudios que mantengan a Venezuela a la vanguardia ambiental. Se fue perdiendo la motivación.

Bajar la categoría

El ex ministro del Ambiente señala que uno de los primeros factores degradantes del ambiente en Venezuela es la industria petrolera. Por lo tanto, desde que se creó el Ministerio del Ambiente las relaciones con Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) han sido muy cordiales, pero a la vez muy alertas. Asimismo, considera que se logró transmitir a la industria petrolera una conciencia que hizo que se desarrollara un sistema de gestión ambiental. Opina que durante estos 15 años, esas relaciones con Pdvsa se han debilitado. Ahora, se le ha ordenado al despacho que pretende proteger el medio ambiente que autorice todas las intenciones de la compañía petrolera: “Ese papel del vigilante del principal degradador del ambiente se vino abajo”.

—¿Qué significa para los ecosistemas en Venezuela esa fusión de ministerios?

Que coloquen al Ministerio del Ambiente debajo del de Vivienda y Hábitat significa bajarlo de categoría. Esto es una expresión de las prioridades del gobierno. Además lo colocan dentro del despacho que en la actualidad está produciendo la mayor cantidad de problemas ambientales. Y para facilitarle aún más esa labor de destrucción del entorno a ese despacho, ahora se le va a colocar el organismo que le daba las autorizaciones por debajo. El ente regulador se convirtió en ente regulado.

El ingeniero cuenta que Venezuela no siempre fue el último país de la fila en materia ambiental. Antes de participar, en el año 1972, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de Estocolmo, el senado ya estaba discutiendo la Ley Orgánica del Ambiente. La delegación de venezolanos que formó parte de ese evento tomó como modelo la Declaración de Estocolmo y realizó modificaciones en el documento legal. Luego, se planteó un proyecto de constitución de una cartera del ambiente. Para ese momento, Gabaldón era ministro de Obras Públicas y bajo su dirección se encontraba la administración de las aguas.

«Así empezó ese proyecto», puntualizó el ex ministro. Más adelante se dieron cuenta de que hacía falta un instrumento que le procurara dientes al despacho. El proceso de ortodoncia legislativa duró cuatro años. Se aprobó la Ley Penal del Ambiente y Venezuela fue de nuevo, uno de los pioneros en materia ecológica.

Bota militar que pisotea

—¿Cómo se encontraba el país en cuestiones ambientales con respecto a sus pares latinoamericanos?

En 1976 el Gobierno incluyó el nuevo despacho. Venezuela era el primer país en América Latina en tomar una decisión de esa envergadura. Era un modelo a seguir en el continente. En esa época había muchas dictaduras en América del sur y a los militares no les interesa el medio ambiente.

—¿Usted considera que los militares deciden ahora?

El Gobierno está manejado por la Fuerza Armada [Nacional Bolivariana]. Esto significa que la mayor parte de los despachos están manejados por profesionales que tienen muy poco apego a la problemática ambiental. Como lo han demostrado tradicionalmente. ¿Cuál ha sido la gestión ambiental de las dictaduras de América Latina?

Conexiones rotas

—¿Qué encarna para usted la eliminación del primer Ministerio del Ambiente de Latinoamérica?

Para mí la significación es puramente sentimental y profesional porque yo no tengo ningún vínculo actual con ese ministerio. Sí tengo mucha gente que me aprecia en el despacho y me buscan cuando hay que dar una conferencia. Es sobre todo un interés por una causa porque además yo después de esa gestión me he dedicado a la docencia en la rama de la gestión ambiental.

El ingeniero civil sí mantuvo los vínculos que lo adhieren al ámbito de los proyectos de desarrollo sustentable. Considera que en general, se debería buscar la preservación ecológica de nuestro crecimiento económico porque el desarrollo sustentable tiene distintas dimensiones, como la social y la económica. Explica que se han hecho numerosas propuestas estos últimos 40 años con respecto al agua, el cuidado de las cuencas hidrográficas. Estos problemas afectan a todas la clases sociales, sobre todo a las clases más humildes.

—En cuanto al presente, ¿hacia dónde deberían estar enfocados los esfuerzos de los ambientalistas?

Una de la prioridades ahora sería cómo fortalecer el organismo tan venido a menos. Hoy habría que dotar al ministerio con unas capacidades que no tenía para poder lidiar con las condiciones del problema del cambio climático. En este momento toda la atención hay que ponerla en la derogación del decreto 1227, que es el que establece este nuevo ministerio; entra en vigencia el 1 de enero de 2015. Ese despacho no existe todavía.

Incluso dentro de las fuerzas que gravitan en el partido gobernante ha habido protestas. Gabaldón señaló que en el sitio web oficialista Aporrea algunos autores manifestaron su desacuerdo con la fusión del Ministerio del Ambiente con el de Hábitat y Vivienda. Lo calificaron como un autogol para el chavismo.

Gol o autogol, no queda duda de que este trueque improvisado en la plantilla ministerial puede dejar aún más desatendido el ya magullado medio ambiente venezolano. Asimismo, también puede significar un retroceso de 40 años en materia ambiental. Para el primer ministro del Ambiente de Latinoamérica las preocupaciones se multiplican cuando recuerda tragedias como la de Amuay, la contaminación de las aguas y el “ecosocialismo”.

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