Internacionales

Europa se deja tentar por un "certificado de vacunación"

La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno europeos reveló que crece el interés por desarrollar una suerte de pasaporte de vacunación. Y aunque se plantean dilemas éticos por la posibilidad de que se convierta en instrumento de discriminación, es algo que ya está en camino. Solo le falta fecha

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EFE / Archivo
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El interés entre los jefes de Estado y de Gobierno por tener en verano un certificado de vacunación aumentó este jueves, durante la cumbre que celebraron telemáticamente, aunque aun persisten las dudas sobre el uso exacto que se le debe dar al documento, para no crear privilegios a la hora de viajar para las personas que se han vacunado.

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que todos los líderes europeos estuvieron hoy de acuerdo en desarrollar un sistema a nivel europeo que permita homologar los diferentes pasaportes de vacunación que están desarrollando los Veintisiete.

Aunque la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, fue más cauta y alertó contra unas «expectativas demasiado altas, demasiado pronto», porque al menos se requieren tres meses para avanzar en los aspectos técnicos, antes de que este certificado pueda implantarse a nivel europeo.

Y al mismo tiempo, aun hay que resolver las cuestiones políticas, subrayaron los líderes europeos en sus comparecencias al término del encuentro.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, avisó de «preocupaciones legítimas en cuanto a un riesgo de discriminación», esto es, que el certificado otorgue a las personas vacunadas derechos que no tienen las que no han recibido la inmunización.

«Esto genera un debate que tenemos que tener en cuenta. Pero entre ahora y marzo esperamos tener algún progreso sobre esta cuestión», añadió el político belga.

En la misma línea se expresó el presidente francés, Emanuel Macron, que aseguró que el certificado «no debe ser condición para poder viajar», mientras Merkel defendió el documento como una opción «complementaria».

En parte, porque el porcentaje de población vacunada a día de hoy es aún reducido -un 8 % de la población adulta en la UE, dijo hoy Von der Leyen-, por lo que para que se permita viajar a las personas inmunizadas, antes se debe haber ofrecido la opción de recibir el fármaco al resto de ciudadanos, dijo la canciller alemana.

España lo quiere

Más favorables se mostraron los líderes de los países del sur de Europa, muy dependientes del sector turístico.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, defendió el certificado de movilidad como una herramienta válida y útil, y por ello pidió trabajar de forma conjunta en su desarrollo, para evitar que cada país decida su propia fórmula, prevenir situaciones injustas.

También el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, impulsor de la medida, exigió el documento antes de que el sector privado y las grandes empresas tecnológicas se muevan en esa dirección, al tiempo que advirtió de que «si no lo hacemos como Unión Europea, alguien más lo hará por nosotros».

En este sentido, Von der Leyen, defendió la necesidad de pactar un aplicación a nivel europeo, para evitar que «otros aprovechen el vacío» y apuntó que empresas como «Google y Apple están ofreciendo soluciones a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Acelerar la vacunación

Mientras tanto y ante el avance de las variantes, los líderes europeos acordaron mantener las restricciones a los viajes no esenciales, como ya pactaron en su anterior encuentro en enero.

«La situación epidemiológica continúa siendo seria y las nuevas variantes plantean retos adicionales. Por eso, debemos mantener restricciones estrictas», dijeron en la declaración conjunta.

Según Von der Leyen, la variante del Reino Unido está circulando ya en todos los países de la UE menos uno, la sudafricana en catorce y la de Brasil, en siete.

Por eso, hoy en día el gran objetivo sigue siendo aumentar la capacidad de vacunación, como pidieron España, Bélgica, Lituania, Polonia y Dinamarca, en una carta enviada el martes a Michel.

Los líderes europeos exigieron a las empresas farmacéuticas que garanticen «la previsibilidad de la producción de sus vacunas» y que «respeten sus plazos de entrega», según la declaración que publicaron al término del encuentro.

Von der Leyen dijo que tanto Pfizer-BioNTech como Moderna está «cumpliendo sus contratos», pero señaló que respecto a AstraZeneca hay «espacio de mejora respecto al cumplimiento» del acuerdo y aseguró que «vigilamos muy de cerca lo que sucede» con la farmacéutica anglo-sueca.

Precisamente el consejero delegado de la compañía anglo-sueca, Pascal Soriot, dijo hoy que espera «ponerse al día» de cara al segundo trimestre, según dijo hoy en una intervención en el Parlamento Europeo.

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