El lapso para recibir el suero antiofídico es de máximo dos horas, aunque debe ser lo antes posible. El médico de urgencias Carlos Valero desaconseja los torniquetes, vendajes o presiones sobre la herida para no aumentar la necrosis y recomienda algunas medidas que pueden llegar a salvar la vida
La lamentable muerte por complicaciones de una mordedura de serpiente de una señora que paseaba con sus perros por Oripoto, en El Hatillo, ha alertado a los caraqueños sobre la posible presencia de estos animales en zonas residenciales y de que se produzca un accidente ofídico.
Rara vez las serpientes atacan, a menos que se vean amenazadas. Pero si ocurre una mordedura, es bueno hacer (¡y no hacer!) varias cosas que pueden ayudar a neutralizar más rápido el veneno e incluso, salvar la vida.
Carlos Valero, cirujano egresado de la Universidad Central y médico residente de una sala de emergencias, explica claramente los pasos a cumplir. Enfatiza en que lo urgente es buscar asistencia médica, sea acudiendo a un centro hospitalario o llamando a un servicio a domicilio. Pero también hay otras cosas importantes:
«De 10 minutos a dos horas, máximo», expresa el doctor. Pero no hay que confiarse ni esperar para ir al centro asistencial. A veces demora obtener el suero específico, sobre todo si no se conoce qué especie de serpiente mordió. Lo primero que hay que hacer, siempre, es buscar ayuda médica.
Algo que recomienda Valero es llamar, en el camino, al centro asistencial para que sepan que va una persona con mordedura de serpiente y puedan ubicar más rápido el suero.
Si la mordedura de serpiente fue en el tobillo, hay que quitarse medias y zapatos. Y si fue en la mano o alguna parte del brazo, retirarse anillos, relojes, pulseras… Esto es porque el volumen de la herida crece y todo eso la puede apretar.
«No se recomienda. La presión disminuye el riego sanguíneo y si no conocemos la especie ofídica, podemos exponer el tejido a una mayor necrosis y a otras complicaciones», explica este médico del equipo de Urgencias de la clínica Santa Paula en Caracas.
Carlos Valero niega: «No. Eso no hace salir el veneno, como cree la gente».
«Sí es conveniente lavar con agua y jabón o con cualquier solución estéril, como agua oxigenada, solución yodada o solución salina, eso mientras se prepara el traslado al centro asistencial. Ayuda a eliminar los contaminantes y a no sobreinfectar la herida. Es muy importante en caso de un accidente ofídico», apunta Valero.
«Este punto es muy controversial. Existe la creencia popular de que hay que hacerlos. No es así. No a los torniquetes», sentencia el médico de urgencias.
El torniquete es malo en muchos sentidos. Detalla el especialista que los venenos ofídicos más comunes hacen una reacción local muy fuerte, forma necrosis y aumenta el volumen de la herida. Con el torniquete, el riego sanguíneo disminuye y aumenta la necrosis porque a las células no les llega el oxígeno ni la glucosa que lleva la sangre y mueren. Además, puede empeorar el llamado «síndrome compartamental» que es el aumento notorio del edema y del volumen.
«Ahora, si se va a auxiliar a alguien con mordedura de serpiente que ya tiene un torniquete, hay que dejárselo hasta llegar al centro asistencial», dice.
«Mejor no», responde el médico. «Solo si está sangrando se puede colocar una gasa o hacer un vendaje muy suave con gasa de por medio hasta llegar al centro asistencial», dice.
Los vendajes impiden evaluar y monitorear la herida, algo que debe hacerse todo el tiempo, incluso por las personas cercanas a la víctima de la mordedura, antes de que los vea un médico.
«No existe ningún medicamento de choque que pueda mejorar la situación. Los fármacos deben ser prescritos por el médico según el tratamiento, incluso los analgésicos», expresa Valero.
«Lo ideal es inmovilizar la herida pero, y esto es muy importante, si el paciente está solo tiene que caminar o manejar hasta el centro asistencial, debe hacerlo. Ir al hospital o a la clínica no se puede retrasar«, enfatiza.
Es muy importante que la persona se fije en la hora en que lo mordió el ofidio. Esto es un dato básico para el médico. También es muy bueno que quienes acompañen a la persona, anoten todos los síntomas que presente, sean locales o sistémicos, y las horas en que aparecen.
Los síntomas locales son enrojecimiento, secreción, dolor, aumento de volumen de la herida o la piel alrededor.
Los sistémicos son hipotensión, taquicardia, vómitos, dolores en el pecho o en el estómago, taquicardia, vomitos, diarrea, problemas neurológicos como deterioro del estado de la conciencia, parálisis o si orinó rojo.
«Hay que anotar todo minuto a minuto«, insiste.
Aunque el susto puede paralizar a la persona que sufrió el accidente ofídico, es sumamente útil que se fije en el tipo de serpiente que la atacó. Esto es fundamental para emplear, lo antes posible, el suero más efectivo.
«Si es posible capturar el espécimen vivo, mejor. Así sirve para producir más suero. Si la mataron, tomarle foto, anotar las características para identificarla y que el médico sepa cómo actuar», alerta Varelo.
Al respecto, Dimas Abreu, ingeniero de Desarrollos Takamajaca y especialista en salud pública y control de plagas, explica que la mayoría de los ofidios que aparecen en áreas urbanas son culebras cazadoras o ratoneras. Sin embargo, la aparición de mapanares o cascabeles también es posible y, sobre todo, por las lluvias erráticas que las alborotan.
«Si atrapan al ofidio, antes de matarlo, pueden enviarnos una foto para identificar qué especie es. Porque las cazadoras son útiles para el medio ambiente», dice Abreu. Ofrece su Whatsapp para el envío de las fotos de serpientes: 0414-4580432. También se ofrece a buscar alacranes que hayan atrapado vivos para fabricar sueros.
Actualmente, el laboratorio Biotecfar, de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela elabora sueros antiofídicos y de otras especies y los distribuye masivamente a hospitales, clínicas y otros servicios médicos.
Carlos Valero. Instagram @CarlitosValeroB
