China podría volverse «demasiado riesgoso» para las empresas estadounidenses si no cambia el clima regulatorio, advirtió el miércoles la secretaria de Comercio norteamericana, Gina Raimondo, en el cierre de su visita a la potencia asiática.
En el cuarto día de su gira a China, Raimondo aseguró haber planteado «temas difíciles» en sus encuentros con las autoridades locales.
El ambiente empresarial en China «tiene que ser predecible, tiene que haber un terreno de juego parejo, tiene que haber un debido proceso, tiene que haber transparencia», declaró en conferencia de prensa en Shanghái.
«Las empresas estadounidenses necesitan ver que se tomen medidas para abordar estos temas, de lo contrario será considerado demasiado riesgoso» invertir en China, agregó.
Raimondo es la cuarta alta autoridad estadounidense en visitar China los últimos meses, buscando atenuar las diferencias entre ambas partes en torno a numerosos temas de seguridad y económicos.
«Planteé temas difíciles como subsidios, como las prácticas antimercado, como los allanamientos a firmas estadounidenses, como el robo de propiedad intelectual«, aseguró la secretaria de Comercio.
No obstante, calificó sus conversaciones como «productivas» y como un «inicio excelente».
Las firmas estadounidenses en China han denunciado lo que consideran un entorno empresarial injusto, con escasa protección de la propiedad intelectual y un trato preferencial para los competidores locales.
Tal sentimiento se ha visto reforzado este año por las medidas tomadas contra firmas de consultoría estadounidenses que operan en China.
Una nueva y ambigua ley antiespionaje que entró en vigor el 1 de julio también espantó a las firmas locales y extranjeras que intentan descifrar las intenciones de las autoridades y cuáles son los límites de su actividad según esta nueva normativa.
Correos pirateados
Raimondo aseguró que también planteó a las autoridades el supuesto pirateo de su correo electrónico por parte de agentes basados en China.
«Mencioné que mis propios correos electrónicos habían sido pirateados«, afirmó, al señalar que se trata de un «ejemplo de una acción que erosiona la confianza en un momento en el que estamos intentando estabilizar la relación».
Raimondo aprovechó el viaje para buscar discusiones más abiertas con China sobre sus restricciones comerciales y las dos partes acordaron crear un grupo de trabajo para abordar sus disputas comerciales.
También insistió en que las restricciones estadounidenses a las empresas chinas, que según Washington son para proteger su seguridad nacional, no deben afectar a las relaciones comerciales en términos más amplios.
Pero el primer ministro chino, Li Qing, advirtió el martes a Raimondo que las medidas estadounidenses «politizan» la relación comercial y que serán «desastrosas» para la economía global.
«La politización de los asuntos económicos y comerciales y la extensión excesiva del concepto de seguridad no solo afectarán gravemente las relaciones bilaterales y la confianza mutua», dijo Li a Raimondo, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
Raimondo se reunió el miércoles con estudiantes en el campus de Shanghái de la Universidad de Nueva York e intervino en una reunión de mujeres ejecutivas organizada por la Cámara de Comercio Estadounidense en la ciudad china.
El presidente de esa cámara en China, Michael Hart, dijo a la AFP que la organización apoya las palabras de Raimondo.
«Hemos sido muy claros en nuestras reuniones con el gobierno chino en que, si bien algunas empresas estadounidenses prosperan, algunas acciones como el allanamiento de nuestras compañías y la restricción sobre flujos de datos, no ayudan a atraer más IED (inversión extranjera directa)», afirmó Hart.