Las galletas se adueñan de la movida gastronómica

Apenas un mes ha sido suficiente para que los capitalinos comenzaran a engancharse con las galletas de The Cookie Bar.  En la casa de la familia Castejón siempre se habían elaborado buenas galletas, pero desde el mes de febrero decidieron dejar de ser un postre que deleitaba a los amigos, para convertirse en un negocio familiar.
Mariangélica Castejón es la artífice de las recetas y guía las preparaciones. Ella es la pastelera que se esconde tras los hornos de The Cookie Bar Caracas, junto a su mamá. Su hermana, Isolina Castejón lleva la cuenta de Instagram @Thecookiebar.ccs, donde ya cuentan con más de 4 mil seguidores. Se les suma Neirelys Barrios, amiga de la familia, quien maneja la parte comercial. Así se conforma este emprendimiento de galletería donde las mujeres tienen la batuta.
La primera prueba con el consumidor caraqueño fue una feria en el Centro San Ignacio. Las muchachas abrieron con 500 galletas y al cabo de 5 horas ya habían agotado todo su inventario. La receptividad había sido inmediata, las fotos de sus creaciones inundaban las redes sociales, y empezaban el segundo reto: aumentar la producción y generar un vínculo con sus compradores.

Para los tradicionales y los vanguardistas
El catálogo de sabores incluye, actualmente, 5 opciones:
Chispas de chocolate es la más tradicional de las recetas de galletas y la favorita de los “cookie lovers”. El secreto está en que usan gotas de chocolate de calidad (no sucedáneo) en abundantes cantidades. Para sus creadoras es la que abre las puertas de la confianza de los consumidores.

“Si no tienes una buena galleta de chispas, es difícil que el resto de las creaciones sean sabrosas” resumen las hermanas Castejón.
La galleta de brownie es en la que todo el sabor del popular postre de chocolate se condensa a la manera de galleta.  Red velvet, es una de las innovaciones de la marca y lleva todo el sabor de la ya famosa masa de torta roja a una pieza de galletería, para luego coronarla con una mezcla de queso crema y azúcar glas que se coloca al momento, en generosas cantidades, a gusto del comprador.

Tiramisú es la deconstrucción del popular postre frío italiano, llevado magistralmente a una galleta. Se trata de una masa saborizada con café espresso, a la que después de horneada se le coloca un topping de chocolate blanco venezolano, y que al momento de entregarla se le espolvorea con cacao. Y finalmente Caramel Salty, una inspiración de la repostería americana (muestra de la fuerte influencia de la galletería estadounidense que posee la marca The Cookie Bar). Se trata de 2 capas de galletas rellenas con un caramelo “fudge” al que se le agrega un suculento toque de sal granulada, logrando así un delicioso contraste del dulce y el salado.

Algo viene sobre ruedas
Neirelys Barrios, socia de la marca, cuenta que la proyección de The Cookie Bar es convertirse en el primer food truck de galletería caraqueña. La idea es que en el carrito se horneen al momento las galletas, y se ofrezcan – recién hechecitas- en diferentes puntos de la ciudad, uniéndose así a una tendencia que está marcando la pauta gastronómica de Caracas. El truck ya está en construcción, y esperan que en par de meses esté rodando por la capital, impregnando la ciudad con el aroma de las galletas recién horneadas.

Nuevos sabores
En los hornos de The Cookie Bar el proceso creativo no para. Próximamente nos deleitarán con  nuevos sabores de galletas: Avena, torta de zanahoria, limón, y una propuesta no convencional de chocolate con tocineta. La incorporación de frutas en las galletas es algo con lo que las chicas de The Cookie Bar han coqueteado en algún momento. Incluso trabajan en una galleta que recree a la perfección el añorado sabor de las reinitas, un ícono de la galletería que desapareció del mercado nacional hace algunos años.
Una galletería gourmand
Emulando conceptos como The Cookie Jaar (Colombia) y Ben´s Cookies (Reino Unido), con The Cookie Bar Caracas se sube el nivel del mercado de la galletería en la capital venezolana, revindicando a la galleta como una noble pieza horneada que puede sorprender a los paladares más exigentes. Por ahora pueden encontrarse en ferias gastronómicas, o hacer pedidos a partir de 12 galletas. Mientras aguardamos (impacientes) que el carrito de galletas recorra las calles de Caracas.

 
 
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