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Caos para encontrar gasolina gratis (o casi) en Venezuela

La venta libre de gasolina premium en dólares en las 200 estaciones de servicio autorizadas por el régimen de Nicolás Maduro no había comenzado a media mañana del lunes 1 de junio. En medio del desorden crecían las largas filas en las demás gasolineras donde la gasolina era "vendida" al irrisorio precio de un dólar por tanque de 40 litros, o directamente regalada a transportista de carga y de pasajeros.

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Manaure Quintero |Reuters

Centenares de vehículos de pasajeros y de carga hacían fila la mañana del lunes en las estaciones de servicio para abastecer gratis gasolina, dentro de un nuevo esquema que pretende poner fin al colapso del mercado interno de combustibles en Venezuela. Pero la improvisación reinaba en todas estas instalaciones controladas por la Guardia nacional y la Policía Nacional, mientras los conductores estaban al límite de la paciencia.

Autos particulares también hacían fila de acuerdo al número de placa del vehículo para conseguir la gasolina por un valor equivalente a un dólar el tanque de 40 litros.

En las 200 estaciones de servicio que han sido privatizadas y dolarizadas a razón de $0,50 el litro de gasolina premium, las ventas no habían comenzado en firme a media mañana, dijeron conductores vía telefónica.

Dos años y retraso

En el primer día del nuevo modelo que tardó casi dos años en ser implementado (fue anunciado por primera vez en agosto de 2018) se inició con fuerte retraso y evidente desorganización, constataron periodistas y testigos.

La improvisación de última hora fue evidente en todas las gasolineras visitadas y según reportes de testigos presenciales y recogidos a través de las redes sociales.

En la mayoría de las gasolineras no habían llegado los camiones surtidores con el combustible este lunes. Y eso que ya desde el viernes el régimen de Nicolás Maduro había prometido con bombos y platillos que normalizaría el suministro a partir de esta semana y sin mayores problemas.

En las primeras gasolineras que comenzaron a operar, el sistema comenzó a mostrar sus virtudes:

Premium que no arranca

El sistema de venta en dólares a 0,50 el litro no había comenzado a trabajar con la gasolina “premium” no regulada porque no había disponibilidad del producto.

Por su parte, motociclistas se quejaban de que no habían podido conseguir el combustible subsidiado al precio de Bs  5.000 el litro. Tendrán un cupo mensual de 60 litros por motocicleta, por los que tendrán que pagar en total 1,50 dólares por mes.

Industria en ruinas

Venezuela depende de gasolina importada, tras la ruina de sus sistema de refinación de la estatal Pdvsa. Hasta hace pocos años este era uno de los más poderosos y eficientes del mundo, con una capacidad instalada sobre el millón de barriles por día de procesamiento. Pero años de ineficiencia gerencial y corrupción dieron al traste con las refinerías, que están semiparalizadas. Más recientemente, las sanciones de Estados Unidos que impiden la importación desde ese país de naftas petroquímicas, gasolinas semi formuladas y aditivos hicieron el resto.

Hasta hace poco el país dependía también de la petrolera rusa Rosneft, que según Maduro abastecía tres millones de barriles por día al mercado nacional. Pero la empresa también se fue para no exponerse a sanciones de Estados Unidos  por negociar con el régimen chavista.

Este mes, la oferta disponible llegó al país en  tres barcos enviados por Irán, otro socio estratégico del chavismo. Pero el combustible apenas está comenzando a ser distribuido.

En las estaciones que seguirán regalando la gasolina a transportistas de pasajeros y de carga tampoco había comenzado el servicio, mientras los ánimos comenzaban a caldearse entre los conductores que llevaban esperando desde el día anterior o desde la madrugada.

Gasolina y costumbre

Hasta entrada la mañana del lunes el suministro no había comenzado por dificultades técnicas. El sistema oficial incluye identificar a cada comprador y registrar hasta su huella dactilar.

En varias estaciones de servicio los equipos de biopago no habían llegado. Conductores pacientes esperaban que comenzara a funcionar el mecanismo que evidencia las enormes distorsiones para comercializar los escasos combustibles en este quebrado país.

Pablo Escalona, conductor de los autobuses de la ruta Magallanes de Catia (oeste) Chacaíto (este), dijo que llegó a las tres de la mañana a la cola de una estación en La Paz junto con otros ocho compañeros de la ruta.

A las 10 de la mañana no había comenzado la venta porque no habían llegado los artefactos electrónicos de pago.

El dilema del pasajero

En la fila había unos 27 autobuses, de 54 puestos. Cada uno tiene capacidad para llenar 100 litros de gasolina. Según los conductores, el tanque les duran cuatro días.

Trabajando desde las 5 de la mañana hasta las cuatro de la tarde hacen cuatro vueltas, explicaron.

Entonces, por día, suponiendo que en cada recorrido el autobús viaje lleno, con todos los puestos ocupados, transportarían al menos 432 pasajeros ida y vuelta entre los dos puntos de la ruta, según cálculos propios de El Estímulo.

Con el pasaje a Bs 10.000, facturarían unos 4,3 millones de bolívares ($21 por día).

En dos días y pico de trabajo intenso lograrían completar unos $42 equivalentes de ingreso bruto.

Si esa misma gasolina entregada gratis por el gobierno la vendieran en el mercado paralelo al precio referencial de 0,50 el litro, que es lo que vale a partir de este lunes 1 de junio en las 200 estaciones del país de libre convertibilidad, lograrían facturar los mismos 50 dólares sin mayor problema.

Eso sin perder mayor tiempo, sin el desgaste físico personal ni del vehículo. Tampoco tendrían que correr el riesgo de ir por las calles de Caracas todo el día, lidiando con pasajeros, en una ciudad violenta y ahora en medio de la pandemia de covid-19.

Crisis estructural

Venezuela enfrenta una aguda crisis energética en todos los frentes. Hay una escasez crónica de electricidad, gas natural, gasolina, y diesel.

Por eso los análisis independientes apuntan a que el nuevo sistema vigente desde hoy para vender la gasolina alimentará la corrupción y no resolverá el problema estructural.

La falta de gasolina ha paralizado casi por completo el país desde hace dos meses, y apenas se mantiene en movimiento un mercado negro controlado por policías y militares donde el litro era vendido en dos y tres dólares para los usuarios más urgidos.

Esta mañana los compradores esperaban que los precios allí comenzaran a bajar para alinearse más cerca de los $0,50 por litro, en que estará disponible en el mercado libre de las 200 estaciones del país dolarizadas y privatizadas por Maduro.

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