Los puentes de París caen de amor

No se equivocó aquel que dijo que el amor hace girar al mundo. Tampoco fueron mentiras las palabras susurradas al oído de alguna dama: “el amor rompe todas las barreras» ─sobre todo cuando el asunto se hizo literal. Los puentes de París, símbolos para el “happy ever after”, empezaron a presentar fallas por la cantidad exagerada de candados de metal guindados en las barandillas de las edificaciones. El peso del amor era incalculable, hasta que empezó a deteriorar barandas.

El puente más conocido para hacer el ritual amoureux es el Pont des Arts,  cuyo paso va por encima del río Sena y une el camino hacia el Museo de Louvre y la Academia Francesa, en París. Las parejas se juran amor eterno colocando sus nombres al candado para luego sellarlo en las barandas y tirar la llave al río.

No se sabe con exactitud el momento en que empezó a ser un símbolo para todas las parejas –como lo fue para Kourtney Kardashian y su esposo Scott Disick en su reconciliación del 2012. Las autoridades de la ciudad  reportan que, a partir del 2008, los turistas empezaron a  usar el candado en pareja. El asunto es precedido por la publicación del libro y película Tengo ganas de ti de Federico Moccia. En el bestseller aparece una escena en el que unos enamorados se juran amor eterno con los candados en el Ponte Milvio de Roma. Muchos aseguran que el estreno de la película hizo del lugar un hito.

Pero las promesas de todos los turistas fueron tan desmesuradas que ni un puente pudo aguantar tantas palabrerías. En junio de este año se cayó una de las barandas y existen muchos metales del Ponts des Arts que empiezan a doblarse. El problema con el pasadero fue que no fue hecho para aguantar tanto peso –ni juramentos. Según el Ingeniero Civil Adolfo Antonio Miquilena el problema radica en que la estructura no fue hecha para esas funciones y tampoco se cumple el mantenimiento correspondiente “cualquier edificación que se le coloque más peso del debido empezará a agrietarse”. Pero la mejora solo depende de las medidas que decidan tomar las autoridades con respecto a los miles cerrojos «hay que ver cuántos candados están colgados, y según el peso, calcular cuanto podrá soportar», concluye Miquilena.

El tema esotérico detrás del “cierre de candados” desata organizaciones como nolovelocks.com que buscan defender los daños que causan las supersticiones de los románticos. Según las voceras de la organización, Lisa Anselmo y Lisa Taylor Huff, el mal uso resulta un problema para la seguridad de la ciudad. Presenta un alto costo por mantenimiento y genera daño ambiental. Las voces de estas dos mujeres han generado eco en las redes sociales. El número de retweets hizo que las autoridades consideraran el hecho de plantearles un nuevo ritual a los turistas: intercambiar candados por selfies.

Aunque el asunto tome muchos años, solo el tiempo dirá si las columnas en medio del río Sena seguirán aguantando el peso de los metales, y si el hechizo de amor de numerosas parejas será inmune el cambio que decidan hacer las autoridades. Y si de supersticiones se trata habrá que preguntarse porqué las bases del amour empiezan a agrietarse ¿Habrán pesos muy pesados?

Foto del Ponts des Arts antes del 2008