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En el centro del país se juega el todo o nada

Los estados del centro del país, todos pertenecientes al llamado "corredor electoral" de importancia capital en la contienda política, se disputan entre pesos pesados del espectro partidista. Henrique Capriles deja la gobernación de Miranda encomendada a Carlos Ocariz, quien debe imponerse al relevo de la revolución, Héctor Rodríguez, que ha contado con no poca ayuda del propio CNE. Pero en Carabobo, Aragua y Vargas la contienda también está por definirse. La oposición es fuerte en estos territorios y una vez más el péndulo puede cambiar de margen en el voto nacional

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Miranda, la joya

Carlos Ocariz representa la continuación de Primero Justicia (PJ) en el estado Miranda, partido que encontró fuerza con su dirigente Henrique Capriles Radonski. El actual alcalde del municipio Sucre es fundador de la tolda amarilla y fue respaldado por el gobernador saliente durante las primarias que se hicieron casi sin necesidad: tan solo la autoridad del municipio Carrizal, José Luis Rodríguez lo desafió con la tarjeta de Un Nuevo Tiempo, y el exmandatario regional Enrique Mendoza con Copei. Ocariz los barrió.

Antes de entrar de lleno en la administración pública, Ocariz fue parte del equipo de trabajo de Mendoza, entonces gobernador de Miranda, entre 1996 y 1999. Se desempeñó como presidente-coordinador de la Fundación de Desarrollo Social. En el año 2000, consiguió un escaño en la Asamblea Nacional y se convirtió en el diputado más joven para el momento, con 29 años, inaugurando la bancada del naciente partido Primero Justicia Sus aspiraciones lo llevaron a competir por la alcaldía del municipio Sucre en 2004, con intenciones de impedir la reelección de José Vicente Rangel Ávalos, aunque sin frutos. Llegó al cargo que hoy ostenta en 2008 y fue reelecto con 52,69% en 2012, cuando compitió contra el cantante y exbeisbolista Antonio “El Potro” Álvarez, abanderado del chavismo.

Muy poco han lidiado los mirandinos con una gobernación chavista. Solo ocurrió entre 2004 y 2008, cuando Diosdado Cabello ganó la gobernación con 51,88% producto de la abstención opositora luego del referéndum revocatorio fallido. De resto, la hegemonía de Copei se impuso desde las primeras elecciones directas en 1989 con Arnaldo Arocha, hasta el final de la gestión de Enrique Mendoza en 2004, quien además fue concejal y también dos veces alcalde del municipio Sucre.

Desde 2008, Henrique Capriles ha estado a la cabeza de la gobernación, por dos períodos. Su liderazgo regional, que lo condujo a ser opción presidencial en 2012, impulsó a Ocariz en ese mismo año cuando las primarias que hicieron del alcalde de Sucre la opción para relevarlo. Al perder las presidenciales, el exgobernante de Baruta fue a la reelección y Ocariz se mantuvo en Petare. Y aunque Capriles había decidido no competir de nuevo, la inhabilitación de 15 años que cayó sobre su cabeza lo impidió de todas maneras.

La primera opción para sucederlo era Adriana D’Elía, diputada por Primero Justicia y antes fiel colaboradora: fue su Secretaria de Gobierno durante siete años, y antes Directora General de la alcaldía de Baruta cuando aquél mandaba con la hojita verde. Pero ella también fue inhabilitada. Así que Ocariz, quien aspiraba relevar a Antonio Ledezma en la Alcaldía Metropolitana, fue el llamado para asumir la competencia por resguardar la Casa Amarilla de Los Teques.

Ocariz, calificado en 2015 como el mejor alcalde de Latinoamérica, y el cuarto más destacado a escala mundial, se medirá contra el nuevo hombre del PSUV en la entidad, relevista de Elías Jaua. Héctor Rodríguez tiene solo 35 años y un currículum larguísimo en la burocracia revolucionaria, siempre en altos cargos. Su nombre comenzó a resonar cuando asumió la vocerúa del movimiento estudiantil chavista que se organizó para contrarrestar el efecto de la «Generación 2007» que incluyó a Freddy Guevara, Stalin González, Yon Goicoechea, David Smolansky y otros. Su pico de plata se escuchó modular en aquel debate televisado entre estudiantes en la Asamblea Nacional. Entonces, Rodríguez era fundador de la Juventud PSUV.

Héctor nació en Barlovento y fue electo diputado en 2015 por el estado Bolívar. Su único cargo de elección. De resto, tiene cero experiencia en materia municipal. Ha zigzagueado entre áreas del gabinete ministerial durante el mandato de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, alcanzando el cargo de ministro de Deporte en 2010 y de Educación en 2014, cuando profirió su más célebre frase: «no es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarlas a la clase media y que pretendan ser escuálidos».

Durante la campaña de 2017 optó por deshacerse del característico rojo «bolivariano» y no blandir los «ojitos de Chávez». Vestido de azul, hablando pausado y asumiendo una estética «opositora», recuerda la estrategia de William Ojeda cuando compitió por la alcaldía de Sucre en 2013. Por si no basta, el Consejo Nacional Electoral le hecha una mano al mover a última hora varios centros electorales de la entidad, afectando al 11% del electorado mirandino, más de 230 mil votantes. Además, en el número de consulta que la rectora Tania D’Amelio promociona para pedir información sobre dónde sufragar, se incluye el nombre de Rodríguez como «el candidato del pueblo». Ante el ventajismo, el hombre calla.

Meses antes, en enero, justificaba que no se hubieran hecho las elecciones en diciembre de 2016, como lo establece la constitución, pues la guerra económica estaba por encima de un proceso de votaciones. “Ese no es el problema de fondo, habrá comicios que ganaremos y otros que perderemos, porque así son las democracias”, dijo para en Unión Radio.

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El chavismo tiene salitre en Vargas

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no necesitó realizar primarias en el estado Vargas. Con la dimisión del diputado Winston Flores por Voluntad Popular, se logró un acuerdo unitario en el que José Manuel Olivares, también diputado y abanderado por Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, fuese el candidato de la oposición para las elecciones regionales de octubre de 2015.

El médico cirujano graduado de la Universidad Central de Venezuela ha sabido combinar su pasión por la medicina y la política en su corta carrera legislativa. Fue electo en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015 para el período 2016-2021. Antes de dejar el Palacio Legislativo, era integrante de la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral e impulsó la Ley para Atender la Crisis Nacional de Salud​ y la recepción de ayuda humanitaria para contrarrestar los efectos de la escasez de insumos médicos en Venezuela.

Es integrante de la Red de Médicos por la Salud, que se ha encargado de hacer seguimiento a la situación de hospitales y ambulatorios a falta de información y cifras oficiales por parte del Estado venezolano. Tiene 32 años y pertenece a la «Generación 2007» del movimiento estudiantil venezolano.

Esta es su segunda vez como candidato regional, pues compitió en 2012 contra el hoy gobernador, Jorge Luis García Carneiro. El chavista le ganó con 73,44% de los votos, y la respuesta del opositor fue: «no ganó Carneiro, ganó la abstención», pues la abstención creció en 11 puntos con respecto a los comicios de 2008. También afirmó entonces que «hoy arranca una profunda revisión de la oposición en el estado Vargas, de los métodos de selección de sus candidatos, de la estructuración de una verdadera maquinaria política».

La pelea se repite casi cinco años después, pero con un estado Vargas sufriendo la crisis nacional y con cambio de tendencia: en 2015 la oposición triunfó. Entonces, García Carneiro dijo: “La derrota electoral que sufrimos en las parlamentarias es producto de la guerra psicológica que el imperio desarrollo contra el proceso revolucionario”, y le mandó un mensaje a los opositores: “no se ilusionen porque unas elecciones parlamentarias no son lo mismo que unas elecciones regionales”. Entonces, el PSUV enfrentó pugnas internas, insultos entre aliados y hasta trifulcas. Pero el mandatario regional se impuso para la reelección.

Busca así su tercer período en el despacho de la Casa Guipuzcoana que el oficialismo controla desde 2000. Por allí pasó Antonio Rodríguez San Juan durante ocho años, terminando su ciclo con solicitudes de revocatorio por parte de simpatizantes del chavismo. El relevo fue otro salido de los cuarteles: el general García Carneiro, figura clave de los eventos que regresaron a Hugo Chávez -su compañero de promoción en la Academia militar- a la Presidencia en abril de 2002.

Antes, el General en Jefe y magíster en Seguridad y Defensa Nacional, fue Comandante de los Puestos Fronterizos a Orden del Agrupamiento de Combate Guajira (en Zulia), jefe de Transporte de la Casa Militar (en Táchira) y primer comandante del 321 Batallón de Infantería “Santiago Mariño” (en Barinas). También encabezó la Academia Militar de Venezuela, fue jefe de la Casa Militar de Chávez, Comandante General del Ejército, Ministro para la Defensa y luego de Desarrollo Social.

Con miras a una tercera gestión, García Carneiro sabe lavarse las manos. Lo hizo cuando el puente Guanape II en Vargas colapsó y dejó incomunicada la zona de Macuto con el este de la entidad. El gobernador aseguró que el derrumbe fue causado por los diputados opositores de la Asamblea Nacional. Desde el Palacio Legislativo también lo acusan: Primero Justicia pidió abrir una investigación por considerar violatorio de los derechos humanos la manera en que se reprimieron las manifestaciones en Vargas durante 2017, que brotaron en reclamo al retraso en la venta y distribución de las bolsas de comida y contra el gobierno.

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Carabobo pinta feo

En Carabobo no hubo proceso de primarias de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Igual sucedió en Vargas, Nueva Esparta y Anzoátegui, estados en los que se llegó a un consenso en el candidato unitario. Los partidos de oposición designaron a Alejandro Feo La Cruz como el representante opositor para las votaciones regionales del 15 de octubre. Su cara aparecerá en el tarjetón junto a los partidos Copei, Primero Justicia, Acción Democrática y Voluntad Popular.

El abogado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) comenzó a involucrarse con la política en la época en que el fallecido expresidente Hugo Chávez ordenó las primeras expropiaciones sin justa compensación a comienzos de siglo. En el año 2000 llegó a la dirección la alcaldía del municipio Naguanagua, cuya gestión lo catapultó como diputado al Consejo Legislativo, electo en 2004. Cuatro años más tarde buscó por primera vez ser alcalde de Naguanagua y resultó electo con 44% de los votos. En 2008 fue reelecto para el mismo cargo. Formó parte del partido Proyecto Venezuela, siendo además primo del exgobernador Henrique Salas Feo, y luego pegó el brinco a la tolda naranja de Leopoldo López.

Durante su primera gestión como alcalde lidió con Luis Acosta Carles en el despacho de la gobernación, quien le había arrebatado con votos la oficina a su primo. Cuando fue reelecto en Naguanagua, Salas Feo recuperó el control del gobierno regional, por una cuarta vez. Era la confirmación de una casta que comenzó con su padre, Henrique Salas Römer, en 1989 hasta 1992 y de nuevo hasta 1995, el primer gobernador electo por voto popular en Carabobo.

Pero ese dominio de 19 años fue interrumpido por Acosta Carles primero y, luego de ese renacer de Salas Feo, Francisco Ameliach después. Con el PSUV, el militar y exdiputado se alzó con el despacho en 2012, cuando contó con la venia e imposición de Hugo Chávez a pesar de que las bases del PSUV pedían votos para Rafael Lacava, entonces alcalde de Puerto Cabello. Es más, el abanderado en la entidad originalmente sería Nicolás Maduro, pero el primer mandatario luego anunció que el entonces Canciller estaba muy ocupado. «Mire compadre, ¿usted me está oyendo? Miren aquí está en juego el 7 de octubre, ¿me están oyendo allá? Aquí no se trata de Lacava o Ameliach. Yo he dicho Ameliach para la gobernación de Carabobo. Lo he dicho y lo repito: para mí el candidato con el que vamos a ganar la gobernación de Carabobo se llama Francisco Ameliach y tiene todo mi apoyo, todo mi apoyo. Ahora para los que gritan por allá Lacava, que es el alcalde de Puerto Cabello, todo mi respeto para él, pero yo creo que es Francisco Ameliach el candidato ideal para la gobernación. Ustedes verán pero por encima de eso está Chávez el 7 de octubre», regañó al público el ahora fallecido.

Cuatro años más tarde, Lacava consigue representar al chavismo, aunque su campaña haya prescindido del rojo en favor del vinotinto. Milagrosamente recuperado de la enfermedad que padecía en 2016, un cáncer que lo llevó a renunciar a la alcaldía en agosto de 2016, reapareció luego de irse a vivir a Barcelona, España, para asumir la candidatura regional. Lo hizo con una peculiar campaña política, en la cual se ha tirado y rodado por el piso, quitado la camisa y lanzado al público cual pop star, montado burro para acudir a un canal de televisión, «monearse» en postes y otras excentricidades. Pero todo el mundo habla de él. Además, ha recibido «aprobaciones de recursos» desde Miraflores para encarar proyectos estadales aún sin haber llegado a la gobernación.

Lacava, economista y especialista en gerencia tributaria, fue alcalde de Puerto Cabello desde 2008, con reelección en 2012. También fue embajador de Venezuela en Italia y es propietario de la Academia Puerto Cabello Te Quiero, un club de tercera división que cuenta con dos canchas de balompié y cuatro campos de fútbol base. La pasión por ese deporte la comparte con su hijo Matías, jugador de la cantera del Barcelona F.C. fichado en 2013. Esa firma llevó a Nancy González, esposa del candidato, y sus otros tres hijos -Adriana, Isabella y Alessandro- a radicarse en España, en un costoso sector de Cataluña con inscripción en una de las escuelas de habla inglesa más caras de la provincia. “Los hijos de Rafael Lacava pagan, al menos, 45.000 euros de colegio, dinero que no incluye ni las comidas ni las actividades extraescolares”, denunció el diario español El Mundo.

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Aragua y las malas famas

En Aragua la división política, tanto en oposición como en oficialismo, reina. Por el lado de la oposición, la pelea por las primarias fue encarnizada. Ismael García, exalcalde de La Victoria, excandidato a la gobernación y diputado varias veces por esa entidad, abandonó el partido Primero Justicia al que pertenecía desde 2014 para competir en primarias con el apoyo de Acción Democrática, su viejo partido el Movimiento Al Socialismo y hasta Voluntad Popular. Se rebeló ante la línea de respaldar a José Ramón Arias, delfín de Richard Mardo, líder justiciero de la región pero inhabilitado.

Cuando se anunciaron los resultados de esa selección, muy reñidos, los de la tolda amarilla acusaron fraude y hasta vincularon a García con El Tren de Aragua, acusándolo de violencia durante las votaciones. Pero la MUD lo consagró como abanderado unitario y, días más tarde, PJ cedió ante el exalcalde del municipio José Félix Ribas entre 1992 y 2000, que fundó el partido Podemos, apoyó a Hugo Chávez y saltó la talanquera en 2007.

Al otro lado de la acera, un debutante en las lides electorales, el exministro y General de División Rodolfo Clemente Marco Torres. Guariqueño de nacimiento, tiene la misión de mantener el dominio chavista en la región que gobernó Didalco Bolívar por más de una década, seguido de Rafael Isea y más tarde por el ahora vicepresidente Tarek El Aissami, quien apoyó a su antecesor y luego lo acusó de traidor, revelando complicidades ordenadas por Hugo Chávez ante presuntos actos de corrupción.

El del PSUV, uno de los militares alzados el 4 de febrero de 1992, ha manejado dineros públicos a manos llenas. Fue nombrado presidente del Banco del Tesoro en 2005 y en 2011 asumió la Tesorería Nacional. Más tarde, pasó al despacho de Economía, Finanzas y Banca Pública en conjunto con la presidencia del Banco de Venezuela, donde se ganó un voto de censura de la Asamblea Nacional en 2016, luego revocado por el Tribunal Supremo de Justicia. Su último cargo en el gabinete fue como Ministro de Alimentación, en 2017, a la par de formar parte del directorio del Banco Central de Venezuela.

Según Associated Press, Rodolfo Marco Torres y su antecesor en Alimentación, Carlos Osorio, serían sancionados en Estados Unidos por presuntos hechos de corrupción en la importación de alimentos. La agencia realizó una investigación en la que detalla una serie de sobornos a los generales por contratos de comidas y para sacar alimentos de los puertos.

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