El director de orquesta venezolano Rafael Payare debutó este jueves en Italia al frente de la prestigiosa Academia de Santa Cecilia, en el Parco della Musica de Roma, con un programa confeccionado con piezas procedentes del repertorio francés.«Después de haberlo pensado un poco me di cuenta de que sí, de que era mi debut en Italia. Es fantástico, es una magnífica suerte», declaró a Efe el director poco antes de su debut con un programa que repetirá hasta el próximo sábado.
Payare dirigió a la orquesta italiana en «L’isle joyeuse», de Claude Debussy, el Concerto per violoncello n. 2 de Camille Saint-Saëns y la Sinfonía Fantástica de Hector Berlioz.
El director explicó que la decisión de componer un programa totalmente francés para su debut en Roma vino dado por la elección en primer lugar de la obra de Berlioz y posteriormente se le propuso tener como solista a Luigi Piovano para la obra de Saint-Saëns.
«En la manera en la que lo escribió Saint-Saëns era como si fuera para piano con una clave de fa y una clave de sol arriba y tiene cierta dificultad técnica pero es un concepto muy cantabile, lírico, la orquesta está todo el tiempo interactuando con el cello», comentó sobre el concierto.
Luego llegó la propuesta de incluir la «Isla de la Felicidad», en una orquestación que, recuerda Payare, se debe al maestro Bernardino Molinari, «que, bueno, tuvo una grandísima influencia aquí el tiempo que estuvo como director de la Academia de Santa Cecilia muchísimos años atrás».
«La verdad es que la orquestación es fenomenal», consideró el director venezolano, quien destacó las «capas» y las «texturas y colores» de la obra de Debussy.
Sobre la Sinfonía Fantástica, el director titular de la Orquesta del Ulster (Reino Unido) desde 2014 consideró que es «un viaje genial».
«Los músicos se han entregado para los ensayos, han sido muy amables y la acogida ha sido muy buena», dijo sobre el recibimiento de la Academia de Santa Cecilia, uno de los conjuntos orquestales más elogiados de Europa, donde Payare recientemente dirigió a la Filarmónica de Viena.
Y respecto a qué se siente al dirigir en Italia, no piensa que haya algo que diferencie al público transalpino de otros, aunque concede que «lo genial de acá es que todo el mundo aprecia la buena música y el buen arte de hacer música y eso es lo más importante».
Payare comenzó en El Sistema de Orquestas de Venezuela -creado en 1975 por José Antonio Abreu, su mentor como el de otro prestigioso director venezolano, Gustavo Dudamel- relativamente tarde, casi con 14 años-, pero no cree que eso no le perjudicara.
«La verdad es que no. Digo (que empecé) tarde porque, ¿sabe?, algunos otros músicos empiezan a los tres años y yo ya casi tenía catorce años. A partir de que ingresé todo empezó a fluir muy rápido», recordó.
«A las dos semanas me pusieron en una beca especial para formar parte de la Orquesta Sinfónica del Estado de mi ciudad y a los siete meses ya formaba parte de la Orquesta Nacional Infantil de Venezuela y ahí empezamos a viajar», contó Payare.
«Es como uno de esos trenes que pasa, ¿sabe? que lo agarré inmediatamente», describió al recordar la oportunidad que, como a otros niños y jóvenes de su país, le dio El Sistema para acceder a una formación musical sin proceder de un entorno propicio.
Payare comenzó sus estudios de dirección de orquesta en 2004 con Abreu y ha dirigido todas las grandes orquestas de su país, como la Simón Bolívar, tanto en Caracas como en giras internacionales de este conjunto.
Fue miembro fundador de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela y luego ingresó en la fila de cornos de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar; en 2012 ganó el Concurso de Dirección Malko, en Copenhague, que estaba presidido por el maestro Lorin Maazel.
Además de director principal de la Orquesta del Ulster lo es del Festival de Castleton (Virginia, EEUU) y ha dirigido entre otras a la Filarmónica de Múnich, la Sinfónica de Londres y la Sinfónica de Chicago.
El Estímulo
Cultura