CAP 2 Intentos: Las dos Venezuela de Carlos Andrés Pérez

Este 2 de diciembre se estrena el más reciente documental del director de “Tiempos de dictadura” e historiador venezolano Carlos Oteyza “CAP 2 Intentos”, título cuya obviedad evoca un pasado reciente dispuesto a encarar el futuro de un país cada vez más aislado ante los avances que le rodean.

Redacción El Estímulo

30 de noviembre, 2016 01:24 pm

El escritor austriaco J. Mario Simmel escribió con respecto a la historia que esta “no es solo verdad cuando se narra cómo ha sucedido, sino también cuando relata cómo hubiera podido acontecer”. La Venezuela del 2016, con una tasa de inflación de tres dígitos y un puesto asegurado en la lista de los países más peligrosos del mundo, pudiera ser el testigo pasivo de esta frase.

Hace más de tres décadas parecía que el país estaba en uno de los picos del Ávila, descansando en el banquito con una ciudad intocable a sus pies; esa “Gran Venezuela” que gobernó Carlos Andrés Pérez en una época de bonanza petrolera y de un crecimiento económico como ningún otro apaciguó su euforia diez años después durante su segundo mandato presidencial a la par de la escasez, las “medidas” de austeridad y la crisis institucional, todas aferradas al mismo hombre.

“¿Aló aló aló?” inquiere Carlos Andrés Pérez con su entusiasmo característico a través de un aparato negro pegado a su oreja que funciona como celular. Así comienza este documental –CAP 2 Intentos– que más que transitar por el ejercer político del “hombre que camina” da cuenta de cómo la misma cabeza gobernó un país bajo dos proyectos tan disímiles y con solo una década de distancia. Los dos intentos de la Venezuela próspera de CAP -La Gran Venezuela y El Gran Viraje- que se muestran en el documental de Oteyza, tal vez llegan para recordar aquello de que es válido aprender de la historia antes que dejarla pasar en vano.

Para quienes vivieron la Venezuela de Pérez esta proyección puede despertar dolientes y nostalgias necesarias, para la nueva generación de jóvenes, cuyos recuerdos se aferran a insultos y denigraciones públicas protagonizadas por los “custodios” del Estado, el film puede actuar como farol para retomar un camino sin la apatía del escepticismo.

Como sostiene el mismo Oteyza “a mí me interesa mucho que los líderes jóvenes venezolanos vean esta película, creo que lo hice pensando en ellos. Ya la generación que manejó el país se embaucó en esa Venezuela diferente manejando el poder del Estado a través del petróleo, la descentralización que logró Carlos Andrés en su primer gobierno hoy se ha revertido; es un problema cultural a largo plazo que refleja que no son los presidentes los que hacen un país, son los ciudadanos, o por ahí lo veo yo”, expresó el director durante la proyección del documental para la prensa este 29 de noviembre.

El pasado reciente de Venezuela

CAP 2 Intentos no solo aclara un ciclo impreciso para muchos, sino que desenreda los defectos y triunfos de todo Estado petrolero que se vale del “crudo” para subsistir. La secuencia demuestra cómo la abundancia embriaga tanto o más que el poder, cómo en ese entonces la “costumbre” de la riqueza segó a unos cuantos y cómo las instituciones de Venezuela se crearon en torno al petróleo en una democracia que luchaba por mantenerse al pie de su naturaleza. “El autoritarismo está cerquita de los pueblos petroleros porque tiende a reforzar el poder del Estado ante los ciudadanos”, reflexiona Oteysa.

“La película refleja lo que ocurrió cuando un mismo político tuvo dos maneras de gobernar al país, una más populista y otra más tecnócrata, pero ambas dejaron huella: la de la emoción e ilusión del país que pudimos ser y no fuimos, y la de la incapacidad, no solo del gobierno sino de la sociedad que no estaba preparada para cambios tan grandes después de haberse acostumbrado a gestarse en un país petrolero”

Los archivos y documentos audiovisuales proyectados en el documental se consuman con un grupo de personalidades cuya historia también fue la de CAP. Entrevistados nacionales e internacionales que trabajaron a su lado y que revelan en contundentes testimonios estos dos ciclos cuyas fallas y ventajas conocen mejor que nadie: Arístides Hospedales, Arnoldo José Gabaldón, Carlos Blanco, Diego Arria, Enrique V. Iglesias, Eduardo Fernández, Felipe González, Miguel Rodríguez, Moisés Naím, Oscar Arias, Oswaldo Álvarez Paz, Reinaldo Figueredo y Terry Lynn Karl.

El documental expone momentos históricos y certeros que se han ido divorciando ante una realidad hambrienta y dependiente. Las imágenes del país hablan por sí mismas en un doble discurso que une el racionalismo del historiador con la esencia y las muecas de la época: Luis Herrera Campins recibiendo la banda presidencial de manos de Carlos Andrés y clamando mientras se seca el sudor de la frente con un pañuelo “recibo una Venezuela hipotecada”, políticos de punta en blanco consumados en su diplomacia en mocasines y corbata -así como en las películas- fumando pipas de tabaco y sosteniendo sombreros de mimbre mientras escuchan a CAP en los mítines de su campaña, un grupo de jóvenes venezolanos recibiendo las Becas Gran Mariscal de Ayacucho que luego integrarían a los controversiales tecnócratas en el segundo periodo de Carlos Andrés, un venezolano sonriente ante su capital viajando a Miami y llegando con “dos de cada uno”, una generación preparada como pocas y que como expresa en el documental el ex ministro de planificación de Pérez durante su segundo mandato Miguel Rodríguez -becado en Harvard y Yale gracias a este programa- de otra forma “no hubiera podido estudiar ni en Curazao”.

Ya en 1989 cuando toca ajustarse el cinturón la imagen sonriente y apabullante del país cambia, aunque el primer presidente venezolano electo democráticamente dos veces tiene una ceremonia de asunción en el Teatro Teresa Carreño a donde acude hasta el fallecido Fidel Castro, el “Gran Viraje” queda opacado por fallos comunicacionales y rencillas partidistas; así como las caras largas de los venezolanos que se encontraron con productos regulados y codificados. Mientras el comunismo cedía en el mundo Venezuela se esforzaba por volver a su grandeza de antaño, se oía la típica frase paliativa: “yo no voté por esto”.

“Yo diría que no es el personaje sino el gobierno en las circunstancias que se dieron. Si cualquier de nosotros se hubiera montado en la presidencia cuando lo hizo por primera vez Carlos Andrés probablemente hubieran tenido la misma bonanza. Pero no estábamos preparados para que esos recursos fueran bien administrados, eso no solamente le pasó a Venezuela, le pasó a Arabia Saudita a Libia a Irak a Irán, a países petroleros que viven un caos al que nosotros, a pesar de la crisis, todavía no hemos entrado de fondo. Estamos seguros de que CAP 2 Intentos va a producir un debate tanto sobre lo ocurrido como sobre el futuro de Venezuela, que es el verdadero norte de esta película”, concluye Oteyza.

El hombre que camina

A mediados de 1993 un hombre se prepara para adjudicar en el cargo más importante de su vida, para ceder los esfuerzos de toda una carrera ante malabares judiciales y artimañas políticas que lo destronan de su silla de hierro. Este hombre, que como todos los eternos soñadores en la urbe del poder esperó entregar su banda luego de una exitosa e irreversible gestión que cambiaría la historia de su país, vio sus atrevimientos estratégicos sesgados en un abrir y cerrar de ojos. El individuo obstinado y tenaz que siempre fue le impidió ceder ante su orgullo, pero el ente resignado en su interior entiende que por el resto de sus días “el hombre que camina” dejará de caminar para andar por lo que pudo ser y no fue.

Carlos Andrés Pérez falleció a causa de un infarto, el 25 de diciembre de 2010, a la edad de 88 años, en el Mercy Hospital de la ciudad de Miami, en donde permanecía en calidad de exiliado desde el año 2000.

La narración de CAP 2 Intentos se despliega en la voz de la periodista Gladys Rodríguez, la música está a cargo de Daniel Espinoza y el empaque gráfico fue diseñado por TITAN POST. En la Producción Ejecutiva se encuentran José Ignacio Oteyza y Verónica Cañas Azuaje, en la Producción General y Asistencia de Dirección Lorena González Di Totto Montaje Giuliano Ferrioli Minardi. Dirección de Fotografía Branimir Caleta. Post-Producción Israel García y Giuliano Ferrioli. Mezcla y banda sonora Orlando Andersen.