Cultura

Alfonso Cuarón: del otro lado de la cámara

"En ese momento, estaba arruinado y sabía que el gobierno mexicano no volvería a financiarme una película. Me llamó (el cineasta) Sydney Pollack y me fui a Hollywood", explicó el veterano del séptimo arte al narrar su odisea como cineasta

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Texto: Anna pelegri / Foto: AP/Rebecca Blackwell

El director mexicano Alfonso Cuarón, ganador de un premio Óscar, se puso este miércoles delante de la cámara en el Festival de Cannes para contar su propia historia, con pasión y desconcertante humildad al hablar de sus éxitos y sus «fracasos».

Entrevistado en una desbordada sala de conferencias en Cannes, el cineasta dio cuenta además de cómo su carrera en México y Hollywood se ha ido construyendo junto a sus colegas y compatriotas Emmanuel Lubezki -su director de fotografía-, y el cineasta Guillermo del Toro.

«También es un obrero del cine. Era un asistente. Y todo el mundo hablaba de él como el genio de Guadalajara (…) Yo estaba celoso», testificó Cuarón sobre del Toro.
Se conocieron durante un programa de televisión. «Fue muy extraño porque ambos habíamos oído hablar el uno del otro, pero no nos conocíamos». Del Toro criticó un corto que Cuarón acababa de filmar. «¿Cómo es que tu historia es tan mala?», le dijo. «Empezamos a hablar y nos convertimos en mejores amigos«, afirmó.

Con respecto a sus orígenes, Cuarón expresó que representaron un viaje «que no le recomiendo a nadie. Está lleno de inseguridades». «Pertenezco a la clase media de México y crecí en un periodo en que ya había pasado la época dorada de cineastas como Buñuel», confesó.

Tuvo un hijo, Jonás, a los 20 años. Hizo 12 películas como técnico de sonido pero se encontró con muchos problemas económicos.

Además, su ópera prima «Solo con tu pareja», sobre el sida, tuvo una «excelente» acogida en el Festival de Toronto en 1991, pero la temática era demasiado polémica y «no se proyectó en Estados Unidos».

Al llegar a Hollywood después de conversar con Sydney Pollack, se dio cuenta de que es un lugar «muy extraño»: «uno puede vivir toda su vida allí sin rodar una sola película y presentarse como director. Puede estar desarrollando proyectos que nunca verán la luz».

Como era de esperarse, también habló sobre su extensa filmografía. «La princesita», «Grandes esperanzas», «Y tu mamá también», «Harry Potter» y «Gravity» fueron las obras que afloraron en su mente al ser cuestionado por su portafolio.

Aseveró que la primera es su película favorita. Asimismo, agregó que «mis películas son como exmujeres: se lo di todo, me lo dieron todo, pero ahora nos amamos desde la distancia y no las quiero volver a ver».

«Grandes esperanzas», por otro lado, es un proyecto que aceptó por «razones equivocadas». «Necesitaba el dinero. No me gustaba el guión pero me dije que lo compensaría visualmente», pero «fallé, fue culpa mía», reconoció el cineasta.

Tras el «fracaso» de «Grandes esperanzas», se encerró «una semana en casa a ver todas esas películas que siempre había admirado» y decidí hacer lo que realmente quería hacer: «Y tu mamá también».
Dejando el éxito de este largometraje atrás, Cuarón se encontró con una de sus películas más taquilleras y reconocidas hasta la fecha: Harry Potter. «Guillermo me preguntó qué tenía entre manos y le dije que me habían ofrecido «Harry Potter y el prisionero de Azkabán», pero que no le interesaba.
Del Toro respondió de una forma muy sencilla: «Arrogante, tú lee los libros (de J.K. Rowling) y luego me llamas».

El premio gordo, sin embargo, se lo llevó con la película protagonizada por Sandra Bullock y que además le valió el Óscar: «Gravity». De ella, afirmó que «todo lo que aparece en el filme es real, la Estación Espacial Internacional es una réplica de la verdadera. No es ciencia ficción. Es una película filosófica«.

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