Venezuela no estaba inicialmente incluida en su periplo, pero la empresa Evenpro decidió asumir la producción del concierto que ofrecerá el 26 de octubre en la Concha Acústica de Bello Monte
Después de una inactividad forzosa, como consecuencia de la pandemia del covid-19, Joan Manuel Serrat regresó a los escenarios con una última gira por América y España: El vicio de cantar 1965-2022, cuyo propósito es “despedirse personalmente del público con el que ha compartido vida y canciones durante más de medio siglo”.
El primer concierto tuvo lugar el pasado 27 de abril de 2022, en el venerable Teatro Beacon, del Upper West Side neoyorkino y está previsto que la gira finalice en el emblemático Palau Sant Jordi de su natal Barcelona, España, el próximo 23 de diciembre.
“Antes que me retire una pandemia como me tenía retirado, antes que me retire el tiempo o que me retire la gente, me retiro yo;pero me retiro de subirme a los escenarios, no de vivir”.
Serrat, en declaraciones al canal argentino Telefe
Por otra parte, al explicar la razón principal de su adiós al periodista Juan Cruz, del diario español El País, y brindar detalles de la que será su última gira, el autor del himno Mediterráneo avanzó: “He decidido despedirme en persona. No me gustó sentirme despedido por una plaga”. Y ante la pregunta de por qué decidió irse de los escenarios, resumió sus razones:
-Primero, porque el encierro al que nos llevó esta pandemia que aún dura provocó la imposibilidad de continuar el oficio de cantar en público. Y, también, por la necesidad de recuperar la vida familiar, cumplir con cuestiones íntimas y necesarias. Siguiendo las normas delEclesiastés:hay un tiempo para cada cosa. Ah, y yo no decidí dejarlo. Han sido los hechos que fueron ocurriendo después de aquella caída de Joaquín Sabina (12 de febrero de 2020) que nos obligó a abandonar una gira. Luego vino la covid… Las dificultades fueron distanciándome. Estaba cada vez más lejos de la actividad que hacía, y aunque no desde el sentimiento, lo cierto es que también estaba inevitablemente alejado de la gente.
A partir de allí, y como para que no queden dudas ni confusiones, cada vez que puede puntualiza:
“Tocaré y compondré en casa, es posible que grabe un disco. Pero no volveré a los escenarios.”
Serrat
Luego de estos razonamientos, el equipo de producción del artista se dedicó a elaborar el itinerario de El vicio de cantar 1965-2022, que lo está llevando por escenarios de gran parte de la geografía española y de América Latina y Estados Unidos. A las más de 70 fechas iniciales, se han venido sumando otras, entre ellas la de Venezuela, prevista para el 26 de octubre, que inicialmente no estaba contemplada.
En su debut en el Beacon Theatre, donde comenzó la gira, un recinto centenario con casi 3.000 localidades de aforo, vendidas desde hacía meses, el cantautor desgranó más de una veintena de canciones como resumen de su carrera de 58 años,en la que “ningún concierto ha sido uno más, jamás ha sido una faena de aliño”, explicaba tras el recital, según la cronista de El País en Nueva York.
“Tras más de dos años sin salir a un escenario, se resarció del confinamiento ante un auditorio entregado”.
El País
De allí su periplo seguiría exitosamente a Miami, San Juan de Puerto Rico, Santo Domingo, Puebla, Guadalajara, Monterrey, Ciudad de México, Medellín, Bogotá, y Costa Rica. A partir del 7 de junio empezó el recorrido por su natal España, presentándose en Murcia, Bilbao, Lanzarote, Gran Canaria, Tenerife, Málaga, Valencia, Palma de Mallorca y una decena de ciudades más.
Serrat había dejado de venir a Venezuela, una de sus visitas obligadas cada vez que salía de gira. Así lo habían hecho también otras figuras del espectáculo, obligadas por la crisis política y económica que con los años se incrementaba. La consideraban una plaza insegura. Por ello nuestro país no figuró en el recorrido internacional que hizo el catalán en 2014, con ocasión de sus 50 años de vida artística y el lanzamiento de su álbum Antología desordenada.
Para empeorar las cosas, vino luego la covid-19. La industria del entretenimiento fue de las más afectadas globalmente. Teatro, música, cine, conciertos y en general aquello que implicaba concentración de gente, se suspendió por la cuarentena, medida sanitaria medular para evitar, en aquella primera etapa tan ruda, la mayor cantidad de muertes posibles.
Las cosas se aligeraron y tomaron otro cariz a raíz de la llegada de las vacunas. En el caso de Venezuela, es desde comienzos de este año 2022 cuando empiezan a profundizarse la dolarización de la economía (y la posibilidad de pagarle en divisas a los artistas y productores), lo que propició la avalancha de espectáculos que están llegando incesantemente desde entonces, uno tras otro, para todos los gustos: desde balada, ranchera y reggaetón, hasta salsa y merengue, entre otros de una amplia gama para públicos muy diversos.
Quizás por este deshielo, motivado por una realidad económica tan incierta como inusitada, Venezuela se incluyó a última hora en la gira de despedida de Joan Manuel Serrat. Vale destacar que el artista fue uno de los impulsores de la idea de venir, en reconocimiento a la receptividad que a lo largo de sus 58 años de trayectoria le ha mostrado el país en términos de auténtica fidelidad, admiración y devoción.
La empresaria que tenía los derechos de contratación de Serrat para Venezuela, cuya compañía, producto de la crisis económica, estaba literalmente venida a menos, no contaba ni con el capital ni con la infraestructura indispensable para traerlo, sin tener que asociarse con otra empresa, esta sí sólida, solvente y, sobre todo, con mucha experiencia y credibilidad, como es Evenpro.
De esta manera, en su rol de asociada minoritaria, la empresaria es la auxiliar de Evenpro para traer a Serrat. Y también lo hará con Paloma San Basilio, otra representada suya, que también bajo la égida de Evenpro estará ofreciendo su show el 22 de octubre en el Teatro Teresa Carreño.
Es así como veremos a Serrat con su espectáculo El vicio de cantar, el próximo 26 de octubre, a las 7:30 pm., en la Concha Acústica de Colinas de Bello Monte. Antes, el 21 de octubre, habrá vuelto a América para cantar en Ciudad de México y Guanajuato, para luego venir a Caracas.
De aquí seguirá a Quito, Rosario, Córdoba y Lima. En Santiago de Chile tendrá dos conciertos multitudinarios en la Movistar Arena (12 y 13 de noviembre), cinco en la Movistar Arena de Buenos Aires (19, 20, 25, 26 y 29 de noviembre) y una en el Estadio Centenario de Montevideo (22 de noviembre).
En España le aguardan también seis conciertos en grandes aforos: tres en Madrid (WiZik Center, 7, 13 y 14 de diciembre) y tres en Barcelona (Palau Sant Jordi, 20, 22 y 23 de diciembre).
Vestido con unos jeans desgastados, una camisa y una chaqueta, sale al escenario. Le acompaña un conjunto de siete músicos -órgano, contrabajo, violín, clarinete, batería y guitarra, además de su inseparable pianista Ricard Miralles. Esta es la descripción que en líneas generales se ha hecho mediáticamente del concierto en los países en donde se ha presentado.
“Gracias por acompañarme durante tanto tiempo, es una cosa fantástica poder despedirse cantando”.
Serrat en su gira de despedida
Con estas palabras inicia una especie de recorrido por su discografía con una selección de composiciones que muestran no solo su evolución musical, sino también su historia personal y, seguramente, su deseo de complacer al público con los temas más populares, esos que se cantan a voz en cuello.
De acuerdo a las reseñas publicadas, el catalán ha estructurado su repertorio “con la intención de contar historias entre canción y canción, para intentar definir qué es exactamente eso, el material del que está hecha su carrera -su vida- y que ha puesto banda sonora a la existencia de millones de personas, a uno y otro lado del Atlántico».
“Ese propósito, explicar la magia de lo que lleva décadas haciendo, le permitió articular el concierto intercalando clásicos, comoAlgo personalyPara la libertad, este último en una versión apoteósica;Lucía,Señora,Hoy puede ser un gran díao lasNanas de la Cebolla,sobre el poema de Miguel Hernández, con tesoros algo menos populares, como el preciosoRomance de Curro El Palomo”, como describe el Nuevo Herald su concierto en el James L. Knight Center de Miami.
También tiene recuerdos para los que ya no están: para el gran Atahualpa Yupanqui, para Alberto Cortez, para Juan Carlos Calderón, “para tantos amigos, cada vez más, que me faltan”. Como seguramente lo hará en Venezuela con Simón Díaz para recrear su excelente y sentida versión de Sabana, una de las obras señeras del gran maestro de la tonada.
Penélope, que casi siempre surge a petición del público, se mide con una vibrante y rompedora Mediterráneo, “la banda sonora por excelencia de muchas generaciones”, como la calificó muy apropiadamente una cronista musical en Manhattan. Todo ello gracias a unos músicos de primer nivel.
En cada concierto el catalán pide a sus fans aparcar la nostalgia y la melancolía, para centrarse en disfrutar de las más de dos horas de concierto que les deparaba. Aunque antes de aparcar la nostalgia, echa la vista atrás y conMi niñezse remonta a los primeros recuerdos y años de la vida. Lo propio hace también con El carrusel del furo, en el que su abuelo Manuel es protagonista.
El compromiso social y político también está presente, como es lógico suponer, con temas como Algo personal, una dura crítica a la clase dirigente, yPare, sobre los efectos del cambio climático.
Tampoco faltan Señora, Lucía, Hoy puede ser un gran día, Es caprichoso el azar, Tu nombre me sabe a yerba, Hoy por ti mañana por mí, Aquellas pequeñas cosas y Cantares. Interpreta en total 23 de sus grandes éxitos.
Como muy apropiadamente lo describe Carmiña Salazar, cronista del portal boliviano larazondigital:
“Esta gira despide la trayectoria de un cantautor que hizo de la música su oficio de vida y que cultivó el cariño y el respeto del público con un trabajo que, desde sus inicios, no solo fotografió la realidad española, sino también ayudó a rescatar del olvido a poetas como Antonio Machado, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Joan Salvat-Papasseit y Mario Benedetti. Una larga y respetable trayectoria que quedará para siempre grabada en una discografía de no menos de 50 discos, entre álbumes de estudio, en directo y recopilatorios”.
En el transcurso de la gira hubo un destello particular, cuando recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Costa Rica, el pasado 27 de mayo. Con tal motivo, pronunció un corto pero contundente discurso de agradecimiento, en el que hizo un fuerte llamado a la reflexión frente a lo que considera “una crisis del modelo de vida”.
En el tramo final de su alocución, dijo que vivimos “un tiempo de confusión y angustia, de soledad, de falta de referentes; donde se ha perdido la confianza en el sistema, en sus representantes y en sus instituciones, donde los jóvenes se sienten engañados y los mayores traicionados” y al respecto señaló que “más que nunca nos necesitamos los unos a los otros, porque todos somos importantes, porque todos tenemos que sentirnos importantes”.
“Que los gritos de angustia no nos vuelvan sordos”
Serrat
“En los últimos años, ha sido extraordinario el crecimiento tecnológico y científico que hemos experimentado. Pero también ha sido muy grande la pérdida de los valores morales de nuestra sociedad. Se han producido daños terribles a la naturaleza, muchos de ellos irreparables, y es vergonzosa la corrupción que desde el poder se ha filtrado a toda la sociedad. Más que una crisis económica, diría que estamos atravesando una crisis de modelo de vida. Y, sin embargo, sorprende el conformismo con el que parte de la sociedad lo contempla. Como si se tratara de una pesadilla de la que tarde o temprano despertaremos».
«Espectadores y víctimas parecemos esperar que nos salven aquellos mismos que nos han llevado hasta aquí. Es necesario que recuperemos los valores democráticos y morales que han sido sustituidos por la vileza y la avidez del mercado, donde todo tiene un precio, donde todo se compra y donde todo se vende. Es un derecho y una obligación restaurar la memoria y reclamar un futuro para una juventud que necesita reconocerse y ser reconocida».
Tal vez no sepamos cuál es el camino. Tal vez no sepamos por dónde se llega antes. Pero sí sabemos qué caminos son los que no debemos volver a tomar. Espero que ustedes, gente buena, instruida y tolerante, sabrá juzgar mis palabras por su intención, más que por la manera en que sido capaz de expresarme. Mientras tanto, que los músicos no paren de hacer sonar sus instrumentos. Y que los poetas no dejen de alzar la voz. Que los gritos de la angustia no nos vuelvan sordos. Y que lo cotidiano no se convierte en normalidad, capaz de volver de piedra a nuestros corazones”.
Con "El vicio de cantar. Serrat 1966-2022", el cantor recorrerá España y buena parte de América para despedirse de su público en persona. A sus 77 años ha preferido decidirlo él antes de que se le imponga por otras razones
El artista español eligió cual "director de casting" a los más de 30 colaboradores que participaron en su "antología desordenada" que publicará Sony Music hoy.
