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"Veleno": pedofilia, ritos satánicos y familias separadas en una joya de documental

¿Hay que creer todo lo que cuenta un niño? Esta es una de las tantas preguntas que salen de este increíble documental en el que se pone de manifiesto el peligro de hacer juicios sin la perspectiva del contexto

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Veleno

Todo pasó gracias a un podcast. Luego llegó el libro y finalmente el documental. «Veleno: la ciudad de los niños perdidos» es una producción que te deja con la boca abierta. Y todo, gracias a un periodista: Pablo Trincia (Leipzig, Alemana, 1977), quien estrenó, en octubre de 2017, con Alessia Rafanelli, una audio-investigación de un caso conocido como “Demonios de la región de Baja Módena” o «Pedófilos de la región de Baja Módena».

Tricia y Rafanelli comenzaron contando por episodios, en un podcast, los detalles de sus investigaciones que llevarían a una revisión del caso. Se encontraron fallas graves en las acusaciones contra los padres que supuestamente habían obligado a sus hijos a formar parte de ritos satánicos, en los que se bebía sangre, se sacrificaban bebés y se realizaban orgías. Todo esto había sucedido entre 1997 y 1998, en Italia.

Antes de seguir en materia, te mostramos el tráiler y advertimos que vienen spoilers.

¿Qué pasó en Módena?

Entre 1997 y 1998, en Módena, 16 niños fueron separados de sus familias por los servicios sociales. Padres y familiares cercanos fueron acusados de abusos sexuales. Meses después, los menores aseguraron que no solo fueron abusados, sino que fueron obligados a protagonizar ritos satánicos en un cementerio. Uno de los pequeños aseveró que asesinaba, por orden de los adultos, hasta 5 bebés en cada ritual.

Todos los hijos fueron separados de sus padres y no volvieron a sus casas. Los implicados fueron condenados, pero a partir de 2010, una revisión de los casos demostró que los juicios estuvieron «contaminado»s. Así que poco a poco, los acusados quedaron en libertad. Nunca se comprobó que habían hecho lo que los servicios sociales afirmaron.

¿Eran verdad estas acusaciones?

Una vez que Trincia y Rafanelli publican los audios, el caso toma un camino inesperado. Primero se descubrió que las condenas por las acusaciones comenzaron con el testimonio de un solo niño, Dario (8 años). Y luego el resto de pequeños fue aumentando el relato. Sin embargo, nunca hubo pruebas más allá de los testimonios. Ni sangre, ni cuerpos. Mucho menos objetos que estuvieran asociados a los crímenes (ropa, cuchillos, etc.).

En noviembre de 2021, un tribunal de Reggio Emilia condenó al psicoterapeuta infantil Claudio Foti a cuatro años de prisión por manipular a menores en el «Caso Bibbiano». Los niños eran separados de sus padres biológicos por supuestos abusos y entregados a familias de acogida utilizando criterios que el tribunal consideró fraudulentos.

Como sucedió en Módena, los servicios sociales, orientados por Foti, realizaban interrogatorios que llevaban a las víctimas a decir cosas que de manera espontánea no les salían. Los sicólogos usaban métodos cuestionables como descargas eléctricas y juegos de roles para que los infantes hablaran de elementos sexuales.

Foti fue absuelto de la acusación de fraude procesal, pero para el juez fue culpable de graves lesiones: habría hecho sesiones de psicoterapia con modalidades sugerentes. Así, una menor aseguraba que había sido abusada sexualmente por su padre tras ser sometida a una técnica llamada «Emdr», la «máquina de la memoria». Las sesiones habrían tenido el efecto de causar que la niña se sintiera perturbada, ansiosa y deprimida.

Y esto es lo clave: la psicóloga del servicio social que actuó en los casos de Módena era Valeria Donati, una discípula de Foti.

Los recuerdos infundados

En el documental, Trincia hace énfasis en el tema de «falsos recuerdos». Esto supone que los psicólogos habrían manipulado a los niños, mediante diferentes técnicas como las usadas por Foti, durante los interrogados. De alguna manera se entiende como si les hubieran «lavado el cerebro». Este punto es polémico porque la mayoría de los niños, ahora adultos, mantienen sus versiones sobre lo sucedido. Sin embargo, al menos dos se retractaron y dijeron que las acusaciones fueron inventadas, consecuencia del accionar los profesionales que les atendieron.

«Ni abusos ni ritos satánicos, 16 niños arrebatados a sus padres por mis acusaciones inventadas”, dijo en 2018 a La República Dario, el niño que comenzó todo esta historia con su confesión. Y agregó: “Recuerdo varias entrevistas de hasta 8 horas. Psicóloga y trabajadora social no paraban hasta que dijera lo que querían. Me dijeron que era valiente”.

“Cuando comencé a investigar era una historia de la que cada uno recordaba una parte, peronadie sabía contar el todo”, dijo Trincia en una entrevista con El Confidencial. “Encontré que había casos iguales en EEUU, en Francia… Lo que descubrí es que los niños que pasaban por los servicios sociales de Mirandola acababan hablando deabusos, cementerios, ritos satánicos y homicidios. Encontré que una niña llegó a decirle a un juez que ella misma iba al parque del pueblo y se llevaba a otros niños al cementerio y allí los mataban. No había prueba fehaciente de nada, tampoco de los abusos”, agrega.

El periodista no tiene dudas: “Hubo un contagio psicológico metiendo a niños recuerdos falsos. Es fácil hacer eso”.

Similitudes con la histeria de las guarderías

En los años 80 y hasta finales de 1990, se vivió la denominada «histeria en las guarderías«. Uno de los casos más famosos es de la familia McMartin, que tenía a cargo un preescolar. Fue acusada de «abuso sexual ritualizado satánico». Luego de seis años, fueron absueltos. Pero por diferentes detalles, no fue hasta 1990 que se cerró el caso y se le conoce como uno de los juicios penales más largos y costosos de Estados Unidos.

En todos los casos se confirmó que los niños habían dado testimonios para la encarcelación de adultos, luego de influencias de sicólogos y otros profesionales que condujeron a la fabricación del testimonios. Esto se repitió en Canadá, Nueva Zelanda, Brasil y varios países europeos.

¿Dónde puedo ver «Veleno»?

El documental de 6 episodios se puede ver en HBO MAX, a pesar de que en el tráiler aparece como un producto de Amazon Prime. Lo mejor es revisar si tu servicio de streaming lo tiene en el catálogo.

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