Cine y TV

"La vida mentirosa de los adultos": final explicado de la serie italiana de Netflix

La producción basada en la obra de la misteriosa Elena Ferrante ha pegado duro en el servicio de streaming. Aquí repasamos los momentos más confusos y explicamos la última escena

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Elena Ferrante es la escritora de moda para la televisión. El éxito de la tetralogía «Dos amigas», que HBO adquirió para llevarla a la pantalla con mucho éxito, contagió a Netflix y desde principios de enero se puede ver «La vida mentirosa de los adultos», una serie que dirige Edoardo De Angelis («Indivisibili») y protagoniza Giordana Marengo.

Como suele suceder en la obra de Ferrante, en la serie algunas mujeres sufren hasta encontrar su lugar en el mundo. En este caso, Giovanna (Marengo) es una adolescente, de clase media alta, que encuentra demasiadas contradicciones entre lo que los adultos dicen y hacen. Es por ello que se acerca a una tía proletaria, Vittoria (Valeria Golino), que aparentemente experimenta el gozo y dolor mejor que sus propios padres.

Sin embargo, una revelación de Vittoria hará recapacitar a la protagonista. La serie también es una constante revisión de Nápoles, como es costumbre en las creaciones de Ferrante, y de las propias conexiones entre mujeres en un país dominado por la conversación entre hombres.

Independientemente de si te gustó o no, «La vida mentirosa de los adultos» tiene un final abierto que puede interpretarse de muchas formas. En las siguientes líneas vamos a destriparlo y a hablar de varios puntos que la serie deja a la imaginación del espectador. Obviamente, vienen spoilers.

¿Cuál es el verdadero conflicto en la serie?

Como se establece desde un principio, «La vida mentirosa de los adultos» es un relato sobre las contradicciones de los adultos, tamizadas por la perspicaz mirada de una inconforme adolescente. Giovanna rápidamente advierte que su padre, Andrea (Alessandro Preziosi) algo esconde por un olor diferente que trae de la calle. Pero antes de comprobarlo, desconfía de su madre por un leve coqueteo con un amigo durante una cena. Todas estas sospechas concluyen en una avalancha de revelaciones que afecta a la adolescente directamente.

En determinado momento, Giovanna se pregunta si todo lo que vive es falso. No solo por lo que experimenta con sus padres y otros adultos, también con amigas que se antojan de lo que ella desea. Crecer, pareciera que es sinónimo de fingir, esconder, conspirar y aparentar. La protagonista de la serie intenta permanecer ajena a estos desvaríos, sin embargo, pronto descubre que la vida tiene muchas capaz y que permanecer fiel a sí misma tiene un costo muy alto.

¿Por qué Giovanna no se acuesta con Roberto?

«La vida mentirosa de los adultos» está dividida en 6 capítulos para que todos los secretos que rodean a Giovanna salgan a la luz. Su familia se desmorona ante los hechos como los propios conceptos que discuten los intelectuales en privado y público. La realidad es que hay pobres y ricos, y ningún sufrimiento religioso ni reforma económica cambia esto. Por otra parte, ella también encuentra que construcciones como el amor, la fidelidad y muchos otras son manejadas de manera diferente, según los intereses de los involucrados.

De tal manera que el idealismo, la moral y los valores que Giovanna creía que eran universales, realmente son irrelevantes en la sociedad. Es por ello que Andrea se separa de Nella (Pina Turco) y se muda con Constanza (Raffaella Rea ). Mariano (Biagio Forestieri) no tiene otra opción que separarse ante esta situación. Pero en una reunión final los vemos a todos juntos. Los lazos de amistad no se han cortado, por más que la situación es incómoda.

Andrea (André en la cinta), es quien le da argumentos a Giovanna para que empiece a comprender la fragilidad de las relaciones. Le dice, por ejemplo, que sólo él se había atrevido a hablar «en voz alta» que tenía una aventura por fuera del matrimonio. Incluso acepta, para sorpresa de ella y del público, que conocía el coqueteo entre Nella y Mariano, pero a diferencia de él, ninguno de los involucrados se atrevió a consumar ese flirteo.

Para Andrea, no hay nadie completamente justo. Giovanna lo comprende cuando se siente atraída por Roberto (Giovanni Buselli). La conexión entre ambos es intelectual. Lo nota rápidamente Vittoria, quien la acusa de «pavonearse» con «palabras bonitas», sabiendo que este joven ya tiene pareja: Giuliana (Maria Vera Ratti).

A pesar de que para todos es público y notorio esa conexión, Giovanna no puede detenerse, repitiendo el camino que ya transitaron su padre y su tía. ¿Estamos entonces todos condenados a la infidelidad? La protagonista de esta historia dice que no. En ese recorrido por conocer/investigar lo que su cuerpo y mente le piden, entiende que Roberto es otro adulto que engaña con su léxico. No hay un amor «puro» por GIuliana ni por otra mujer. Esto le entristece y le decepciona al mismo tiempo. Por eso no se acuesta con él, a pesar de las invitaciones.

Y ese capítulo cerrado con Roberto da paso a otro: la perdida de virginidad. Giovanna siente que es una carga muy pesada y debe «salir de eso» para continuar con su vida e ir por cosas más importantes. Por eso escoge a un hombre (Rosario) por el que no siente amor, pero que no le atormentará buscándola como un adolescente, algo que lo diferencia de Corrado (Giuseppe Brunetti).

¿Hacia dónde van Ida y Giovanna?

Antes de responder esta pregunta, debemos hacer un repaso general. La película comienza con una gran preocupación de Giovanna. «¿Soy fea?», se pregunta. Esto, porque escucha a su padre decir que ella se parece mucho a una tía, Vittoria. Desde este punto, hasta cerca del final, la percepción de la vida, ha cambiado mucho para la protagonista.

Giovanna comprende que el amor no tiene que ver con la belleza, una construcción subjetiva y relativa. Lo nota cuando la hermosa Giuliana vive un tormento por sus inseguridades físicas e intelectuales, tras enamorarse de Roberto. Además, la belleza no ha impedido que su padre, Andrea, se separe de su madre. Tampoco, la belleza ayudó a Vittoria a tener una relación monogámica y/o feliz.

Por otro lado, Giovanna se dio cuenta que lo que ella quería o ansiaba, también era el objeto de deseo de otras amigas. Ellas no eran originales sino que le copiaban. En este sentido, ¿dónde queda el intelecto? La protagonista de la serie entiende que leer, sabe interpretar un texto y expresarse con fluidez no es significado de compromiso. Los adultos sueltan discursos de Marx y añoran al comunismo mientras en la práctica son más felices fumando caros habanos y degustando los más caros platos y ricas bebidas. Entonces, ¿qué es real? ¿A que se puede aferrar la joven?

Giovanna cree tener las respuestas. Primero se deshace de la pulsera que Vittoria le regaló. La deja en su casa, esto significa que ya no quiere cargar con el pasado de su familia. Es un equipaje demasiado pesado. Luego, encuentra el diario de Ida (Azzurra Mennella ) escondido en su scooter. La aspirante a escritora redactó que no sentía vergüenza por reprobar sus exámenes porque eso le le dio la oportunidad de dedicarse escribir, lo que realmente amaba. Como se habían prometido, cumplen con lo escrito: se verían en una parada de autobús en determinado momento. Una vez allí, el destino realmente no importa, lo clave aquí es que ambas se alejan de este mundo de poses y mentiras que rodean a los adultos.


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