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"El clon de Tyrone": final explicado de la alocada película de Netflix

La película que protagonizan John Boyega (Fontaine), Jamie Foxx (Slick Charles) y Teyonah Parris (Yo-Yo) comienza como una comedia pero cambia hacia una pesadilla, en la que se denuncia algo más que los experimentos genéticos.Aquí lo explicamos

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«El clon de Tyrone» es una película de ciencia ficción que sin ser redonda, mejora el actual contenido de Netflix. Protagonizada por el versátil John Boyega (Fontaine), Jamie Foxx (Slick Charles) y Teyonah Parris (Yo-Yo), el largometraje sigue una trama que se revela desde su título. De manera que el dilema no es descubrir si hay clones, sino todo lo que hay detrás de ellos.

La sinopsis de «They Cloned Tyrone», título original en inglés, dice lo siguiente: unos sucesos inquietantes en el barrio mueven a un peculiar trío (John Boyega, Jamie Foxx y Teyonah Parris) a investigar una conspiración muy siniestra. En las líneas que vienen a continuación vamos a analizar esta premisa y todo lo que tiene que ver con los clones y su propósito. Obviamente, vienen spoilers.

¿Qué le pasa a Fontaine?

El punto de partida es el siguiente: Fontaine vive sin mayores aspiraciones. Su rutina se repite: reúne el dinero de la venta de las drogas, compra una botella de licor, raspa un juego de lotería sin fortuna y no tiene mayor comunicación con su madre. Todo esto empieza a cambiar cuando visita la casa del proxeneta Slick Charles para cobrarle una deuda pendiente. Al salir de allí, es emboscado y asesinado por otro narcotraficante llamado Isaac. La prostituta Yo-Yo es testigo del crimen.

Pero tal cual como si fuera el «Día de la Marmota,» Fontaine se levanta al día siguiente como si se hubiera tratado de un mal sueño. Siente que algo pasó, aunque no le presta mayor atención y repite la rutina. Sin embargo, cuando va de nuevo a casa de Charles, le informan que lo habían visto morir, incluso Yo-Yo lo confirma. ¿Cómo era posible que estuviera de vuelta?

La pregunta empieza a tener respuesta cuando Fontaine divisa una camioneta que le resultaba conocida. Al seguir los pasos de este vehículo, con los otros dos protagonista, encuentra el primer ascensor que lleva al laboratorio donde descubren un polvo que les hace reír (primero pensaban que era cocaína, pero es la fórmula para el pollo frito) y luego el cuerpo abaleado de Fontaine, es decir, Fontaine y su «banda» se topan con un clon.

¿Cómo se explica la presencia de un laboratorio subterráneo?

Hay un detalle que pasa desapercibido para la mayoría de espectadores al comienzo la película: un hombre blanco anuncia productos para la audiencia negra. Pareciera una parodia de ventas televisiva, pero es una pincelada de lo que se desarrollará más adelante. Glen no es una población cualquiera. Se diseñó como un campo para probar y perfeccionar mecanismos de control mental de los ciudadanos afroamericanos y la cara visible de este conspiración es nada más y nada menos que Kiefer Sutherland, quien lleva un nombre con bastante abolengo para manipular en los Estados Unidos: Nixon.

Es así como debajo de Glen se fabrican los productos para que los negros actúen como borregos, desde el condimento para el pollo frito hasta los alisadores de cabello. Además, en estas instalaciones se almacenan los clones. El vecindario está conectado por los ascensores, estratégicamente puestos en diferentes locales para acceder al subsuelo. Se desconoce quiénes están por encima de Nixon y si es una conspiración que abarca todos los estamentos del gobierno. Pero queda claro que los negros son usados como ratas de laboratorio.

¿Por qué hay clones?

No todo está explicado perfectamente en «El clon de Tyrone», lo que puede hacer bastante confuso su desarrollo y cierre, pero hay pistas que se deben agarrar de aquí y allá para formarse una idea. Al principio de la cinta unos hombres hablan de que alguien vio al propio Michael Jackson en las calles. Lo que parece una leyenda urbana tiene sentido posteriormente.

En Glen se busca una «perfecta armonía»; esto incluye que los negros se peleen entre sí. Lo que importa es que no salgan de su círculo y lleguen a otros pueblos donde la población es blanca. Se entiende, por lo tanto, que los ciudadanos que aquí viven fueron fabricados o modificados por la organización para la que trabaja Nixon. Pareciera que hay algunos ciudadanos que no fueron clonados ya que no son de importancia para mantener el orden social, mientras que otros sí y se usan una vez que mueren para que repitan su ciclo, pues tienen un rol clave en el desarrollo de los acontecimientos, como Fontaine y sus amigos.

Lo que resulta extraño es que pareciera que hay clones que son activados aún cuando su versión anterior está funcionando. Esto probablemente se explique porque hay dos planes contrapuestos y esto incluye errores: la clonación por aniquilación y la otra, mucho más macabra, que se conoce cuando descubrimos al «Old Fontaine», la versión más vieja de los clonados.

Old Fontaine vs los nuevos clones

Después de ires y venires, en el tercio final de la película descubrimos que hay un Fontaine viejo (las prótesis no es que le queden muy bien, pero esa es otra historia). Se trata del llamado «genetista principal«. Es quien puso el plan de los clones a andar. Aparentemente es la versión original de Fontaine que busca eliminar cualquier diferencia haciendo que todos sean iguales. Así, la cinta que ha coqueteado con el humor da un giro hacia el terror.

El genetista dice que «la asimilación es mejor que la aniquilación». Es decir, que todos compartan el mismo gen y comportamiento para evitar ser sustituidos. En este punto debemos recordar que la vida del primer Fontaine que conocemos está arruinada porque perdió a un hermano menor. Entonces es aquí que la película encuentra su verdadera esencia, con dos ideas sobre el futuro que chocan. La versión más antigua cree que solo el pensamiento único individual repetido puede evitar futuras desavenencias pues todos tienen el mismo principio y fin, mientras que el primer o clon más joven no acepta esa realidad y se revela, poniendo como primer interés a la comunidad (sus amigos y desconocidos que apoya sacándolos de los sótanos). En este arrebato de independencia, obligan a otro clon a que le dispare al genetista usando la clave de control mental que aprendió de Nixon.

Lo que se debe entender aquí, por si no queda claro, es que Fontaine joven valora el respaldo que ha recibido de personas que al principio poco le importaban: Slick Charles y Yo-Yo. Por lo tanto, prefiere luchar con ellos antes que rendirse ante un determinismo que ni siquiera se sabe si funcionara y que de hecho demuestra ciertas fracturas en su lógica: la propia sublevación de Fontaine es una prueba. Es el triunfo de la comunidad ante el individualismo.

¿Qué significa la escena final?

Llegado este punto queda claro que hay muchas versiones de Fontaine y también otras de Chester. Precisamente fue una copia de este último la que permitió engañar y acabar con Nixon. Una vez fallecidos los dos villanos conocidos, los clones son liberados y se informa que estas prácticas se estaban realizando en ciudades más grandes como Chicago, Detroit y Los Ángeles.

Al mismo tiempo, se nos presenta un nuevo Fontaine, también interpretado por John Boyega, que prácticamente tiene la misma rutina del primero: levanta pesas, compra una botella de licor, le da una probadita a un mendigo y raspa un boleto perdedor. Cuando está reunido con sus amigos, viendo las noticias, queda perplejo porque ve que un doble suyo (otro Fontaine) sale en cámara, recibiendo ayuda. «¿No eres tú, Tyrone?», pregunta uno de sus compañeros. Es aquí cuando se le da sentido al título de la película.

El mensaje de esa escena es el siguiente: no importa lo que Slick, Yo-Yo y Fontaine hagan. Tal como lo vaticinó el genetista, los experimentos para controlar a la población negra continuarán.

¿Alguien dijo secuela?

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