Cumbre sobre Siria sigue buscando consenso para un proceso de transición

Los principales aliados y detractores internacionales del régimen sirio de Bachar al Asad buscan hoy en Viena puntos de consenso sobre el futuro del país árabe, sumido en una guerra que dura ya más de cuatro años y que ha causado más de 250.000 muertos y millones de refugiados.

Las delegaciones de una veintena de países seguían reunidas desde cerca de la 09.00 GMT en un céntrico hotel de Viena.

Según se ha filtrado a la prensa, las deliberaciones se centran en el futuro de Al Asad y una posible transición política en Siria que permita terminar con el conflicto.

Es la primera vez desde el comienzo de la guerra en 2011 que los principales aliados y enemigos de Al Asad se sientan en una misa mesa para encontrar una salida dialogada.

En un siguiente paso, una vez acercadas las posturas de los dos bandos, los propios interlocutores sirios podrían unirse a las conversaciones, posiblemente en las próximas semanas, señalaron hoy fuentes diplomáticas en Viena.

En un breve receso de las conversaciones, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, expresó ante la prensa su esperanza de poder alcanzar un acuerdo.

«Espero que podemos encontrar un camino hacia adelante. Pero es muy difícil», aseveró el jefe de la diplomacia estadounidense, quien es junto a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, el principal impulsor de esta cumbre.

En ella participa por primera vez Irán, principal aliado y sosten internacional del régimen de Al Asad.

En una muestra de posible cambio de postura, un alto funcionario iraní dijo hoy en Viena que Teherán podría distanciarse del presidente sirio.

Citado por la prensa iraní desde Viena, el viceprimer ministro iraní, Amir Abdollahian, declaró que «Irán no insiste en mantener a Al Asad en el poder para siempre».

Ante el inicio de la cumbre, el ministro de Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier, reconoció que una solución política al conflicto sirio está todavía lejos, pero que los principales actores se sienten a la misma mesa es un «primer paso muy importante» que infunde esperanzas «en Siria y en toda la región».

Su homólogo francés, Laurent Fabius, subrayó que por primera vez se encuentran juntos «los actores mayores del drama sirio», por lo que calificó la cita de hoy como «muy oportuna».

«Queremos una Siria libre, íntegra, que esté compuesta por todos los actores de la sociedad», dijo Fabius, cuyo país participa en la coalición internacional que bombardea al grupo terrorista Estado Islámico en Siria.

«Hacen falta cambios importantes. Habrá que luchar además de forma más eficaz todavía contra el terrorismo, en particular contra de Daesh (Estado Islámico)», aseveró.

«Además, hay que organizar la transición política. Evidentemente, Bachar al Asad, que es responsable en gran parte del drama sirio, no puede formar parte del futuro de Siria», concluyó Fabius.

La cumbre de hoy se produce tras varias entrevistas bilaterales ayer y de un encuentro a cuatro en el que participaron los jefes de las diplomacias de EEUU, Rusia, Turquía y Arabia Saudí.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, avanzó ayer que el objetivo era sentar las bases para «una transición política en Siria».

La gran pregunta en Viena es si Al Asad debe abandonar el poder para facilitar la transición, tal como exigen EEUU y Arabia Saudí, algo que Irán y Rusia rechazan hasta ahora.

EEUU, sus aliados árabes y la UE muestran ahora una mayor flexibilidad, sugiriendo que Al Asad podría permanecer en el cargo durante unos meses como parte de un proceso de transición y una salida pacífica al conflicto.

La veintena de gobiernos presentes en la cumbre, así como la Unión Europea y la ONU, tienen el desafío de formular un plan aceptable tanto para el Gobierno sirio como para las milicias opositoras apoyadas por EEUU y sus aliados árabes.

Por ahora, los grandes ausentes en estas conversaciones, que tuvieron su primera cita la semana pasada, son las propias partes enfrentadas en la guerra siria.