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Las trans son la nueva tendencia en la televisión

La exposición de la homosexualidad que comenzó en los 90 con el lesbianismo y se confirmó en los 2000 con los gay masculinos, entra en su siguiente etapa en esta década con las transexuales convertidas en estrellas. Ahora, la serie Modern Family mostrará a un niño transexual

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La transexualidad es el tema a debatir ahora en los productos televisados. La homosexualidad ha sido normalizada en series y programas de la televisión global, y ahora forma parte de la cuota de representatividad que buscan no pocos shows: debe haber algun latino, algún afroamericano, mejor si hay un asiático y, claro, no puede faltar un gay o una lesbiana.

Viene abriéndose camino desde hace más de 20 años. El primer beso en una serie fue en L.A. Law en 1991, y entre dos mujeres. Hubo revuelo y hasta anunciantes amenazaron con quitar sus cuñas. No ocurrió. Pero el lesbianismo causa menos ruido que la homosexualidad masculina, quizá por aquello de que es una suerte de fantasía de macho.

De hecho, el lesbianismo volvió a tener espacio en Picket Fences, en 1993, con un beso entre dos muchachas adolescentes. La escena se pidió ser filmada a oscuras para disminuir su contenido gráfico. En 1994 Roseanne mostró otro beso, entre mujeres. Fue visto por 30 millones de espectadores en EEUU a pesar de las amenazas de ABC de no querer transmitirlo.

Luego llegó Friends y los personajes homosexuales de Carol y Susan. Se casan pero no se besan en 1996. En el 97 la serie Relativity muestra el primer latazo con propiedad entre dos mujeres, y Ellen sale del closet en su propio show. Pero seguía siendo homosexualidad femenina.

Ello cambia sustancialmente en 1998 cuando comienza Will & Grace. Es en 2000 cuando esa serie, que duró 8 años, mostró el primer beso entre hombres en una serie de comedia. No un beso de chiste, sino uno de verdad. No obstante, el primer latazo en horario primetime ocurrió en el final de Dawson’s Creek también en 2000. Los tiempos comenzaron a cambiar, luego de una década (aunque el primer beso entre hombres durante un programa matutino ocurrió en 2007).

El asunto se fue reafirmando y en 2004 nace la serie The L Word, y en 2005 comienza a transmitir en EEUU el canal Logo, dedicado a la communidad LGBTI.

Ahora llega una nueva tendencia: la transexualidad. El asunto viene siendo retratado en TV desde hace algunos años. Primero, mujeres y hombres naturales interpretaron los papeles hasta que los reality shows comenzaron a poner cámaras sobre trans auténticos, comenzando con Brave New Girls in Canadá. Luego llegarían las estrellas trans de la televisión como Candis Cayne, la primera transgénero en interpretar a un personaje trans en 2007 en  Dirty Sexy Money.

La explosión masiva de la estética trans llegó con RuPaul’s Drag Race, que comenzó en 2009 y ha mantenido unos niveles de audiencia envidiables, con hasta un millón de espectadores en un episodio (muy alto considerando que se emite por un canal de cable y no una gran cadena). Aunque se trata de un espectáculo de drag queen y no de transexuales, normaliza la exposición de «hombres vestidos de mujer», una estética.

La existencia y popularidad de un programa de «hombres vestidos de mujer» -independientemente de que alguien vea o no todos los capítulos y las discusiones internas que tiene sobre las diferencias entre Drag y Trans- ha ido normalizando una conversación en massmedia sobre el asunto. Se trata de la diversidad, la ruptura de los esquemas tradicionales. Una cosa no se explica sin la otra. En la cultura de masas los cambios se producen sin saltos bruscos. No puede haber una normalización de lo trans, si antes no lo hubo de lo drag y de lo gay. Sería imposible. Como lo sería tener parejas de raza mixta en pantalla (de EEUU) si antes no se muestra el amor de parejas de la misma raza negra, en ese caso. Los prejuicios se rompen un ladrillo a la vez.

En 2015 se estrenó la serie Transparent, de Amazon, en la que un hombre adulto, padre de familia, asume su deseo de convertirse en mujer. Según sus productores, la idea es «hacer para los transexuales lo que Modern Family hizo con los padres gay: llevarlos a la cultura de masas». El programa consiguió en su primera temporada el Globo de Oro 2015 a Mejor serie de comedia y Jeffrey Tambor la estatuilla como Mejor actor protagonista, que repitió este 2016.

Curiosamente, para esta temporada que comienza, en la propia serie Modern Family se presentará a un niño actor transexual. En el episodio titulado «A stereotypical day», el matrimonio homosexual formado por Cameron (Eric Stonestreet) y Mitchell (Jesse Tyler Ferguson) invitará al amigo transgénero de su hija Lily (Aubrey Anderson-Emmons) a jugar a casa. Según publica Variety, los padres se llenarán de orgullo al pensar que han criado una hija tolerante y de mente abierta. Pero su alegría desaparecerá rápidamente cuando Lily insulte a Tom, cuestión que utilizarán como un momento de aprendizaje. El actor transgénero de ocho años Jackson Millarker interpreta a Tom. 

Antes, en Orange is the new black, el personaje de Laverne Cox ha recibido elogios y nominaciones a los Critic’s Choice, SGA y el Primertime Emmy (la primera trans en competir por ese premio), en 2014. Además, fue portada de la revista Time.

Pero el impacto de Caitlyn Jenner lo superó todo. Su transformación se ha hecho con la pantalla como testigo, la televisión «real» como confesionario, a través del show de sus hijas Keeping up with the Kardashians. El episodio donde se exploraba el asunto de Bruce decidiendo operarse y demás, quedó de segundo en la tabla de audiencia de ese día, tan solo superado por el capítulo estreno de Game of Thrones de ese primer domingo de junio de 2015.

Así que… Brace yourselves… Transexuals are coming.

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