De Interés

Mariangel Molina, la venezolana que entró a la lista de 500 de Bloomberg Línea

"En Venezuela las cosas no son nada fáciles, pero son posibles", dice Mariangel Molina, la empresaria venezolana que cuenta con una visión sostenible de negocio que la hizo merecedora de un puesto en la lista de los 500 de Latinoamérica de Bloomberg Línea

Cortesía
Publicidad

Para el ojo descuidado, Leather Heart podría ser simplemente una empresa que hace y vende peluches. Sin embargo, es mucho más que eso. Esta es la primera, y hasta hace poco, la única empresa con certificación Clase B en Venezuela. ¿Qué implica esto? Que Leather Heart no solo persigue ganancias, sino que también busca tener un impacto social y ambiental. Por esta razón, la cofundadora y CEO de la compañía, Mariangel Moreno, entró en la lista de 500 de Latinoamérica de Bloomberg en Línea.

El reconocimiento tomó a Mariangel por sorpresa. No lo esperaba. No se postuló. Incluso, aún no sabe cómo llegó a colarse dentro de la lista en la que también aparecen los nombres de líderes de empresas como Lorenzo Mendoza (Empresas Polar), Juan Carlos Escotet (Banesco), Horacio Velutini (Fondo de Valores Inmobiliarios), Sascha Barboza (Sascha Fitnees), Adriana Cisneros (Grupo Cisneros), Andrés Moreno (Open English), Alberto Vollmer (Santa Teresa), Alfredo Cohen (Grupo Sambil) y Rafael Zubillaga (Farmatodo).

Un nuevo modelo de negocio

No es la primera vez que Mariangel recibe un reconocimiento por esta empresa que inició como una idea en 2017 y que finalmente tomó forma en enero de 2018. Junto a su socio, Andrés Solorzano, esta joven empresaria busca redefinir el concepto de empresa que se tiene en el país y en el mundo.

Cuando habla de Leather Heart se le ilumina el rostro. Habla rápidamente para intentar abarcar todas las ideas, para explicar lo que tanto la apasiona, para señalar que no tiene una empresa de peluches, sino una compañía con una misión mucho más amplia, más grande, más transcendental, más humana.

«El propósito de Leather Heart es crecer a través del cambio de conciencia para lograr un mundo mas innovador y sostenible. Nuestro propósito no dice por ningún lado que hacemos peluches, porque el propósito es mucho más importante y trascendente», asegura Mariangel en entrevista con El Estímulo.

Incluso, el modelo de negocio de Leather Heart es innovador y necesario para lograr la sostenibilidad en el mundo. «Estamos buscando redefinir el sentido de éxito dentro de los negocios, donde el propósito sea la parte neurálgica del negocio», dice Mariangel.

«El mundo ha cambiado -continúa-. Se están tomando en cuenta otros parámetros para medir el éxito dentro de la organización.  Es importantísimo el impacto que generan quienes formamos parte de cada organización».

Más que solo ganancias, más que solo peluches

Leather Heart es una empresa que hace peluches. Sin embargo, la diferencia con otras empresas que pueden también hacer peluches está en el proceso y en el destino que toman las ganancias.

«Los peluches están hechos con mermas de textiles que provienen de marcas venezolanas, por lo que el reciclaje es parte del proceso de confección. Parte de las ganancias por la venta de estos peluches se destinan a apoyar organizaciones que trabajan en Venezuela con alimentación, reforestación y educación», apunta Mariangel.

Pero el impacto social no solo queda allí. La columna vertebral del proceso de confección se basa en costureras de comunidades desatendidas que se han convertido en sostén de familia gracias a su trabajo dentro de la organización.

«Hemos podido conectar con personas maravillosas, con aliados valiosísimos porque además somos fieles creyentes que hay que subir y elevar el nivel. Nos gusta hacerlo en equipo», dice Mariángel.

¿Qué se necesita para ser una empresa clase B en Venezuela?

Lo principal es estar dispuesto- señala Mariangel-. Mas allá del proceso que requiere la certificación, hay que entender cuáles son tus elementos internos dentro de la organización para funcionar en la sociedad, con quienes te estás aliando, de dónde provienen tus materias primas, cuál es el vínculo y la relación que tienes con tu equipo de trabajo y como están transformando sus vidas ese equipo de trabajo gracias a lo que hacen en la organización.

Esto no implica que no tengamos ganancias. Obviamente tenemos ganancias. Incluso la certificación B está destinada a empresas con fines de lucro.

¿Por qué hay tan pocas empresas certificadas como clase B en el país y en mundo? ¿Qué más se requiere para cambiar la visión de negocios?

Creo que todas las personas necesitan hacerse una pregunta: ¿soy parte de algo que considero importante?  Nosotros nos certificamos en 2019. Dos años después se certifica una nueva empresa y hay un par de empresas que están camino a la certificación. Yo creo que falta más conocimiento, falta que nos juntemos para elevar ese nivel de consciencia y que realmente nos conectemos con lo que es importante. En el mundo somos cerca de 4 mil empresas certificadas como B. Hay empresas muy pequeñas y otras muy grandes como Natura que es el monstruo cosmético que compró Avon.

También hay muchos mitos respecto a al sostenibilidad. Te tratan como si trabajar en sostenibilidad sea algo come flor, y no es así. Yo quiero tener hijos y que esas nuevas generaciones estén comprometidas con el hogar común que tenemos que es la Tierra.

Son pioneros en este modelo en Venezuela, ¿con quién se han aliado para trabajar?

Si  bien es cierto que hemos sido pioneros en el triple impacto, no lo hemos hecho solos. Han existido pioneros, venezolanos que nos han dado apoyo para impulsar el movimiento dentro del país.

Tenemos que entender que para elevar el nivel necesitamos contar con distintas áreas como la sociedad civil, ONG’s y fundaciones, con la empresa privada, el espacio público, el Gobierno, abogados. Si no lo hacemos así entonces no va a ser sostenible en el tiempo.

¿De dónde nace ese ímpetu por hacer las cosas distintas?

Leather heart va a cumplir 4 años en enero de 2020, pero tengo 8 años en el mundo del emprendimiento porque es algo que me apasiona, me llena de adrenalina. Creo que en principio es porque soy una alma curiosa. Me he sentido inconforme y esa inconformidad la he enfocado a una búsqueda que me permita estar un poco más alineada y construir en general una vida que se parezca mas a mí misma.

Nadie me enseñó a hacer esto. Obtuve herramientas de mi mamá. Pero esa búsqueda de algo nuevo, en mi caso, ha sido un poco solitaria, pero increíble. No solamente hablo del emprendimiento o mi rol como empresaria, sino esa búsqueda personal que ha sido trascendente para mí.

¿Alguna vez te dijeron que no lo podías hacer o que eras muy visionaria?

El camino nunca fue lineal, no es un camino en el que vas del punto A al punto B. Emprender tiene muchas subidas y bajadas y en esas subidas y bajadas me han dicho de todo. Cosa que pueden considerarse positivas y cosas que pueden considerarse negativas.

No me considero hippie, porque sé que esto es un negocio y a mayor ingreso de ganancias en la organización, mayor es el impacto y la escalabilidad que tiene el negocio. Entonces, obviamente queremos generar dinero y obviamente las decisiones del negocio están enfocadas a eso. El tema del dinero es invertirlo en lo que ya hemos construido y a la vez generar más impacto.

¿Dónde se pueden conseguir los productos de Leather Heart?

Nuestro principal cana de comunicaciones es el Instagram. Tenemos también página web: leatherheart.fun También contamos con un par de espacios físicos en Caracas y en Miami. Hacemos envíos a nivel nacional y también internacionales.

En todo este proceso ha sido muy importante la receptividad de padres, tíos, padrinos y madrinas que quieren generar un mensaje distinto con lo que están regalando. Las nuevas generaciones están buscando conectar con productos y servicios que cumplan con un propósito más allá de la función útil.

Nuevos Proyectos, un mismo país

Mariangel Molina ya tiene nuevos proyectos en mente. Está trabajando junto a su equipo en un proyecto educativo que la tiene muy emocionada y que busca llevar la educación de habilidades del mañana a los niños de hoy. Aunque aún no puede hablar mucho de este proyecto, la sonrisa y emoción en su rostro vaticina que es algo novedoso y emocionante.

Para los venezolanos que están dentro y fuera de Venezuela, Mariángel tiene un mensaje clave: «Las cosas no son nada fáciles, pero son posibles. En este país también están pasando cosas maravillosas y depende de todos nosotros montarnos en ese barco y remar hacia e mismo lugar que todos sabemos lo que queremos».

Publicidad
Publicidad