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Telescopio James Webb, la mayor ventana a nuestro universo

Las primeras imágenes enviadas por el Telescopio James Webb retratan un vastísimo universo a millones de años luz. Quizás en alguno o en varios de estos puntos haya vida inteligente que se haga la misma pregunta que nos hacemos nosotros sobre el por qué somos tan insignificantes.

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Telescopio Webb, primeras imágenes

Finalmente, llegó el esperado día. La Nasa reveló las imágenes más profundas y nítidas de nuestro universo que jamás hayamos visto. En adición al asombro de ver las espectaculares formas y colores captadas por el Telescopio James Webb (TJM) en un insignificante instante del año 2022, (un instante de los 13.800 millones de años que tiene este universo conocido) se suma el vértigo de asomarse a los momentos siguientes al origen del Universo, y comprobar así, que no somos nada, que la vastedad del universo podría tener muchas explicaciones que nuestras mentes limitadas del siglo XXI, que habitan un planeta hermoso, pero lleno de problemas e imperfecciones, apenas puede entender.

El TJW nace de la colaboración de 20 países. El mismo fue construido y operado por la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Canadiense para sustituir los ya obsoletos telescopios Hubble y Spitzer.

El TJW es 100 veces mas potente que el Hubble, lo que se traduce en una resolución impresionante, acrecentada no solo en sus características técnicas, sino también en el hecho que está situado a 1.500.000 Km de la órbita terrestre, lo que reduce al mínimo cualquier tipo de interferencias, pero desafortunadamente hace imposible reparaciones en caso de ser necesarias.

El Telescopio James Webb tiene programada una duración de entre 5 a 10 años, quizás sobreviva más tiempo como ocurrió con la nave Voyager 1, el objeto terrestre que mas lejos ha llegado en el espacio, el cual se encuentra a 22 mil 742 millones de kilómetros de la Tierra, lo que equivale a 152 unidades astronómicas de nuestro planeta (152 veces la distancia promedio de la Tierra al Sol). Esta distancia equivale a 21.04 horas luz, menos de un día terrestre.

James Webb en busca de la Luz

Los objetivos del Telescopio James Webb son los de encontrar la luz de las primeras estrellas y galaxias, comprender su formación y evolución, estudiar sistemas planetarios y comprender un poco mejor el origen de la vida, haciendo uso no solo de los instrumentos para ver la luz visible, sino sobre todo la luz infrarroja, la única que permite adentrarse en los orígenes del universo.

Todo este esfuerzo está contextualizado en uno de los aspectos mas resaltantes de la Teoría de la Relatividad de Einstein.

El universo se está expandiendo y la luz viaja a una velocidad finita de aproximadamente 300.000 km por segundo. La expansión de nuestro universo hace que los objetos se alejen unos de otros, como cuando dibujamos unas marcas en un globo desinflado y después lo inflamos y vemos como se alejan unas marcas de otras. Lo mismo sucede con la luz, como el universo se expande, las longitudes de ondas de luz se hacen más largas, y por ende la luz se hace más tenue o invisible, y allí es donde el espectrógrafo infrarrojo actúa, captando el objeto que se quiere visualizar.

Los próximos años estaremos bombardeados de imágenes. Quizás algunos se fastidiarán después de una cuantas. Como cuando se entra a un museo y vemos unas cuantas obras de arte, y después de un rato todas nos parecen iguales.

Pero al igual que cada cuadro cuenta una historia, cada imagen del telescopio James Webb también contará una historia, y serán los expertos los que después de años de estudios arrojarán varias conclusiones que contribuirán al progreso de la astronomía, y al entendimiento del origen, evolución y devenir del universo.

¿Qué nos muestran las primeras imágenes del Webb?

La Nebulosa del Anillo Sur. A la izquierda, captada por el telescopio Webb, la derecha, la misma formación vista por el Hubble. Fotos: NASA/Agencia espacial Europea.

La Nebulosa del Anillo Sur:  es una nube de gas expansiva alrededor de una estrella moribunda situada a 2.000 años luz de la tierra (Eso indica que si está a 2.000 años luz, por las limitaciones de la velocidad de la luz, no la vemos como es ahora, sino como era hace 2.000 años luz. Es decir, que quizás lo que estamos viendo ya dejo de existir hace muchos años).

En la imagen se ven unos puntos que no son estrellas, sino galaxias. Cada galaxia contiene un promedio de 200.000 millones de estrellas, y muchas de esas estrellas podrían tener planetas, y algunos de esos planetas podrían tener alguna forma de vida, básica o inteligente.

La misma imagen de la Nebulosa del Anillo Sur captada por el Hubble es como ver una televisión en blanco y negro versus un televisor pantalla plana de 8k. Fíjense que en la imagen del Hubble no se pueden captar las galaxias que la rodean.

Planeta WASP-96b. Este planeta es mucho mas grande que Júpiter y está ubicado a 1.150 años luz. Siendo un planeta tan grande su constitución es principalmente gaseosa. De acuerdo con la información suministrada por la NASA, se ha conocido que su atmosfera tiene agua y nubes. El agua es un elemento indispensable para la vida, lo que indica que si el Telescopio James Webb puede detectarla con facilidad en otros exoplanetas, las posibilidades de que no somos los únicos seres que habitan este universo se incrementan.

Quinteto de Stephan. Ubicado a 300 millones de años luz, de acuerdo a la información suministrada por la NASA, este quinteto ya descubierto en 1877 nos muestra una prolija fábrica de estrellas que nacen de la danza gravitatoria de estas cinco galaxias.

La nebulosa de Carina.

De acuerdo con la información de la Nasa, esta nebulosa está situada a 7600 años luz de la tierra. ¿Y que es una nebulosa? Las nebulosas son concentraciones de gas y polvo estelar. De la concentración de esos gases nacen las estrellas. En la fotografía se pueden observar algunas estrellas jóvenes y potentes signadas por el color azul, el de las estrellas jóvenes. La nuestra, el sol, es de color amarillo, porque es una estrella de mediana edad.

Telescopio Webb, primeras imágenes
La Nebulosa de Carina. «Cada imagen es un nuevo descubrimiento», dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. «Cada una dará a la humanidad una visión del universo que nunca antes habíamos visto». Foto: NASA/AGENCIA ESPACIAL EUROPEA

Está la imagen del Hubble de la Nebulosa Carina. Comparece la diferencia de resolución con la del Telescopio James Webb.

Nebulosa de Carina, en imágenes de Hubble. NASA

.Finalmente, esta es la imagen del Webb más publicitada del día. Es la imagen más precisa y lejana que se ha obtenido del universo en infrarrojo.

SMACS 0723, la región más distante del Universo captada por el ingenio humano. foto: NASA/AGENCIA ESPACIAL EUROPEA/CSA/STScl

La región del cielo conocida como SMACS 0723, ubicada a 4.600 millones de años (recuérdese, estamos viendo una zona del universo como era hace 4.600 millones de años, es decir, que si la pudiéramos ver como es ahora, sería totalmente diferente, quizás inexistente. Cada punto de luz es una galaxia con formas y colores distintos (espirales, elípticas, irregulares, contentiva de miles de millones de estrellas y de algunos agujeros negros, especialmente las de color rojo).

Quizás en alguno o en varios de estos puntos haya vida inteligente que se haga la misma pregunta que nos hacemos nosotros sobre el por qué somos tan insignificantes en este vastísimo universo.

Para cerrar, comparto está imagen del planeta tierra visto desde la citada nave Voyager 1, lanzado desde Cabo Cañaveral, Florida en 1977. Esta foto es del 14 de febrero de 1990. La tierra se muestra casi imperceptible por la luz que la rodea.

Basándose en ella el famoso astrónomo Carl Sagan escribió su famoso libro “Punto Azul Pálido” y su magnifica reflexión sobre el mismo. Vasta mirar ese punto, para maravillarse de la vastedad de un universo que apenas comenzamos a entender, pero también para preguntarse porque íbamos a ser sus únicos habitantes si somos tan grotescos e imperfectos.

«Un punto azul pálido» en la vastedad del Universo conocido.
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