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Metro de Caracas: así va el intento de recuperar lo que se perdió en dos décadas

Maduro aprobó 150 millones de dólares para reacondicionar el Metro de Caracas. De ese presupuesto, se ven algunos cambios externos. Sin embargo, bajo los torniquetes y entre los túneles, cientos de usuarios siguen encontrándose con un servicio olvidado y sucio. Estas son sus experiencias

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Caracas ha tenido varios cambios visibles en 2022: eso sí, casi todos superficiales, de esos que no transforman las vivencias del día a día de un ciudadano cualquiera. El Metro de Caracas es el mejor ejemplo de ello, ya que este servicio público ha sufrido una transformación importante desde lo visual, pero no en la experiencia de los usuarios. 

Esa célebre obra de la «cuarta república», que mostraba civilidad y tecnología de punta, ya no existe. Solo es un recuerdo cuya estructura parece seguir en pie. El Metro de Caracas es la prueba física del daño que hizo el populismo y la nueva generación de ciudadanos que no tiene claro el valor de sus deberes y derechos. 

Trabajadores en Los Dos Caminos. Foto: Daniel Hernández.

Desde finales del mes de octubre, El Estímulo ha hecho una inspección rutinaria de la Línea 1 del Metro de Caracas para verificar si aquellas modificaciones externas también se ven en lo interno. En esta nota contamos lo que expresaron distintos usuarios y lo que se observó. 

«La escoba pasa solo por donde camina la reina»

Aunque haya cientos de personas de mantenimiento, los cambios del Metro de Caracas solo están en la fachada. El 8 de noviembre pasado, El Estímulo conversó con Miguel Mariño, un señor que ha usado este medio de transporte desde los años 90, y esto fue lo que contó: «Pasó de ser un transporte impecable a ser algo irrespetado, dónde la gente hace lo que quiere con esa excusa de que es un servicio regalado. Si lo van optimizar, la idea es que se mantenga y se le de mantenimiento constante como fue en el pasado».

Mariño prosigue: «Yo vengo desde las la entrada de Gramoven (Catia) y los últimos años el servicio se ha vuelto tan malo por el retraso y los trenes sin aire acondicionado que desde comenzó la coronavirus lo uso muy poco. Me vengo de la casa caminando poco a poco hasta llegar a donde trabajo, que es en la esquina de La Marrón»

Mujer bajando las escaleras tradicionales mientras que las mecánicas no funcionan. Foto: Daniel Hernández.

Mientras Miguel cuenta eso, en la superficie de cada estación hay obreros que no han parado de trabajar. No obstante, existe una pregunta constante en la cabeza de muchos usuarios: ¿es un trabajo profundo o una manera de vender las «esmeradas» reparaciones del metro?

En Parque Carabobo, por ejemplo, los obreros usan esmeril para limpiar las piezas de arcilla roja. Lo mismo pasa en la estación Miranda (Parque del Este), donde levantan innecesariamente la loza de concreto de toda la estación. Eso pasa cuando los torniquetes y el aire acondicionado fallan; el cableado interno de los trenes hace cortocircuito; y las filtraciones bañan las paredes de varias las líneas del metro. 

Estación de Bellas Artes. Foto: Daniel Hernández.

Sale caro andar sin metro

Marisela González vive en Caricuao y trabajo en Santa Eduvigis, cerca de Los Palos Grandes, en el municipio Chacao. Desde hace cuatro años, las mañanas son un dolor de cabeza en su vida, pues dejó de usar constantemente el Metro de Caracas debido al pésimo servicio.

Las pocas veces que se monta, su ruta es corto: de la estación Miranda a Plaza Venezuela. De resto, en las mañanas toma un autobús en Caricuao que la deja en Plaza Venezuela, donde toma otro autobús para llegar a su destino. Son dos pasajes que aumentan, mes a mes, según el alza del dólar. 

Tren sin aire acondicionado. Foto: Daniel Hernández.

Marisela es sincera:»No me importaría pagar un boleto de metro en un dólar ida y vuelta si así no tengo que pagar cuatro pasajes en buses. Si el servicio en el metro fuera bueno… Pero hasta una hora esperas en la estación para que llegue un vagón con destino a zoológico y el tiempo, en mi caso, es valioso. Lamento decirlo, pero no creo en la recuperación del Metro si se sigue regalando el servicio. Así no cambiarán las cosas. Si usara el metro hoy en día, tardaría dos horas en llegar al trabajo y dos horas para retonar. En total, cuatro horas que se pierden. Mi tiempo vale».

Chacao, Altamira y Miranda: todo por arriba, nada por debajo

El 13 de noviembre, El Estímulo visitó los tramos exteriores de Chacao, Altamira y Miranda. Los trabajos se mantienen constantemente, pero quedarse a ver a los obreros es evidenciar que se trata solo de una mano de pintura externa. 

En Altamira, se tuvo que preparar el fondo de cada superficie para pintar adecuadamente. En Miranda, la losa de la acera y el resto de espacios se removieron. Hasta ese día, el trabajo que se realizaba cambiaba la parte externa a cada estación.

De toda la línea uno, los trabajos más visibles de reparación de estaciones son los de Gato Negro, Capitolio, la Hoyada, Bellas Artes, Plaza Venezuela, Chacaíto, Altamira y Miranda.

Estación Miranda. Trabajadores arreglan el techo. Foto: Daniel Hernández.

Recorrer lo más profundo

El día 24 de noviembre, la jornada de observación fue de manera subterránea. El Estímulo tomó el metro desde Palo verde con dirección a Bellas Artes. En todo el recorrido se percibió una atmósfera de polvo, y un cambio visible: las estaciones estaban bien iluminadas. Todas tenían nuevos reflectores. Además, en estaciones como Los Dos Caminos, Chacao y Bellas Artes estaban en la etapa de cambio del piso de seguridad.

Estación de Bellas Artes sin baldosas de seguridad. Foto: Daniel Hernández.

Escaleras mecánicas y aire acondicionado: tarea pospuesta

La reparación de las escaleras mecánicas es la tarea pendiente de casi todas las estaciones. La mayoría está en mal estado y eso pone en riesgo a las personas discapacitadas y adultos mayores. Las pocas que quedan activas, hacia el este, están en La California y Los Dos Caminos, de hecho, en esta última estación están las piezas para reparar el resto, pero no es la prioridad. 

Escalones de escaleras mecánicas apilados en Los Dos Caminos.Foto: Daniel Hernández.

Tampoco lo es el aire acondicionado, una de las molestias más evidentes de los usuarios. Claudia Terán, quien siempre sube en la estación de Petare, cuenta que demora minutos para bajar y subir las escaleras. Ella no es una anciana, pero le duelen las piernas y le genera angustia el proceso porque hay numerosas personas que tropiezan y empujan a los que tienen dificultades motoras.

Personas esperan el tren en la estación Petare. Foto: Daniel Hernández.

«Uso el Metro porque no tengo de otra. La pensión no me alcanza, pero usar el metro así como está es un calvario. Las escaleras mecánicas tienen mucho tiempo dañadas y no es justo para mí tener que pasar por esto, pero aquí no pago pasaje. Ya el Metro no es lo que fue», relata Claudia con una mirada del nostalgia.

Trabajos en la estación Miranda. Foto: Daniel Hernández.

Juan José Olivares, otro usuario del sistema Metro, comenta que estas inversiones no duran nada si no se cobra el servicio con un precio justo. Su idea es que la propia compañía del Metro de Caracas pueda reinvertir y pagar sueldos decentes a sus trabajadores: «Regalar las cosas no es bueno, acostumbras al usuario a que el valor del metro es solo competencia del Estado», dice. 

Otro tema que no hay que olvidar: la seguridad en el Metro de Caracas. En otro recorrido, el 30 de noviembre, El Estímulo observó un incremento de funcionarios dentro y fuera de los espacios de toda la línea uno del sistema. Sin embargo, eso no evitó que los vendedores informales se colaran en los trenes para vender su mercancía, algo que también genera un problema de acumulación de basura.

El recorrido continuará

Nicolás Maduro ha dicho que la inversión para reparar las áreas del Metro de Caracas es de unos 150 millones de dólares para el proyecto «Metro se mueve contigo». De verificar que se cumpla lo que ordenó el líder chavista, están encargados varios «padrinos», representados por otras instituciones públicas, entre ellas: Bolivariana de Aeropuertos S.A, Petroquímica de Venezuela (Pequiven), Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), y el Banco de Venezuela.

Propaganda del Plan Metro. Foto: Daniel Hernández.

A pesar de esas miradas, el proceso va lento y lo que resta es continuar haciendo seguimiento de lo que suceda al finalizar el 2022 y a inicios de 2023. 

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